Club Náutico de Panxón — Restaurant in Nigrán

In recent years, this place changed Management several times with no success.

This time, it seems that there is a change for the better. New Management has updated the facility indoor and outdoors. Excellent terrace with great ocean views and pleasant service. The most significant change is in the kitchen, basic but quality products well prepared. We had excellent Pulpo a Feira, Zamburinas, wild Rodaballo al horno and a la plancha, both excellent. Very reasonably priced including wines, and over all good value for money. Hope they can keep it up. Need proper signage and some marketing to let people know they are in...

La ubicacion está bien, logicamente frente al mar. Para aparcar, sobre todo en Verano es muy complicado. El local bien y la atencion está bien tambien, pero asistimos a un concierto de un grupo alli y todo fue un poco caotico... Barras y camareros desbordados por tanta gente, la atencion ese dia de nivel "estoy estresado y no doy a mas", incluso hubo dos "anecdotas" importantes, incluso graciosas, que fueron cuando en medio de la actuacion el cantante pidió unas cervecitas pues hacia calor y estaban secos todos los musicos y la organizacion nunca se las llevó, sino que fue el propio cantante que las buscó en la barra, sin gluten por cierto, que a saber si se le habian terminado las normales... y la otra cosa fue que llegada la hora de finalizar, el DJ que estaba en la instalacion los cortó de raiz cuando el publico pedia mas, hasta el punto de que ni despedirse ante el publico que llenaba el local pudieron .. el DJ puso su musica a todo trapo y ahi te pudras... Por cierto, pinchaba fatal el tio... Y no es por despreciarlo por su gesto, es que pinchaba muy mal Deberian tener mas esmero en el club cuando se organiza un evento asi, tanto para que el publico asistente lo disfrute como para que los que actuan se encuentren...

Para no volver. Un desastre en general. Ibamos con grandes expectativas al saber que lo regentaba el Othilio, pero no tiene nada que ver. Un encargado maleducado y prepotente respondió a nuestra reclamación de que entre el primer plato y el segundo pasó casi una hora, diciéndonos, de malas maneras, que habían sido 32 minutos, respuesta a todas luces inadecuada, además de no cierta. La comida con claros y sombras, buena carne, pero mal cocinado el atún rojo, que no sabía a nada. Las peores gyozas que tomé en mi vida, sólo sabían a sal. Los platos con la cantidad escueta para el precio, que consideramos elevado. El ruido del sitio hacía que nos costara hablar entre nosotros (éramos 4), pues había niños jugando por el medio, corriendo e incluso alguno con una pelota, a quien nadie le llamó la atención, ni los padres, ni los responsables del lugar. Lo peor es que cuando reservamos mesa nadie nos dijo que había dos zonas, taberna y restaurante, con cartas totalmente distintas y lugares distintos. Y cuando se lo indicamos al encargado su respuesta fue que él lo decía doscientas veces al día. En fin, para no volver. Una pena, pues podría ser un maravilloso sitio para...