Restaurante Las Veguillas - Río Jerte — Restaurant in Navaconcejo

Fuimos en el fin de semana a pasar unos días por la zona, estuvimos alojados en el propio camping y al leer reseñas tan buenas sobre el restaurante pensamos que seria buena idea comer allí , tomamos algo antes y los aperitivos nos gustaron mucho, EL PROBLEMA LLEGO CON LA COMIDA pedimos una parrillada para 2 tenia variedad de carnes, a la vista aparentaba estar todo correcto pero uno de los filetes marinados nos resulto muy seco comparado con los demás, de echo pedimos la carne al punto y estaba pasada, lo comunicamos a la camarera la cual nos dijo que "ese filete se quedaba así al ser marinado pero que si que estaba un poco mas echo que al punto", tal cual nos comimos la carne ya a disgusto, porque la camarera no se digno en ningún momento a ofrecernos otro filete menos echo o alguna solución. Al finalizar la comida nos ofreció diferentes postres preguntamos que si tenían helado a lo que la camarera en cuestión contestó "NO HELADO NO TENEMOS, PUEDES COMPRARLO EN LA MAQUINA DE HELADOS" unos minutos después trajo un plato para cada comensal de la mesa de al lado con helado de corte en cada uno de ellos, esto nos sentó muy mal puesto que hacia unos minutos a nosotros se nos dijo claramente que no había y que si queríamos lo comprásemos en la maquina, esta actitud en lo único que desencadenó es que el resto de días que estuvimos instalados desayunásemos, comiésemos y cenásemos en otros lugares del pueblo aun previamente habiendo planeado hacerlo en el restaurante del camping , nos decepcionamos mucho nos esperábamos otro trato por lo que respecta al camping ningún tipo de inconveniente.Gracias nos hubiese encantado poner una reseña FAVORABLE PERO NO FUE ESTA NUESTRA...

Llegamos al camping aproximadamente a las 14h de la tarde de ayer sábado 2 de abril. Había bastante ambiente en la zona debido a la floración de los cerezos. Nada más llegar nos sentamos en una mesa que estaba vacía en la terraza y vemos que había mesas vacías reservadas, pero creemos que nos atenderán y que podremos comer. Esperamos un poco y vemos que llega más gente, por lo que me levanto a preguntar a la camarera si podremos comer, a lo que me contesta de malas maneras que le va a preguntar a una compañera, le preguntamos a la compañera y que le va preguntar a la otra...unas 10 personas esperando de pie a que nos digan algo mientras que las camareras van como pollos sin cabeza sin atender a la gente que allí espera... Al final nos dirigimos de nuevo a una de ellas y conseguimos que nos digan que no nos dan de comer sin explicación y menos con educación. En ese momento nos fuimos todos los que estábamos esperando mientras habían mesas vacías...Entiendo que hay días que puede haber mucho trabajo y que se puede desbordar, pero no se pueden perder las formas y hay que atender a la gente aunque sea para decirle que no van a poder comer y no tenerles esperando. También decir que antes de ir llamamos para reservar, pero no hubo respuesta; de todos modos nos acercamos igualmente hasta allí al ver las buenas valoraciones, aunque no hacen justicia por el...

Llegamos sobre las 20:00 a cenar y parece que molestáramos, ya que el personal estaba montando las mesas para el servicio y se les veía apurados. Nos dijeron que hasta las 20:40 no habría la cocina, y allí estuvimos un rato largo esperando unas tres parejas (dos de ellas con niños) a que abrieran para poder cenar, horario que en un camping no se entiende, cuando la gente se levanta muy pronto y por lo tanto, come y cena pronto. Les pedimos la cena nada más abrir, y de las tres cosas que les pedimos se le olvidó una, la ensalada de naranja, que además era el entrante. Pues al decirsélo nos piden disculpas y nos traen una naranja aliñada con cebolla y poco más, por 10 euros nada menos, ensalada no es, es naranja, la ensalada es otra cosa. El bacalao con nata muy bueno, pero la cantidad es ridícula, en una cazuela de barro y acompañada de un platito de ensalada. Los niños iban a pedir san jacobos y resulta que no había, así que se pidieron un plato de croquetas que venían con patatas y huevo, creo recordar, pero 6 croquetas muy pequeñas y no especialmente sabrosas. El postre, baba de camello, si nos gustó mucho. En resumen, hay opciones mejores por el pueblo, lo único que vale es el sitio, la calidad-precio no es buena, y el servicio es mejorable. Solo lo recomendaría para un día que quieras estar tranquilo en el camping, pero sin más...