Comida en familia,éramos siete, así que reservamos con antelación. Tienen 2 menús: el menú Valentina (nombre de su hija) y el menú Ausiàs. Hemos elegido el segundo, es un poco más largo. El local es pequeño, unos 20 comensales en total. Está montado con mucho gusto: la chimenea, los cuadros de Antonio Miro, de Michavila, de Genovés… Muy agradable. Las mesas son amplias, con manteles blancos y planchados. Los camareros utilizan bandejas en las que se apoyan para servir y quitar los platos. Cosa que hacen todos a la vez. Sin ruido de platos. En la vajilla, cristalería y cubertería que acompaña cada plato (y que van cambiando sin apilar) han cuidado hasta el más mínimo detalle. Hemos disfrutado de un servicio de camareros 10. Con cariño han presentado cada plato, pendientes de la bebida, del ritmo de los platos… sin agobiarnos, pero atentos y amables. El menú empieza con un vasito de caldo de pimientos y 3 aperitivos: una oblea con mus de salazones; un pepito con bufa, que es un embutido de la zona y una tartaleta de hígado de conejo. El pan, de masa madre, lo hacen ellos también. Espectacular. La harina es de la zona, de Jesús Pobre. Y para acompañarlo, aceite que hace el padre de Ausiàs, del pueblo de Barx. El primer plato es una ensalada de tomate, curado en sal y con espuma de vainilla. Son los últimos tomates de la temporada. Seguimos con un escabeche de caballa, uno de los platos que más nos ha gustado. El sabor del vinagre, las texturas, el toque del jengibre y el dulce del boniato. Después sepia con crema de coliflor. Puede que la lima rallada por encima o el sabor de la mantequilla, sean un poco fuertes. A continuación un plato de gamba roja de Gandía y berenjena, otro de los que más éxito han tenido en la mesa. Para refrescar un sorbete de pimiento en salmorra, que nos ha transportado a la niñez, cuando se hacía la salmorra en casa; salmorra de pimientos y tomates verdes. Nos limpia la boca para el siguiente plato que estaba espectacular: salmonete sobre una crema de manjar blanco. Otro plato genial que ha tenido mucho éxito en la mesa Y por último jarrete de cordero que lo cocinan entero. La parte de fuera queda crujiente y la de dentro muy jugosa. La salsa estupenda, una reducción que hemos mojado pan y todo. Lo acompañaban unas “espinacas de verano” ( no sabía que existía esta variedad) y apio bola confitado. El postre, hemos disfrutado muchísimo. Primero nos han servido un sorbete de sandía y vino tinto muy original con crujiente muy fino encima. Después otro postre, de chocolate de Madagascar y trigo sarraceno. Yo hubiera repetido! El café, fuerte, aromático y caliente. Acompañado de un panquemado que hacen ellos mismos con limón confitado. Textura muy muy esponjosa y sabor y aroma de 10. Ha sido una experiencia fantástica. Ausiàs sale varias veces a hablar con los clientes y enseguida surgen temas de conversación como la decoración del restaurante, el pueblo de Barx o el restaurante Fuentelgato, donde tenemos que hacer parada en...
Read moreA small restaurant in a typical Spanish town a little inland from the more touristy areas. That said, there is nothing typical about this restaurant. The young chef clearly has major aspirations, so this is the time to catch his phenomenal cuisine while you can still afford it or, even if you can like Bill Gates, get turned away from the door without a reservation...it happens! We had the Valentina tasting menu, which at 62 euros a head is absurdly cheap. Every mouthful was a surprise (in a good way) and every dish was executed to the highest possible level. The service was attentive, professional while also being genuinely friendly and welcoming. The wine list was realistic, with some bottles less than 30 euros and the general ambience was relaxed and cool. This was undoubtedly one of the top 5 meals I've eaten in my rather long and often pleasurable life of consuming good food: congratulations to...
Read moreA delight for the senses . Local ingredients in the hands of a truly expert young chef, resulting in a meal worthy of any high end international restaurant. The ambience is unpretentious and relaxed and the service professional and friendly. The well selected bodega is more interesting than most and all food dishes were superb (some of which could only have been created with a touch of alchemy). The lamb is the best we have ever had! The rest you must discover for yourselves..
Welcome to the Costa Blanca Ausias, (please never leave).
(Note - Parking is not easy as the restaurant is in a lovely old house in the old town, so best park by the town hall or in the lower town and walk up....
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