Parrillada O Rei Martiño — Restaurant in Noia

Había oído hablar mucho y bien de este local (soy del pueblo de al lado), pero nunca nos habíamos decidido a visitarlo. Ayer por fin fue ese día. Estábamos en Noia y llamamos antes de acercarnos para saber si disponían de mesa, puesto que era domingo y puente. Me confirmaron que sí había mesa para 2... a lo que yo añadí como preferencia que fuese en terraza, a ser posible. A lo que me contestaron que en terraza como tal no, pero si en la carpa exterior. Genial, todo estaba saliendo redondo...!! Nos sentaron nada más llegar. Mesas con distancia entre ellas más que suficiente... algo que, por increíble que parezca, cuesta ver aún a día de hoy. Comimos a la carta; de primero pulpo á feira... y de segundo secreto ibérico para mi marido... y solomillo con queso de Arzúa para mi (una delicia con todas sus letras). Platos completos y muy bien elaborados. La presentación de 10. En mi caso siempre dejo sitio para el postre y no pude tomarlo porque no me cogía, literalmente. La atención por parte de los 2 camareros que nos atendieron no pudo ser más amable y correcta. Un 10 también para ellos. El único punto "negativo" fue al entrar al establecimiento para pagar la cuenta. Esperamos justo al traspasar la puerta porque había una sola persona en barra atendiendo a un señor (la zona de la barra en la que se encontraban estaba precintada y reservada para camareros). En cuanto se quedó desocupada no hizo por atendernos, hasta que pasado un tiempo decidí acercarme a esa misma zona, y ahí sí pudimos pagar sin problema. Conclusión: comimos de vicio (no entiendo los comentarios en los que se dice que sirven poca cantidad... porque aunque suene a tópico, somos galegos y con buen saque), los precios acordes con la zona y la cantidad/calidad de los platos, lo hicimos en una zona muy cómoda, la atención fue estupenda y solo tuvimos ese pequeño rato "en el limbo" al intentar pagar. Respetiremos segurísimo... y lo recomendamos sin lugar...

Fuimos porque tenían buena fama pero para nada. El camarero agradable a la vista pero andaba a lo suyo, no estaba pendiente de si queríamos más, si la bebida se había agotado, si estaba todo bien... Nada, había que andar llamándolo. Lo que se nos dijo al reservar no fue lo que pusieron. Dijeron que con 3 de churrasco para 8 estaba bien de sobra, y con 2 de calamares. Estos venían hechos con aceite reutilizado varias veces y los platos (que no bandejas, platos como para una persona) de churrasco traían unos 5-6 huesos cada uno y unas cuantas patatas, todo mezclado. Eso sí, la carne riquísima. Habiendo comido cada uno 2 huesos, esperábamos más, pero no, eso era todo. Así que reclamamos al menos el criollo que habíamos encargado, su respuesta fue que no les constaba y que ya habían apagado todo en cocina. ¿Con una mesa todavía cenando? ¿Qué fue de lo mítico de si han quedado a gusto o quieren algo más? Menos mal que no, cuando vimos los precios 😱. El camarero llamó al cocinero, nos pasaron los 4 criollos que pedimos y los sirvieron. Los postres muy ricos, más cantidad que la comida. Al ver la cuenta, a pesar de tener un listado previo con los precios, nunca deja de sorprender ver 3 de churrasco por un total de 45 euros y saber que comimos 3 huesos cada uno de nosotros. En cualquier otro lado por 10 euros te hartas de carne, por 15 ¿qué menos que esperar lo mismo? Los criollos a 2,5 euros cada uno. 10 eurazos los 4. Lo otro dentro de lo normal hoy en día, creo. Calamares a 16. En fin, que...

Entramos aquí con muchas expectativas, y la verdad es que se fueron todas a tomar por saco. Nos atendió un chaval bastante majo, nos sentamos y pedimos pulpo, solomillo de cerdo al queso, y unos chorizos criollos.

Para empezar, teniendo apenas dos mesas a parte de la nuestra, tardaban un montón en ir a recoger o a traer las bebidas. La comida era normal que tardase mas porque parte era a la parrilla.

El pulpo, estaba bien, sin mas. La carne, que la pedimos al punto, estaba pasada, quitando eso, estaba buena, y los criollos, al haberlos hecho a todo lo que daban las brasas, estaban medio crudos por dentro y tostados por fuera.

Pero bueno, como pasa cada vez mas por ahí, te vas consolando y esperas el postre, a ver si con eso se arregla. Pero que va, no se arregló, todo lo contrario.

Nos dijeron que las tartas eran caseras, y lo siento por las palabras, pero hacia mucho tiempo que no comía semejante porquería. La tarta de queso era como de merengue empalagoso, y la tarta de la abuela, de abuela no tenía nada, y de tarta menos... Los trozos eran generosos, eso si, pero allí quedaron la mitad de ambos. Y cobraron por cada postre 6,50 euros, que se dice pronto.

De hecho, he escrito esta reseña por el coraje que me dio lo de los postres, si no, no la hubiese hecho. Y la cuenta final, 75 euros que nos pareció una burrada, pero no por lo caro, si no por que pagamos esa cantidad por algo que no lo valía.

No volveré, obviamente, y no lo...