Genial es poco, para describir hasta restaurante, ubicado en la plaza Mayor de Pedrezuela.
Estuvimos en un día de diario en plena semana Santa y aunque reservamos, estuvimos más que tranquilos, ya que no había demasiada gente.
Para empezar y destacar, es la amabilidad del dueño, a la par de cocinero (o lo que haga falta). Un trato cercano, sumamente amable y del que por desgracia, cada día carecen más en el sector.
El servicio fluyo con rapidez, no obstante no era un día como para valorar, ya que no había mucha gente.
El sitio, está decorado de forma rústico-tradicional y dispone de varios salones (tras una lona vi otro comedor) e imagino que de terraza cuando have buen tiempo. El aseo estando limpio, si es cierto que está algo anticuado.
A quien le guste el vino, no encontrará problema en beber alguno que le guste, su "problema" estará en elegir cuál, ya que la variedad es más que extensa. Pedir consejo, en este caso no está de más, ya que no se limitan a venderlo, sino que saben lo que venden.
La carta de comidas, es sostificada a la par que tradicional. De hecho, marca la diferencia en ese sentido respecto a cualquier otro restaurante de la zona. Puedes comer desde un cabrito, hasta comida vegana, pasando por una variedad de croquetas impresionante, espadas de carne... Los postres, también son de quitar el sentido y llaman mucho nada más leerlos.
En nuestro caso comimos:
Aperitivo de la casa: aceite de oliva virgen extra, con una línea de vinagre balsámico creo que era. Para mojar en pan (una maravilla el pan por cierto) y de hecho creo se llamaba así.. Aceite, pan y moja o algo así.
Orella a la feira: Oreja Cocida bañada con aceite de oliva y pimentón. Ración más que generosa y riquísima.
Sashimi iberico: Torreznos de Soria hechos 24h a baja temperatura. Excelente presentación, una materia prima buenisima y altamente recomendables.
Cabrito asado bajo encargo (riquísimo y sabroso). En el caso de este, puedes incluso encargarlo, para que te lo lleven a casa. Envasado al vacío y con unos pequeños pasos, puedes desgustarlo sin moverte del hogar.
De postre: crema de Pedrezuela (generosa en cantidad y para relamerse) tarta de queso (en caliente y de las mejores que he probado).
Los precios por otro, a mi parecer bastante bien. Creo se adapta sin problema a cualquier tipo de bolsillo.
Vivo cerca, desde hace quince años y no se como se pudo escapar este fenomenal sitio
Cuando pueda volveré, para poder seguir probando esa carta de comidas, tan apetecible.
Mis...
Read moreEl Mesón del Asado, también conocido como “Antigua Casa Heliodoro”, es un restaurante ubicado en Pedrezuela, Madrid, con una trayectoria que se remonta a 1962. Fundado por Juana y Heliodoro, el establecimiento nació de la tradición de asar cabrito en el horno de su panadería, convirtiéndose con el tiempo en un referente de la cocina castellana en la región. 
Especialidades: El restaurante es reconocido por su cabrito asado, elaborado siguiendo recetas tradicionales que han perdurado a lo largo de los años. Además del cabrito, la carta incluye otras carnes a la brasa y platos innovadores como la espada imperial y el sashimi ibérico, ofreciendo una fusión entre tradición y modernidad. 
Ambiente y Servicio: El Mesón del Asado mantiene un ambiente rústico y acogedor, reflejando la esencia de los mesones castellanos. El servicio es destacado por su profesionalidad y atención al detalle, lo que contribuye a una experiencia gastronómica satisfactoria para los comensales. 
Opiniones de Clientes: Los clientes valoran positivamente la calidad de los platos y la autenticidad del lugar. En plataformas como Tripadvisor, el restaurante cuenta con una puntuación de 4.5 sobre 5, basada en 135 opiniones, destacando especialmente el cabrito asado y el servicio atento. 
Ubicación y Contacto: • Dirección: Plaza de la Constitución, 3, 28723 Pedrezuela, Madrid, España. • Teléfono: +34 918 43 30 28. • Sitio web: www.elmesondelasado.es.
Para quienes buscan disfrutar de la auténtica cocina castellana en un entorno tradicional, El Mesón del Asado se presenta como una opción altamente recomendable en la...
Read moreComimos croquetas (de gambas y de rabo de toro), realmente buenas. Luego también un asado de cabrito (medio cabrito), que no me gustó por la forma de hacerse (me sabía más a vino o a especias que a asado, pero eso irá por gustos) y una ensalada (lechuga, tomate y cebolla, la básica). Me quedé con ganas de probar la sopa castellana que tenía buena pinta.
Me pareció caro el asado de cabrito en comparación con un asado de cordero en otros pueblos mucho más famosos de la zona. Además el tamaño era bastante pequeñito.
La atención de la mesera de lujo, muy simpática y atenta. Por otro lado, el cocinero desde la llamada para la reserva le noté muy a la defensiva-agresiva con frases como “estas cosas ya me las conozco” o “ya sé cómo va esto”. Supongo que habrá vivido malas experiencias, pero es lo que tiene trabajar de cara al público, no por ello se debe tener una actitud así desde la llamada. Tuvimos un pequeño rifirrafe con el cabrito porque estamos acostumbrados en todos los locales que nos lo traigan sin trinchar y, en mesa, nos pregunten si lo trinchan en cocina o no. En este caso lo trajeron trinchado sin preguntar, cosa que nos chocó porque, por ejemplo la ensalada que pedimos también nos avisaron que venía aliñada de cocina y nos preguntaron cómo la queríamos, pero con el cabrito no.
Por último, hacía bastante frío. Cuando el restaurante se llenó de comensales la temperatura se reguló (claro), pero hasta entonces sí que eché de menos más...
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