La Cabaña del Pescador — Restaurant in Oleiros

Unas buenas vistas a la playa de Santa Cristina, desde el comedor del fondo izquierdo, según se entra, y gracias a una mesa adosada a los generosos ventanales. Explico el 3 del ambiente : estuvimos cómodos, sin echar en falta nada en lo fundamental, pero fue un sábado con poca vida social, que tuvo su reflejo en los restaurantes a la hora de la cena, a eso me refiero. Por cierto, empiezo por lo sencillo ; ahora que muchos restauradores abusan y te cobran cualquier pan blanco como si fuera un artículo de lujo, aquí, afortunadamente, no ejercen el mimetismo, buen pan, tres generosos trozos y precio acorde. Mi decepción vino con la bebida encargada, ya que no disponían de uno o varios cavas a la altura. Pedimos una sangría de cava...con realistas expectativas a la baja ( el listón lo marcaba un supuesto cava riojano y una conocida marca gallega de espumosos para un momento sin pretensiones ) que no defraudó, dada su sabor a refresco de los años 70, coronado por unos trozos de fresa. En ningún momento supe que bebía, y lo malo es que sí conozco en profundidad lo que en el vecino país luso bautizan con el mismo título, eligiendo bien el y regalándotelo con una exhuberante miscelánea frutal, lo que hace de cada trago una celebración organoléptica. Aquí nos conformamos con su sesgo más popularmente turístico, un brebaje a bajo precio e insatisfactorio, del que dejamos más d 1/3, como evidencia final. Mi recomendación : subir el listón y recordar, por autoestima en lo tocante a lo expuesto, que este no es un chiringuito de playa en el festejado ( una entelequia para mí ) Benidorm. Llegó lo principal, que mereció un notable alto bordeando, o sin hacerlo, el sobresaliente, el arroz marinero con bogavante, langostinos y almejas. Grano suelto y cada uno impregnado del sabor del marisco que, profusamente, lo acompañaba, que, por cierto y en el caso del bogavante, ya venía servido cómodamente troceado, estando también los langostinos pelados. Del primer al último bocado un festín, acometido con entusiasmo. No es necesario añadir más, la foto correspondiente que acompaña la reseña es elocuentemente explícita. De postre tomamos una tarta de galleta Lotus, que yo apenas probé, porque no soy de dulce, pero que mi compañera "homenajeó". Nos despedimos del atento servicio y a sortear obstáculos en la escombrera urbanística actual que es este bello rincón del...

Hace dos años que estuve aquí y estuvo bien pero dede esa vez volví varias veces y la experiencia fue desastrosa. Las raciones de comida bajó bastante por no decir penosa (LO QUE TE PONÍAN ANTES DE CARBONADA PARA DOS PERSONAS AORA TE LO PONEN PARA SEIS). Aparte de la comida la atención de los camareros fué mala queriamos pedir y ni siquiera miran para atenderte. Sobre todo hay uno de pelo canoso que parece que esta amargado de la vida ( SI TIENES PROBLEMAS Y LOS MUESTRAS NO TRABAJES DE CARA AL PÚBLICO) es un consejo. No se si volveré.

En la carta pone CARBONADA MIXTA 15€ MIN 2 PERSONAS. Osea que se entiende que una carbonada llega para 2 personas, como eramos 6 pedimos 3 carbonadas . Creo aue no hay mucho que entender para pedir. Pero claro ellos despues dijeron que la CARBONADA DE 15€ es una racion sola , segun ellos teniamos que coger 6 raciones. QUIERO ACLARAR QUE EN LA CARTA PONE CARBONADA MIXTA 15€ MIN 2 PERSONAS NO DICE NADA QUE ES UNA RACIÓN SOLA. De todas formas llevo yendo desde hace muchos años y ya no es lo que era antes .En mi opinión La cabana del pescador perdió bastante en calidad del producto y en la...

Un lugar espectacular para ir a comer y pasa un buen rato:

Lugar: es fácil de llegar. A unos cuantos metros de Santa Cristina, el restaurant cuenta con subida de escalera y rampa para personas con discapacidades móviles.

Atención: la atención excelente. Desde que nos recibieron hasta que nos fuimos la encargada y los camareros hablan con voz baja, lo suficientemente alta para escucharlos pero no te gritan por tener la mascarilla. Siempre atentos de si necesitábamos algo pero sin acosar jajajaj.

Comida: la comida excelente. No hubo nada que no me gustara. Los precios si un tanto “elevados” pero valió la pena cada centavo.

Ambiente: súper agradable, buena música a un buen nivel. Siendo que nos sentamos al lado de la cocina, nada olía feo y todo estaba impecable.

Baño: pequeño pero limpio y con todo lo que necesitas; jabón, desinfectante, papel para secarte en vez de secador de manos por aire.

Recomiendo al...