Arrope Restaurante — Restaurant in Rueda

Alta cocina en un escenario refinado

El restaurante Martín Berasategui en Rueda, emblemático epicentro de la alta cocina, se erige como un santuario para los amantes del buen comer, tejiendo una irresistible sinfonía gastronómica.

El primer aspecto que brilla con resplandor es su carta, meticulosamente diseñada y claramente a la altura de la reputación del chef. La variedad de platos, cada uno tan intrigante como el siguiente, logra transmitir un mensaje claro: la innovación y la calidad son los pilares fundamentales de este lugar.

La excelencia de la materia prima es evidente en cada bocado. Aquí, no solo se resalta la calidad superior de los ingredientes, sino también la habilidad y la maestría con la que están elaborados. Cada plato es una maravilla que capta la esencia del ingrediente, resaltando su sabor natural y su textura única en una mezcla magistral.

Si bien todo en Martín Berasategui parece estar impregnado de perfección, debo añadir una pequeña nota de cautela para los comensales de buen comer. Las porciones pueden resultar un poco escasas. En el mundo de la alta cocina, la delicadeza y el equilibrio suelen ser prioritarios frente a la cantidad. Aunque este detalle puede parecer insignificante frente a la inigualable calidad de los platos, puede resultar un leve inconveniente para aquellos con un apetito más vigoroso.

No obstante, este aspecto no desluce en absoluto la experiencia general y la calidad superlativa del lugar. Como solución, siempre puedes repetir plato o pedir algo más para satisfacer tu apetito, permitiendo así que el espectáculo culinario continúe.

En resumen, mi recomendación es que, si eres un verdadero gourmet, no puedes perderte la experiencia Martín Berasategui en Rueda. Te garantizo que no solo te deleitarás con una exquisita cocina, sino que también apreciarás el arte y la dedicación que hacen de este restaurante uno de los más reconocidos en el mundo culinario.

Si lo que buscas es una experiencia inolvidable y eres un amante de la comida de alta calidad, este es el lugar para ti. Ven y déjate cautivar por la magia de Martín...

No se muy bien como escribir esta reseña, puesto que la experiencia ha estado bien, pero creo que no a la altura del precio pagado (más de 70€/persona). Creo que estamos pagando el nombre o la marca Martin Berasategui.

Por partes, el entorno estupendo, la bodega como tal es digna de visita, el ambiente cómodo y la decoración acorde al lugar, austera. Hay un problema con la acústica, propia de estos lugares, por las características de la construcción el sonido se transmite muy lejos, pudiéndose escuchar las conversaciones de mesas bastante alejadas entre si. En lo que afecta al servicio, nada que objetar, muy correctos, amables y dispuestos a ayudar al clientes, en resumen muy bien. Y lo mas importante, la gastronomía. Aquí, sinceramente, yo esperaba más. No puedo decir que hayamos comido mal, al contrario la comida está buena y es de buena calidad, pero no tiene ese elemento diferencial que se espera de un Martín Berasategui. Me explico, los productos están adornados con la idea de ser elaborados con productos de la región (queso de Valdeón, miel de Tiedra….) que está muy bien pero al final quedan como una etiqueta dentro de un plato que no destaca. (Ojo, no digo que no esté bueno). Las croquetas están buenas, pero no son excepcionales. La ensalada de caza, no decía nada, muy buena presentación pero le falta ese toque diferente. Nos ofrecieron fuera de carta, como pescado de lonja “parto” para dos personas, que está muy bien cocinado y muy bueno, pero que los he comido igual de buenos en cualquier puerto de mar de nuestras costas.

La bodega, evidentemente son vinos de Yllera, ofrecen una buena selección, y la verdad, me pareció que los tenían a buen precio

En resumen, que quien vaya a comer aquí buscando el toque diferencial de un gran cocinero, que se olvide. Va a comer bien en un entorno diferente y lo va a pagar también, pero de Martin Berasategui solo verá el cartel...

Fuimos a comer ayer y el trato de todos fue encantador. El camarero que nos atendió majisimo y lo mejor que no tomaba nota, todo se le quedaba en la cabeza. El vino de Illera nos pareció excesivo 17 e, para estar en la bodega, nos encanto que las cosas eran para compartir y nos sugirieraran sacarlo en 2 platos una idea genial. Las croquetas brutales, el pan buenisimo, los chipirones buenisimos, los callos bueno fue lo que menos me gusto pero tb estaba muy bueno, las carrilleras con patatas fritas y pimientos caramelizados eataban brutales y la torrija bueno....espectacular. 148e todo. Muchas gracias por el trato. Volveremos. Marian Pardo.

Hola fuimos mi chico y yo a comer el 26 de Noviembre está vez comimos un menú de degustación , todo muy rico pero a partir de la ensalada fue todo un poco a peor, el corzo no estaba para nuestro gusto nada bueno, una crema que nos dieron que podías beber o tomar estaba malisima, los postres ya no eran nada bueno,nosotros echamos en falta más dulce como la torrija, está especie de granizado frío y caliente no nos gustó nada, y los 2 chocolates uno muy rico el otro que sabor más malo, está vez no nos gustó mucho. Por no decir que fui al baño y hacía un frío de morirse ni una estufa ni nada, eso muy mal, lo de los baños horrible y el cambiar tanto de camarero a mi chico y a mi nos volvía locos. Lo siento pero está vez tenemos que dar...