Mi pareja estuvo en El Granero hace un mes y se quedó maravillado. En mi primera vez en Castilla La Mancha él tenía claro que quería llevarme a este restaurante y ha sido todo un acierto, es un sitio de los que dejan huella.
El trato de Adán ha sido impresionante, explicar cada plato y cada referencia de vino con detalle y humor es todo un arte y él lo domina a la perfección. No me extraña la cantidad de premios y menciones que tienen expuestas en las paredes porque tanto el restaurante como él se las merecen.
En cuanto a la comida, que no vamos a negar que es una parte tremendamente importante... Los aperitivos sorprenden, tanto a la vista como al paladar. Son una delicia, podría comer ya solo con eso. De entrantes escogimos los huevos trufados fritos con setas, jamón, patatas paja y foie gras con PX y el pulpo en tempura con salsa romesco y pimentón de la Vera. Somos gallegos y Adán me recomendó elegir el pulpo en lugar de las verduras en tempura porque seguro que así no lo habíamos probado nunca y acertó. ¡Menudo espectáculo! El crujiente de la tempura con el sabor del pulpo, el pimentón y la salsa romesco... Para quitarse el sombrero. Nada que envidiar el pulpo del norte, y lo digo con conocimiento y orgullo. De primeros platos escogimos la paletilla de cordero manchego lechal asada y el lomo de ciervo en ligero adobo con pera al vino tinto. Las carnes perfectas, en el punto justo de cocción, tan jugosas que se deshacen la boca y con sabores muy bien equilibrados. De postre tenía que probar su tiramisú, una presentación que te marca de por vida y una cremosidad que te incita a querer siempre un poco más.
En cuanto a los vinos, reconozco que no soy aficionada y aún así me sorprendió para bien la referencia de Moscatel que me recomendó Adán. ¡Hasta probé casi todas las referencias que fue sirviéndole a mi pareja! Lo dicho, un sumiller no de 10, ¡de 20!
Entiendo que muchos puedan valorar si entrar o no a un restaurante por su precio pero os aseguro que, en casos así, la experiencia que obtienes tiene un valor incalculable. Salimos de allí contentos y llenos a más no poder, sabiendo que lo recomendaremos a todo el que podamos y que nosotros mismos repetiremos...
Read moreGranero is the kind of place you leave the motorway for — and feel clever for doing so. Even with the main restaurant closed, the menu felt confident and tight. Cuttlefish on avocado mousse lands bright and silky, a clean line of sea over green. Porcini croquettes arrive hot and crisp, all woodland depth inside. Then the pistachio cheesecake — outrageous in the best way: light, fragrant, properly nutty, the slice you finish even after you promised not to. The terrace has fine-mist sprayers that take the heat down a notch; inside, the air-con is set to human, not penguin. Service keeps pace without hovering, and the pricing feels fair for the quality. If you’re anywhere near,...
Read moreI had an absolutely wonderful experience at Granero Restaurante. The food was outstanding—every dish tasted incredibly fresh and perfectly balanced. The service was just as impressive; the staff went out of their way to make me feel welcome and comfortable. I also loved their wine options, which offered a great range of options to pair with each course. If you’re looking for a place that combines top-notch cuisine, friendly service, and a warm atmosphere, this is it. One extra thing I noticed: they pay attention to small details, like the gorgeous table settings and thoughtful recommendations from the staff, which made my visit feel...
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