Casa Emiliana, restaurante con parque infantil — Restaurant in San Sebastián de los Reyes

The location is undeniably beautiful, and I must say, I find it difficult to find any faults with it. However, the marquee that guests are seated under could benefit from some refurbishment, as it appears slightly worn and outdated. Apart from this minor issue, the surroundings are truly stunning.

While the service was friendly, I believe that for the price of the meal, a higher level of professionalism and expertise could be expected. Unfortunately, our waiter had an accident while attempting to pour a bottle of wine, dropping the whole thing and spilling it all over the table. He did this as was trying to pour the bottle with one hand from the bottom. Fortunately, we were not drenched, but it was evident that the waiter lacked the necessary training and knowledge to handle the wine service properly.

Additionally, the attire of the staff was stained with grease, which, while acceptable in a fast food joint, but not what one would expect from a restaurant of this supposed caliber.

Regarding the food, I must admit that it was somewhat disappointing. I ordered the "premium" steak, but it was unfortunately full of gristle and lacked flavour. The starter, priced at €15, consisted of imitation aioli, poorly cooked potatoes, and tuna. On a positive note, my partner's lamb dish was quite enjoyable. In fact, it was the only truly positive aspect of the meal, aside from the dessert, which was a beautiful homemade cheesecake.

All in all the experience was "meh", I probably wouldn't go back, its very high price does not justify the service or food...

El domingo 7 de mayo por el Día de la madre visitamos este restaurante 6 adultos y 3 niños. Llevábamos las expectativas bastante altas por las instalaciones con monitores para los niños (2 castillos hinchables según edad, ludoteca para menores de 3 años, parque de bolas pequeño y parque de arena con toboganes de tubo en espiral) y su cocina que, por los platos de la carta y sus precios, intuíamos que serían de calidad. Pues, nada más lejos de la realidad. El menú infantil, 1 plato + postre y bebida compuesto por lasaña boloñesa 18€ y de 2 platos con cuatro segundos a elegir, 20 euros. Mis hijos de 4,8 y 11 años pidieron lasaña y llegaron totalmente frías. En la espera les pusieron vasito individual de aceitunas y a los adultos un rico salmorejo. Nos gustó el detalle. Bastante personal pero totalmente descoordinado preguntándonos hasta tres camareros diferentes si nos habían tomado ya la comanda. Mis niños terminaron de comer una vez les trajeron las lasañas con una temperatura que seguía siendo tirando a fría y hasta unos 20 minutos después no empezaron a traernos los platos de nuestros menús. Así que ya de primeras, no pude comer al ritmo de mis hijos en el Día de la madre. Nuestros platos de menú consistieron en vichyssoise con falta de sabor salvándolo la costra de jamón ibérico de encima (que tendría que tener bastantes de estos trocitos para que supiera a algo, porque el resto de cucharadas sin estos trocitos no sabía a nada), unos entremeses ibéricos nada reseñables de lomo, jamón y queso con picos y pimientos rellenos de marisco para compartir cada cuatro es decir, para los seis adultos tocamos a 2 para cada uno. Estos pimientos tenían una masa en su interior totalmente apelmazada en bolas bastante incómodo al paladar aunque la salsa y el centro de las verduras, no estaba mal. Con respecto a los segundos, pedimos lomo de vaca, cochinillo y cordero. La carne buena pero no excepcional que para 50 pavetes de menú te la esperas mejor. Cochinillo con la piel cuarteada con trozos desnudos de piel que para unos segovianos esto es una herejía. El cordero muy bueno. Las patatas panaderas de los asados muy bien pero las de la carne horribles, completamente pasadas en temperatura del aceite y del tiempo de exposición al fuego, por tanto demasiado duras. Con los postres nos pasó lo mismo con los niños. A medio helado de ellos, nos trajeron los nuestros que era como una mousse de fresa sobre una galleta con muy buena textura y sabor. Mi hija mayor pidió tarta de chocolate del menú infantil y lo mismo, de dudosa calidad. Estuvimos en una mesa de la carpa exterior y hacía un bochorno considerable. No estuvimos a gusto hasta que conectaron los aspersores de agua del techo o como se denomine, que se empezó a estar agradable. Llegamos a la mesa reservada a la 13:30 y no pude llevar a mis hijos a la zona de juegos hasta las 16:40 para que se hagan a la idea lo que tardamos en comer. Entiendo que es un día señalado con mucha afluencia de público pero pagar más de 400€ con los combinados mientras que los niños jugaron, es demasiado para tantos inconvenientes. Tampoco disponían de frutos secos o chuches para acompañar los combinados y nos pusieron boles de patatas chip que, aunque estaban buenas, es más apropiado esos otros acompañamientos. La zona infantil del parque de bolas estaba atestada y mis hijos se quisieron salir porque había muchísimos niños para una sola cama elástica y otros tantos más en las bolas. De los castillos hinchables, uno de ellos roto donde solo pudieron usar la mitad. Al final fuimos por las instalaciones para mis peques por el día de la madre y, un desastre. Me esperaba mucha mejor experiencia porque estaba deseando llevar a mi madre e hijos aquí desde hacía años y no fue...

Supongo que un mal día lo puede tener cualquiera, pero la comida de hoy ha sido desastrosa, y por desgracia mi bolsillo no admite repetir pruebas por 160 euros.

Por 160 euros cuatro personas dos de los cuales niños, conozco un montón de sitios donde se puede comer fenomenal, sin tener que arriesgar a si hoy será un buen o mal día, pero por desgracia hoy, Casa Emiliana no ha sido uno de ellos, y me ha tocado la cruz. LLegamos a la 13:30 cuando solo había una mesa más en el comedor y han tardado 30 minuto en tomarnos nota, depués de que se acercasen tres camareros preguntando e indicando que ya vendría el metre a tomarnos nota. Cuando el metre se ha acercado y nos ha tomado nota se ha dado cuenta que nos faltaban los aperitivos, tres aceitunas negras y cuatro picos (se me escapa donde es típico el pico con aceitunas) para los niños y dos chupitos de salmorejo congelado que han visto pertinente cambiarnos por cuatro aceitunas. Lo primero que nos han traido han sido lo menús de los niños, fingers y hamburguesa de pollo, uno con muchas patatas y otro literalmente con 10 patatas. Lo entrantes, correctos, aunuqe desde luego que no llamaría a lo que nos han puesto un buen torrezno, y sino que venga alguien de Soria y lo vea (el torrezno tiene que venir suflado, sino es así se hace bola la corteza al comerlo). Bueno, después de pedirnos disculpas, (se agardece), nos han traido nuestro arroz con bogavante. Fallo nuestro pedir arroz en un sitio donde se les debe dar bien la parrilla, porque el arroz no es lo suyo. Más allá del sabor que puede ser mejor o peor, a mi el socarrat me gusta, pero en un arroz caldoso el socarrat se confunde con quemado, y el sabor que le da al arroz deja mucho que desear. No, no estaba bueno. Momento de los postres, que otra vez se ha eternizado conseguir que nos hagan caso y que nos los traen después de 30 minutos. Muy amablemente nos han ofrecido chupitos y nos han reiterado las disculpas, pero de me da mucha rabia no haber comido bien, sabiendo lo que he pagado por ello. Eso si, muy agradables y educados, pero el buen servicio de restauración no es solo eso, y para repetir tengo que tener certeza de que comer bien y a gusto no es cosa de tirar una moneda a ver si nos sale cara o cruz. Hoy salió...