Restaurante Convento San Francisco — Restaurant in Pastrana

Please save you and your loved ones a bad time and avoid this place at all cost. The food is actually good so that's not the problem but the owner of the restaurant is. He thinks that he is above anyone and treat his customers like garbage. I am from NYC and I am used to rude and crazy people there but this person wins the first price by far. While visiting my family in Madrid we decided to visit this restaurant in Pastrana. When we started ordering the food the owner behaved very rude and arrogant. First, we asked for a kids menu and he said that in 45 years he never served a kids menu at his restaurant!. Second, we asked tap water and he denied it. He said in an extremely rude manner that if we did not have money to pay for bottled water we should leave his restaurant and that he owns all restaurants in Pastrana so we would have problem finding food in that town. My cousin explained him in a very calm and civilized manner that by law in Spain if requested by a paying customer the restaurants must provided tap water. But the owner still denied the water. Since this was my cousin's wedding anniversary and we were 10 people including 3 little kids, we decided to stay and order food despite the rude attitude of the restaurant owner. On hindsight this was a mistake and we should have left. Instead, we skipped the water and ordered food. After finishing our meal and paying +340 EUR, we requested a form to write a formal complaint about the attitude of the owner. This is a common practice in Spain. By law in Spain the customers can submit a formal complain in an event like this. Well... the owner started to scream at us asking us to leave the restaurant and "his" town. He pushed my cousin's wife who almost fall down the stairs..., my little son had to witness such an aggressive behavior and left the place crying. This guy totally ruined my family weekend. I recommend everyone to avoid this place. We took photos and videos of the situation which can be provided...

Lamentable Es la primera vez en mi vida que me levanto de una mesa y me voy. Y no ha sido debido a la comida porque no llegamos a probarla, salvo un aperitivo de chistorra que nos trajeron y quizá si la comida estaba elaborada como la chistorra, mejor no haberla probado. La chistorra estaba cocida en aceite, sobre ese tema no hay que añadir mucho más. Lo realmente grave es la actitud del que se supone es el dueño. Un señor por llamarlo de alguna manera de 61 años y dueño de 4 restaurantes según él. Uno de ellos es restaurante César y parece que es propietario también del hostal Los Telares en la misma localidad. La cosa es que nos trajo las cartas y le pedimos también la de vinos. Se acercó dos veces a ver si ya lo teníamos pero como seguíamos mirando la carta, se fue medio refunfuñando. Cuando ya lo teníamos, esto pudo ser unos 5 minutos, le avisamos y le hice una pregunta sobre los vinos. Concretamente si los Rioja que tenía eran crianza ya que en la carta no lo veía y por el precio entendía que debían serlo. Su respuesta en un tono muy desagradable y grosero fue "pues hay lo pone. Es que no llevo las gafas" Se dio media vuelta y se fue a por ellas y volvió visiblemente cabreado "lo ve? ahí lo pone, a ver si voy a estar equivocado después de tantos años" me escupió. Y era verdad, ahí lo ponía pero yo no lo había visto y por eso le pregunté. Creo que la cosa no era por mi parte nada fuera de lo normal, pero viendo su lamentable y grosera actitud hacía nosotros, le dije que parecía que tenia mucho trabajo y que quizá los nervios y el estrés le estaban sobrepasando para realizar su trabajo en condiciones. Eso no le sentó bien. Ahí ya perdió los papeles y empezó a decir que si es que yo tal o cual, se puso a dar voces en medio del comedor y evidentemente nos levantamos y dije vámonos de aquí. Empezó a decir que le había insultado, lo cual evidentemente es falso y terminó llamándome chulo. Y nada, le dije que le pondría una reseña constructiva y en tono amenazante me contestó que él mismo se encargaría de contestarla. Pues nada señor, espero su respuesta y sé que hará gala de su exquisita educación tan habitual en usted. Leyendo comentarios de otros clientes, veo que hay muchas quejas sobre este tipo. Evidentemente creo que no está mentalmente bien porque no es normal. Aconsejo evitar a este energúmeno cuando se visite Pastrana, un pueblo que...

Hacía algunos años que no volvía por el Convento pero como otras tantas veces no me decepcionó, sigue siendo un referente para mí en Pastrana. Relación calidad- precio adecuada para los tiempos que corren y la comarca en cuestión. Eso sí, puede haber comensales que les parezcan excesivos los precios, al no ser una comida de complicada elaboración e ingredientes elementales. Los platos todos bien presentados, cocina tradicional y generosa, más que suficiente añadiría.

Ambiente agradable en el restaurado Refectorio de los monjes para una sobremesa tranquila, sin prisas, rememorando su viejo uso. Edificio de grandes proporciones donde destaca la amplitud, limpieza y organización en todos sus ámbitos.

Servicio de trato amable y atento, te aconsejan sin ser pesados, mención especial a Tania que nos atendió estupendamente y de manera particular.

La espera con las bebidas y una chistorra a la cazuela de aperitivo muy suave. Optamos por unas Migas típicas de la zona, muy conseguidas y nada grasosas. De segundos, una ración de ocho chuletitas de lechal, indicó la cantidad porque estoy acostumbrado a raciones más exíguas, acompañadas de patatas caseras. Y un exquisito Entrecot de vaca hecho a tú gusto, especial para los que nos gusta la carne, con guarnición de champiñones, un pimiento e igualmente patatas. Si no quieres que se enfríe te ofrecen el platillo caliente. Los postres caseros todos, tenían una presencia destacada, elegimos el bizcocho con piñones buenísimo y nada seco para acompañar los cafés, te ofrecen para terminar unos chupitos de licores variados.

Lugar muy recomendable, aciertas seguro si vas a Pastrana en mí opinión. Lleva ya muchos años funcionando y sigue como siempre, se nota el cuidado y atención en el lugar.

Nota: si se siente alucinado, sorprendido, asombrado o en desacuerdo con las experiencias vividas por mí en el lugar, le agradecería mucho que publique su propia reseña, si no lo ha hecho ya, y deje de fiscalizarme aprovechando el...