Restaurante Ciclo Ruente — Restaurant in Ruente

Este Domingo fuimos de paseo fotográfico a Ucieda, y buscando restaurantes cerca, me interesé por el Rte Ciclo, en Ruente, buena carta, bonito, amplio comedor, con gente de El nuevo Molino (estrella michelín) y para allá fuimos …

El comienzo estuvo bastante bien la verdad, prometía un día exitoso.

*Cecina de Tudanca, que estaba muy buena. *Croquetas de Tudanca (fuera de carta), muy sabrosas, untuosas y con mucho sabor, lástima de panko (pero eso es para gustos) … De momento, estábamos disfrutando. *Torreznos, que venían acompañados de un trozo de lima (nadie lo usó) y un siracha (segúyn carta) muy liquida. Para mi, estaban demasiado hechos, la piel se arenilla. *Mollejas de Tudanca, acompañadas con unas patatas encurtidas (revueltas en un poco de vinagre y cebollino por encima. Le salvó el sabor a brasas. A petición de una compañera, por antojo … *Zamburiñas (volanderas), que bueno, no estaban mal, pero se podían mejorar bastante. *Gambas blancas a la brasa, estas estaban buenas.

Para terminar, habíamos pedido dos chuletones de Tudanca, nos presentaron un par de 1.4kg aproximadamente y dimos el visto bueno.

El primero estaba pasado de punto y la parte exterior muy dura, incomible, comentaron que era la parte del pecho y suele ser mas dura, por lo visto nunca hemos comido chuletón y eso es lo “normal» … Pero bueno, de sabor estaba bastante bueno, exceso de sal.

En el segundo fue cuando ya remataron la faena, se le notaba nada mas llegar, que estaba hecho con prisas, sin ganas de na, creo que oí al chuletón llorar y todo … Primer bocado, sabor raro, segundo bocado, esto sabe a gas dije yo, mi compañero, que tampoco había comido nunca un chuletón, me dijo, esto sabe a humo, mucho humo, según el, cerraron el josper con las brasas mal hechas o con mal material y la carne cogió demasiado humo, estaba incomible, es más, se devolvió entero.

Lo casi peor fue, que la dueña, o encargada, decía que siempre salen igual, a lo que comentamos, “este es el segundo, el otro no sabia igual» … bueno, pues erre que erre, que no podía hacer nada, pues nada … prepara la cuenta que nos vamos, ni se molestaron en hacer dto, ni en ofrecer otro chuletón, ni nada de nada ), menos mal que la cuenta no fue chica, si nos descuidamos, nos echan por indigentes … otro local al que no...

Este Domingo fuimos de paseo fotográfico a Ucieda, y buscando restaurantes cerca, me interesé por el Rte Ciclo, en Ruente, buena carta, bonito, amplio comedor, con gente de El nuevo Molino (estrella michelín) y para allá fuimos …

El comienzo estuvo bastante bien la verdad, prometía un día exitoso.

*Cecina de Tudanca, que estaba muy buena. *Croquetas de Tudanca (fuera de carta), muy sabrosas, untuosas y con mucho sabor, lástima de panko (pero eso es para gustos) … De momento, estábamos disfrutando. *Torreznos, que venían acompañados de un trozo de lima (nadie lo usó) y un siracha (segúyn carta) muy liquida. Para mi, estaban demasiado hechos, la piel se arenilla. *Mollejas de Tudanca, acompañadas con unas patatas encurtidas (revueltas en un poco de vinagre y cebollino por encima. Le salvó el sabor a brasas. A petición de una compañera, por antojo … *Zamburiñas (volanderas), que bueno, no estaban mal, pero se podían mejorar bastante. *Gambas blancas a la brasa, estas estaban buenas.

Para terminar, habíamos pedido dos chuletones de Tudanca, nos presentaron un par de 1.4kg aproximadamente y dimos el visto bueno.

El primero estaba pasado de punto y la parte exterior muy dura, incomible, comentaron que era la parte del pecho y suele ser mas dura, por lo visto nunca hemos comido chuletón y eso es lo “normal» … Pero bueno, de sabor estaba bastante bueno, exceso de sal.

En el segundo fue cuando ya remataron la faena, se le notaba nada mas llegar, que estaba hecho con prisas, sin ganas de na, creo que oí al chuletón llorar y todo … Primer bocado, sabor raro, segundo bocado, esto sabe a gas dije yo, mi compañero, que tampoco había comido nunca un chuletón, me dijo, esto sabe a humo, mucho humo, según el, cerraron el josper con las brasas mal hechas o con mal material y la carne cogió demasiado humo, estaba incomible, es más, se devolvió entero.

Lo casi peor fue, que la dueña, o encargada, decía que siempre salen igual, a lo que comentamos, “este es el segundo, el otro no sabia igual» … bueno, pues erre que erre, que no podía hacer nada, pues nada … prepara la cuenta que nos vamos, ni se molestaron en hacer dto, ni en ofrecer otro chuletón, ni nada de nada ), menos mal que la cuenta no fue chica, si nos descuidamos, nos echan por indigentes … otro local al que no...

Comida excelente en un entorno envidiable, rodeado de agua con vistas al puente de la Fuentona del pueblo de Ruente.

Fuente de aguas intermitente, que del Saja será seguramente, un pequeño afluente.

Al pedir sed prudentes, pues la carta es muy atrayente. Los platos tanto en sabor como en cantidad, son ingentes.

La materia prima es de gran calidad, ¡pues qué casualidad, Prima!

Sin olvidar el trato de sus gentes, correctos, amables y que profesionalmente, te hacen sentir diferente, en un gran ambiente, te acogen para ser uno más de Ruente.

Qué suerte se siente, de ser sus clientes, pues desde que llegas eres consciente, de que de esa elección no te arrepientes.

Llegaron los postres y aun con poco apetito, casi inexistente o algunos incluso inapetentes, pedimos varios dulces muy contundentes como buenos inconscientes, que si una torrija caramelizada, la cual encantó a la embarazada, o la tarta de quesos, que a la intolerante a la lactosa dejó bien doblada, y por último el bizcocho de maíz, que con él, habría sido más que suficiente, pero cayeron los tres, a cual de ellos más reconstituyente.

Como dice la doctora, parecíamos sus pacientes, unos auténticos insulinodependientes.

Para acabar quería recalcar, que todas mis rimas son clandestinas, pero no serían posibles, sin las convocatorias a unificar, por parte de Ale y Juan Car, que en planificar se implica sin miedo a equivocar. A Helena por siempre sacar, las fotos de algún pueblerino sin identificar. Que junto con el comprobador de facturas, como es el de la Caja Rural, no nos engañan jamás, a la hora de pagar.

Y sin ánimo de ofender, a la pequeña endocrina por siempre creer, que comiendo y bebiendo sin merecer, exhaustos y borrachos nunca nos deja...