Un sitio de restauración precioso, muy pintoresco, en lo que fue una vieja estación de ferrocarril (de varias a lo largo de todo el camino, qué gran idea!) del Camino de la Plata, en la antigua ruta de Plasencia-Gijon. Toda la decoración está ambientada en eso, una vieja estación, con sus maletas, baúles, pequeñas bicicletas, indicaciones y cartelones. Solo nos hemos tomado unas bebidas frescas haciendo parada en una ruta que estábamos haciendo en bici, y muy bien de precio, nada exagerado (8€ por 4 refrescos). Sin aperitivo, eso sí. Y sin servicio en la terraza, solo lo tienen en el salón interior. Los precios que hemos visto en carta no eran demasiado elevados, y por lo que nos han dicho en el pueblo, hay que coger reserva para las tardes-noches. La verdad es que por la temperatura tan suave de la zona tiene que ser agradable la terraza. Aunque a parte de esa gran terraza con sombrillas, en la parte interior hay un apartado que simula un antiguo vagón (bien pensado, puede que lo sea) que hace las veces de vagón-comedor. Muy bonito.
El camarero un poco seco, pero bueno, un servicio correcto y educado que es lo que se pide. Así que bien también.
Y respecto a la accesibilidad, pues es accesible en el sentido de que hay rampas en el exterior pero la entrada al local propiamente, por ejemplo para cenar en el vagón comedor, tiene un pequeño acceso con un escaloncito. Los baños no los hemos visitado esta vez.
Bueno, y mención a parte, un pequeño parque de madera que hay justo enfrente de la terraza atravesado por la vía ciclista con un barco pirata, varias casitas de estilo tipi hechas con ramitas, un puente de madera y un auténtico troncomóvil. Las niñas han pasado un ratillo agradable mientras nosotros estábamos tranquilos viéndolas jugar y tomando lo nuestro. También tiene un pequeño campo de fútbol, muy básico. Y un tren en miniatura de madera. Muy chulo. Todo esto me parece un plus para la cafetería, que me parece parada obligada en el paseo o si estás en...
Read moreUna pena...ibamos mi mujer, mi hijo y yo con muchas ganas de comer en este sitio visto las reseñas q hay.al llegar vimos q estaban casi todas las mesas vacias.no eran ni las 14h.entramos y le preguntamos al camarero si hay alguna mesa libre para comer.el camarero con cara de "no bienvenidos"decia q ahora le iban a venir todas las reservas y q iba a estar muy liado, q iba a tardar mucho la cosa para darnos de comer.le insisto en si hay o no mesa para comer, aunq sea fuera en la terraza.volvio a decirme mas o menos lo mismo añadiendo q si keremos bocatas o algo rapido, pero q iba a tardar mucho la cosa igualmente...evidentemente nos fuimos espantados x el camarero q se le veia con pocas ganas de currar ese dia.con gente asi no se va ni se vuelve a pisar un local.no se para que quieren 50 mesas en un local si solo kieren atender a cuatro como mucho.al final nos volvimos a Bejar y nos encontramos muchos locales que cerraban a las 15h...impresionante, luego vienen los progres y dicen q hay q salvar el rural, venga va!acabamos en un kebab de Bejar pasadas las 15h, atencion al momento, sin malas caras...gente currante de verdad, pa que luego digan q te vienen a robar el pan. Ellos saben bien lo q vale un...
Read moreHorrible
Vine con mi madre y mi novia y fallaron en todo lo posible. Para empezar, pedimos dos raciones a modo de entrante y nos trajeron el jamón “ibérico” e inmediatamente después mi hamburguesa y el solomillo de mi chica. Bastante más tarde nos trajeron el otro entrante, unos calamares más que mediocres. El punto de los medallones de solomillo debía ser al punto y vinieron variados, como debe ser. Algunos totalmente crudos, otros al punto y otros pasadísimos. Mi hamburguesa debía ser sin lechuga y sin tomate y, vaya, tomatito y lechuga sin quitar. Cuando le pido al amable camarero que me la cambie por otra lo hace de mala gana y a los pocos minutos me trae una hamburguesa asegurándome que es una nueva. Si queréis que os mientan a la cara, no dudéis en visitar este restaurante. Era la misma hamburguesa porque ni quitar ingredientes se les dio bien, aún tenía algún trozo de lechuga y de tomate. Para rematar la faena, cuando mi novia y yo terminamos nuestro plato llegó el de mi madre que, claramente; se les había olvidado. Un delicioso plato de sal con un poco de bacalao. Si a todo esto le sumas el trato bastante dejado del camarero, ya tienes la experiencia...
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