Cafetería Sierra III — Restaurant in Parla

This regular tapas bar in Parla exceeds all expectations, time and again. Although it may be modest in decor, the warmth and recognition of all customers by the staff, is exemplary. Also, The service is always efficient. As for the food, it is exceptionally delicious, (the fluffiest tortillas in Madrid for breakfast, with excellent coffee) with generous portions, as are the drinks - I cannot recommend this establishment highly enough -...

Nos hemos sentido ignoradas. En el momento que pedimos carta de raciones y nos miraron mal. Luego,tardaron más de media hora en servir la comida cuando a la mesa de al lado que llegó mucho más tarde que nosotras,ya les habían servido hacía un rato,cuando acabamos de comer,tardaron unos 20 minutos en darse cuenta,el camarero nos preguntó si habíamos terminado y sin darnos tiempo a responder,se fue a otra mesa dejándonos con la palabra en la boca,cuando volvió a recoger los platos,se fue sin preguntar si queríamos postre o cafés (como sí hacía en las otras mesas y es lo habitual hacer...) pasaron otros 20 minutos hasta que nos trajo la cuenta y porque nos levantamos a pedirsela sino,no vienen a atendernos... muy mala experiencia siendo nuestra primera visita y que va a ser la última. Se notaba que a los demás clientes les conocía por el trato pero es que también hay que tratar bien a los clientes que es la primera vez que van a tu local para que así,puedan volver pero tratando...

No quería publicar esto, porque he sido un local desde hace 8 años, pero no puedo aguantarlo más. Solía sentirme muy cómoda cuando estaban trabajadores como Manolo, pero desde que se retiró el ambiente cambió, especialmente el trato. Hoy será la última vez que vaya a ir ahí, no pienso aguantar la falta de respeto por una trabajadora rubia y su actitud tan infantil. Mi madre y yo teníamos prisa porque nos esperaban unos amigos, por eso cuando la mujer confundió nuestro pedido, mi madre quería decirle que teníamos prisa por lo que no tenía que cambiar, pero ella lo tomó a mal y no paró de actuar como una niña pequeña, desde murmurar a otro cliente: "La prisa y el hambre no es lo mismo" a intentar vacilarle a mi madre. Es verdad que la comida no está mal y que hay mejores personas ahí, pero no es la primera vez que me siento tan mal por actitudes como esta, así que solo quería...