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La Cueva de Los Majuelos es un lugar que, lamentablemente, no logró conquistar mi paladar ni mi corazón. Desde el momento en que entramos, la experiencia no fue del todo positiva. Habíamos solicitado tomar un aperitivo en la terraza, pero nos dijeron que no era posible. Sin embargo, al salir, nos encontramos con la sorpresa de que otros comensales estaban disfrutando de un aperitivo en ese mismo lugar. Esta falta de coherencia en la atención al cliente fue desconcertante y no dejó una buena primera impresión. La carta de platos tampoco logró entusiasmarnos. Los primeros platos, que consistían principalmente en ensaladas, carecían de esa "chispa" de creatividad que uno espera en un restaurante. La falta de originalidad y la incapacidad de sorprender al paladar fueron decepcionantes. En un mundo culinario tan diverso, uno busca experiencias que despierten los sentidos y generen un recuerdo duradero, y desafortunadamente, esto no se logró aquí. Pasando a los platos principales, la hamburguesa con un pan completamente negro sonaba intrigante, pero la explicación de que el color negro se debía solo a un colorante, sin especificar si era alimenticio o no, fue un punto de preocupación. Los comensales tienen derecho a saber exactamente lo que están consumiendo, especialmente cuando se trata de ingredientes inusuales. La falta de transparencia en este aspecto es una oportunidad perdida para generar confianza en los clientes. El bacalao al horno, por otro lado, fue una gran decepción. Según mi descripción, se asemejaba más a un bacalao cocido sin sabor, lo que es inaceptable en un restaurante que se supone ofrece platos cocinados con esmero y sabor. El bacalao es un pescado con un potencial de sabor increíble, y desaprovecharlo de esta manera es una verdadera lástima. Una característica positiva que destacaría es la cueva en sí. El hecho de que sea natural y que el suelo esté hecho de cemento con surcos para almacenar diversos restos es interesante desde una perspectiva arquitectónica. Sin embargo, es importante recordar que la calidad de la comida y la experiencia general del cliente son factores cruciales en la evaluación de un restaurante. En resumen, La Cueva de Los Majuelos deja mucho que desear en términos de creatividad culinaria, calidad de los platos y atención al cliente. Esperaba una experiencia gastronómica emocionante y memorable, pero desafortunadamente, esta visita no cumplió con esas expectativas. Fuentes: Experiencia personal del usuario en el restaurante La Cueva de Los Majuelos el 01 de...
Read moreExperiencia un tanto agridulce. Como puntos a favor: El interior de la cueva es espectacular. Los platos salieron rápido. La comida estaba buena (si bien es cierto que para lo que pedimos que fueron unos huevos rotos, croquetas y secreto tampoco se puede pifiar demasiado).
Como puntos en contra: La recepción fue un tanto fría (como el interior de la cueva, abrígate si vas). En ningún momento nos dijeron si había algo fuera de carta, ninguna recomendación, de las 3 cosas que pedimos al principio no tenían ninguna (lo normal es en el recibimiento decir que tienen que no tienen que recomiendan etc). El camarero que nos atendió o estaba enfadado con el mundo, o no le gusta su profesión, o una mezcla de ambas porque no podía ser mas apático. A cada plato que nos traía lo dejaba encima de la mesa y ningún "que aproveche" "buen provecho" etc, que tampoco lo pido, pero es que a cada cosa que nos traía nosotros era un "muchas gracias" o "tiene buena pinta" y él ni un atisbo de decir ni reaccionar a nada (para mi es falta de motivación y también de educación). La tarta de queso que nos pusieron, fue un trozo bastante mas fino del que sale en las fotos (que ya de por si es pequeño) y mas que a queso sabía a turrón-caramelo. Dejaban los platos vacíos encima de la mesa y empezaba a faltar sitio para los nuevos. No retiraban ninguno a pesar de ir dejándolos en la esquina de la mesa. Eso si, cuando vinieron a retirarlos, en lugar de hacerlo por un lado de alguna silla, lo hicieron justo frente la silla que tenía el abrigo ensuciando el gorro.
Sinceramente...
Read moreMuy decepcionado Es mi tercera vez comiendo aquí y tengo claro que va a ser la última. El lugar muy bonito la verdad, la comida simple,nada impresionante desde luego y los postres dejan muchísimo que desear. Solicitamos algunos platos que indicaban en la carta y la camarera nos dijo que no tenían un domingo a las 2 de la tarde. Con excusa de que habian servido una boda y no tenian. Trabajo en hosteleria y no se juntan servicios privados con servicios habituales de comida, a otro lo engañarían supongo. Nos ponen la primera ronda de bebida y al solicitarle la segunda, nos dicen que no tienen. La camarera torpe con las comandas, varias veces se confundieron y para colmo derramó la botella de vino sobre mí, dejandome la ropa hecha un cristo. Un error lo tiene cualquiera, pero ni siquiera se dignó a pedir perdon, darme una servilleta, cambiarme el mantel, algo. Se limitó a no hacer nada y dejar de venir a nuestra mesa. Trato detestable, hablamos de un lugar con cierto caché y los camareros deben ser profesionales. Tuve que ser yo después de media hora llamar la atención de otra camarera para que al menos me trajeran servilletas para limpiar el estropicio que provocó ella. Pedimos un quitamanchas que nunca llegó Otra cosa es que poco caso nos hacían por no decir ninguno, teniendo que llamar muchas veces para que vinieran a rellenarnos las bebidas y tal Ninguna compensación, cosa que no esperaba desde luego, solo que al menos el dueño sepa a quién tiene trabajando, por mi parte han perdido un cliente y deberían...
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