EL HOLLEJO — Restaurant in Pulgar

El restaurante está en una calle estrecha donde no hay aparcamiento, pero es fácil aparcar por las calles aledañas. El restaurante es pequeño pero muy acogedor por lo que siempre debes ir mejor con reserva. En el bar, mientras preparaban nuestra mesa, pedimos unas bebidas y nos pusieron un aperitivo muy bueno, original y con cantidad. Fuimos a cenar para san Valentín por lo que el restaurante estaba decorado. Al llegar a la mesa nos trajeron la carta de uso único y la cual te puedes llevar ( es muy original). Nos trajeron un cojín en forma de corazón con una especie de tostada fina y bombones de foi de pato. Los camareros son muy atentos y te ayudarán a no pasarte de cantidad. Pedimos la bañera de boletus que está increíble, el pulpo al gratén con alioli que está también increíble y para terminar, los canelones de venado. Este último plato te le terminan de preparar en la mesa y es.... no puedo describirlo. La presentación de los platos es super original y además a cada plato que te traen, te cambian los cubiertos y el plato, sí, tu plato también te le cambian y siempre va en consonancia con el plato central que hayas pedido. Muy original todo!!! Debo decir que me llamó la atención gratamente que todos los camareros llevan guantes. Para terminar nos trajeron un plato también cortesía de la casa con fresas y helado, un contrato del amor con pipetas rellenas de bebidas y chuches de corazones. La verdad que no podíamos con el postre pero como no podíamos irnos sin probar su famosa tarta jungly, la pedimos para llevar. Era super grande y...buníiiiiiiisima!! recomiendo muchísimo este...

Excepcional. Fuimos cuatro comensales y nos costó elegir entre tal amplia variedad de platos. Finalmente nos decantamos por el crujiente de oreja de cochinillo con puré de patatas chips, gyozas de venao y panipuris rellenos de salmorejo de mango y kimchi (primera foto en la que no solo la presentación ya nos pareció sorprendente sino que los sabores eran exquisitos); canelones de venao, boletus, trufa, foie y virutas de queso manchego (segunda foto: otra presentación impecable en la que a pesar de que la carta indica que incluye 3 canelones, al ser cuatro comensales nos ofrecieron la posibilidad de que fuesen cuatro. Además nos rayaron la trufa y el queso manchego en la mesa) ;el volcán de mi-cuit de pato con corazón de salmón marinado (tercera foto; que acompañaban con un recipiente de panecillos como se muestra en la sexta foto); pluma ibérica con timbal de patatas panaderas, huevo para romper y salmón (cuarta foto: carne en su punto, jugosa y sabor increíble); de postre elegimos la cheescake manchega (quinta foto y segundo vídeo: sabor increíble y textura perfecta acompañado por una bola de helado de frutos del bosque. Incluyo también una foto del aperitivo que nos sirvieron al pedir las bebidas y del café. Cabe añadir que el servicio fue muy atento y profesional en todo momento, lo que hizo que la experiencia fuese de lo más agradable. Lo único que no nos gustó fue que el pan de semillas que escogimos (pues te permiten escoger bollo de pan o rebanada gruesa se pan de semillas) estaba un poco duro. En conclusión, salimos muy satisfechos y lo...

¡Decepcionante!

Habremos ido a éste lugar, decenas de veces. Hemos comido, cenado, hemos tapeado o simplemente hemos ido a tomar una buena botella de cava.

Anteriormente, porque vivíamos en Toledo. Y actualmente, porque, cuando volvemos, siempre ha sido visita obligada. Y lo escribo en pasado, porque este lugar ha pasado a la historia en cuanto a visitarlo por nuestra parte.

Hoy y como siempre, hemos vuelto... Y esta vez no ha sido como siempre. No estaban lxs camarerxs de siempre (anteriormente encantadores). Esta vez eran nuevos lxs camarerxs, y al pedir una simple copa de vino, se han negado a ponerla. Según ellos la barra estaba cerrada con el local abierto.

Supuestamente porque no tienen servicio de taberna. Solo se atiende y se les puede poner una copa de vino a los comensales que van a comer. Aún estando las mesas de la calle vacías y el restaurante casi de igual forma.

Hemos recomendado este lugar, vuestro lugar, una y mil veces por cada ciudad que hemos pasado, como referencia en cuanto a restauración y servicio.

Efectivamente, vuestra política de empresa, vuestras normas... Pero las mías, las nuestras, son las de no volver donde tienen esas formas de tratar a unos clientes que, repito, han pasado por ese local cientos de veces.

Hoy, la última...