Nos apetecía un reencuentro de amigos/as ya que hacía tiempo que no nos veíamos y por su gran fama decidimos almorzar en el gran Bar L’institud de Ribaroja del Turia. Dos días antes hice la reserva de la mesa, exactamente a las 11.30 ya que éramos 13 personas, 8 adultos y 5 niños y entendía que al ser tantas personas tendría que organizarse el responsable del local. Día 6 de septiembre llega el esperado día y quedamos las 13 personas en la puerta del local para poder entrar juntos, una vez reunidos todos, entramos en el bar, exactamente a las 11.20 horas de la mañana, nos sientan y sobre las 11.30 nos empiezan a tomar la comanda de las bebidas las cuales eran refrescos, cervezas y vino con casera, 10 minutos después ( 11.40 h) se acerca el encargado a tomarnos nota de las TAPAS y BOCADILLOS, ya que no es el mismo que nos tomó nota de las bebidas, transcurridos 15 minutos ( 11.55 h) nos sirven las tapas las cuales eran: 2 platos de morro con aspecto ennegrecido de lo refrito que estaba y sabor a aceite rancio, 3 platos de bravas, patatas congeladas y salsa industrial, nada destacable y ni muchísimo menos como decía el chico que nos tomó la comanda, ¡¡sorprendentes!! y dos platos de boquerones, que te los podías comer con la vista porque si es por el paladar en el momento que te lo metías en la boca te caía la lágrima del vinagre que tenían. 45 minutos después (12.40 h) y debido a la larga espera para servir los bocadillos, los niños pequeños estaban desquiciados y como cosa normal por la tardanza, me levanto y presento una queja verbal al supuesto encargado “ sin nombre” y digo sin nombre porque no quería decírmelo. Hablando con el “sin nombre” de la larga espera, si era normal que tardasen tanto en servir los bocadillos, su respuesta nerviosa y balbuceante con toques tartamudos me dice en un principio que no, y seguidamente imaginándome que se sentía atacado, ¡por supuesto no siendo así!, me dice en tono soberbio y chulesco que por supuesto que sí, que sirven en relación a la llegada de las mesas, que no le importaba que hubiera reservado dos días antes y que es lo que hay y que si no me gusta que ya sé lo que tengo hacer. Te toca resignarte y agachar las orejas debido, primero, la hora que era y después, por los 5 niños pequeños que hacía rato que se quejaban del hambre. Transcurridos 50 minutos más (13.30 h) por fin van llegando los esperados bocadillos, que decir, ni muchísimo menos merecía la espera, cabe mencionar que su famoso bocadillo de carne de potro en el momento que abrí el bocadillo y vi la vergüenza de filetes que tenía, que más que filetes, eran folio de carne de caballo ya que de potro se les queda muy grande, eso sí, un euro más y que creo que ese euro lo incrementaban por el nivel y maestría que tendrá que tener el que corta ese filete tan fino, una precisión quirúrgica que desde luego fué lo mas impresionante que nos dejó este bar, los demás bocadillos pues como decía un gran amigo mío, mucho pan y poca mezcla. Destacar que estoy seguro de que han cambiado de dueños porque la gran fama que le prevalecía no es ni muchísimo menos la que le precede y después de la experiencia y el gran, espectacular, inimaginable, increible Bar L’institud se ha quedado en decepción, desilusión, chasco y por supuesto frustración. Hora de salida por la larga espera 14.15 horas. Desde luego que si buscas calidad, este no es tu sitio, si buscas rapidez, tampoco, si buscas salir satisfecho, ni muchísimo menos, si buscas perder la paciencia, el tiempo, llenarte de pan y producto de baja calidad no dudes en venir a este bar...
Read moreUna auténtica decepción. Conocemos muy bien L’Institut ya que hemos comido y almorzado allí en muchas ocasiones. Llevábamos un tiempo sin ir y ya no volveremos. Fuimos a comer y de entrada, nos extrañó que no había nadie salvo el personal. A menudo hemos llamado para reservar para asegurar la mesa. De entrada nos pusieron el típico ajoaceite y tomate con pan. El pan, nada que ver con otras ocasiones. Bastante gomoso e insulso. Y el ajoaceite nos dicen que es ajoaceite dulce. Se quedó casi todo pero eso puede ser una cuestión de gustos. Sin embargo, cuando me trajeron el timbal de berenjena con queso de cabra, ya me di cuenta que algo había cambiado en el bar. Es un plato que pido a menudo y me encanta pero esta vez eran dos trozos de tres dedos de grosor de berenjena con una rodaja de medio dedo de queso de cabra entre ellos acompañado de un puñado de ensalada de la de bolsa (para rellenar). Un despropósito. Había pedido paella de segundo y el camarero (muy amable, eso sí) me dijo que se les había pasado el arroz y me recomendaba cambiar la elección. Al parecer, la única mesa que se había sentado en este tiempo también había pedido paella y a él sí se la sirvieron y apenas la tocó. Lo comentó con el camarero pero, por lo que pudimos ver, no se le ofreció el cambio de plato. Pedimos más pan y nos trajeron una cesta de pan duro del día anterior (el camarero nos dijo que era descongelado porque se habían quedado sin pan). Que alguien me explique cómo te puedes quedar sin pan sirviendo una cesta a la primera mesa que se ha sentado. El resto de la comida, en la misma línea. Y, siendo al final solo tres mesas, la espera entre platos era eterna, tanto que nos fuimos sin pedir el café. He leído que ha cambiado la dirección e imagino que ese es el motivo. Me da pena porque los antiguos dueños habían hecho de este lugar un sitio estupendo para disfrutar del almuerzo...
Read moreA traves de un youtuber "Tipinho", hemos reservado en este bar para almorzar,lo cierto es que ha sido un gran experiencia.El local es muy amplio,tiene muchas mesas fuera y dos salones dentro.El personal es muy amable y atento,en cuanto llegamos nos saludaron,nos acercaron a nuestra mesa y nos agradecieron la visita.Nos explicaron la carta y aconsejaron.Tienen una amplia variedad de tapas muy generosas y ademas el producto es fresco.Los bocadillos son espectaculares,el pan del día crujiente y lo traen de una panaderia de L'Eliana(me gusta que busquen sinergias con otros proveedores), los bocadillos son generosos de mezcla y puedes distinguir sus sabores,no abusan de las salsas.El mobiliario es clasico ,rustico, pero le da ese toque especial rural que buscamos en los pueblos.El nivel de ruido es bajo(por lo menos en nuestra sala) y todos l@s camarer@s van uniformados y con una imagen impecable, dan sensacion de limpieza y orden.La barra esta ordenada y algo que destacar es que en el mostrador donde van las tapas han puesto una vitrina de metacrilato que protege la comida cuando eliges,hacer hincapié que estaba todo limpio y eso es algo atípico en los bares,ya que siempre hay manos por los critales.Las estanterias de los vasos y copas ordenados y todo brillante. En relación a los olores,no sales con olor a fritanga,la ropa no coge olor y eso se agradece mucho .Animo a que vengais a conocer y descubrir este Bar en Ribarroja.Esta Geniali enhorabuena a todo el equipo que nos acogió.Ademas, l@s cocineros decir que cocinan con guantes,me gusto mucho lo cuidado de esos detalles.Hasta los colgadores llevan el nombre del bar.Si podeis,no dejeis escapar la oportunidad de visitar este sitio.No defrauda! Enhorabuena a todo el equipo!⭐Sin...
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