Restaurante Victoria Café-Bar — Restaurant in Ruidera

Ayer no pude comer aquí ya que estaba cerrado. Pero hoy, era obligado pasar por Restaurante Victoria y comprobar en persona que realmente la comida es deliciosa. Y he de confesar que aún con las altas expectativas que venía me han sorprendido enormemente. Primera alegría, al llegar a la barra pedí la cerveza más fría y me dieron un tercio de Mahou con hielo alrededor, un trago maravilloso como aperitivo antes de comer (otros preferirán un dry martini, pero no les juzgo jejeje). Después de la cerveza me acomodan en una mesa en el con el comedor. Todo parece recién reformado, moderno y limpio... una delicia, pero no hemos venido a criticar el interiorismo, hemos venido a comer (bueno, he venido a comer jejeje). Menú del día, 17€... Pagar solo 17 euros por estos manjares que me han servido es como si te estuvieran regalando la comida, hecha con cariño, de calidad y una presencia maravillosa, que sin duda no alcanza a la delicia de la sensación de cada bocado en el paladar. Para beber pedí vino y casera. Me sirvieron una copa generosa de un vino manchego, uva tempranillo y joven. Era bastante agradable al paladar, pero con la gaseosa ganaba jejeje... Y me rellenaron la copa cada vez que la veían apurada. De primero un revuelto gulas y setas. Este año las lluvias se han hecho esperar y el otoño ha llegado tarde, pero eso ha contribuido a dotar de un sabor a monte castellano-manchego a las setas que han brotado de un modo masivo y ansioso. Los huevos, ese revuelto sin esos huevos que evocan a la infancia, al sabor real de un huevo de gallina, que hacía mucho tiempo que no comía. De segundo, secreto ibérico con salsa de pimienta negra. Crujiente por fuera, suave y tierno, como si mantequilla fuera, por dentro. La salsa... para mojar pan, y las patatas, recién peladas y cortadas eran la guinda del pastel. Y hablando de pastel, llega la hora de elegir el postre. Todas las opciones caseras, flan de huevo, pan de Calatrava, cuajada con miel, natillas... Y de repente un punto gamberro emana de mi boca y pido crema catalana. En serio, en tierras del ingenioso hidalgo y caballero, Don Quijote... me pido una crema catalana? Pues sí, si en la mancha me lo ofrecen como postre casero, habrá que probarlo (confieso que es la segunda vez en mi vida que la pruebo, jamás me llamó la atención). Una delicia de crema catalana. Dios!...

Trato decepcionante, no me dió tiempo ni a sentarme a la mesa fui con mi mujer y mi bebé de pocos meses, hice la reserva presencialmente a la hora de la comida y ya la persona encargada del local no me atendió con muy buenas maneras, un señor alto, delgado con gafas. Cuando llegamos nos atendió esta persona le comenté que tenía una reserva y parecía un poco incrédulo, por lo que fue a comprobarla, nos coloco en una mesa a la entrada pegada a una valla cubierta que no dejaba pasar ni una gota de aire y un cubo de basura un poco más atrás, antes de sentarme le pedí si nos podía cambiar de mesa ya que allí hacía mucho calor para el bebé, la terraza estaba prácticamente vacía y a las otras mesas había ventiladores orientados, lo primero que hizo fue resoplarme y poner pegas, yo le dije que si no le parecía bien que me iba del local, pero no sé quedó tranquilo y empezó a decirme que no le amenazará con irme, total que después de un poco de rifirrafe yo le intente pedir disculpas pero este personaje me dijo que eligiera la mesa que quisiera pero continuo con sus malos modales y recriminando, a lo cual claramente abandone el lugar, porque no estaba dispuesto a aguantar a una persona que se veía que ni le gustaba su trabajo ni sabe tratar a los clientes, pobres empleados si los trata así, porque si creo aquel conflicto delante de otros clientes, que solo había una mesa en ese momento, por un cambio de mesa porque el lugar era demasiado caluroso para un bebé.... En fin su comida para el y el local...

Entramos por la puerta a las 12.10 SI vimos el cartel de desayunos hasta las 12.00 Pero le preguntamos al camarero que estaba dentro[con gafas] si podriamos tomar algo de desayuno a lo que nos respondió que NO. Pedimos dos cafés con leche y a los 5 minutos vemos que salen bocadillos de la cocina y volvimos a preguntar si se podían pedir bocadillos y nos dice BORDEMENTE no, no se puede y claro ya le dijimos que habíamos visto salir y que por eso preguntamos, su respuesta fue: "Es que eso lo pidieron antes de las 12 y sale ahora 12.15-20,es que no entendeís que se cierra toda la cocina a las 12 porque hay que preparar las comidas, pero venga decirme que queréis"... Le dijimos que un bocadillo de tortilla francesa, nos miró muy mal y se dio la vuelta. Minutos después nos tiró el plato con el bocadillo en la mesa y al pedir la cuenta mandó a otro joven camarero a traerla. *Alucinante ese comportamiento, estábamos de fin de semana de vacaciones, lo último que quería era poner una hoja de reclamación, con poner esta reseña y no volver nunca yo lo dejo así. Han sido los 8€ que he pagado mas a disgusto, porque las formas de esta persona nos estropeó el momento. Claro que nos fuimos lo más rápido...