Restaurante Augusto – A Bit of a Letdown for the Famous “Arroz con Bogavante”
We visited Restaurante Augusto on a Wednesday, drawn by strong recommendations to try their renowned “arroz con bogavante.” Arriving without a reservation, we were only offered outdoor seating. Fortunately, the weather was pleasant and the ambiance decent, so that wasn’t a major issue.
The food was good overall, though not memorable. The lobster itself was excellent—fresh, flavorful, and clearly high quality. However, the rice was underwhelming: plain in taste, with some crunchy bits that felt more accidental than intentional. It lacked the depth and richness you’d expect from a dish that’s supposed to be the star of the menu.
Service was fine—polite and correct, but nothing that stood out. No warmth, no extra attention, just the basics.
Restaurante Augusto feels like a classic establishment that may have seen better days. While it still holds some charm, especially for those nostalgic for its past reputation, our experience didn’t quite live up...
Read moreBuen producto. Arroz con bogavante buenísimo. Absolutamente recomendable el arroz. Los entrantes que hemos probado muy, muy buenos. Pero recomiendo encarecidamente reservar con antelación y pedir mesa dentro del restaurante para disfrutar la comida en condiciones. Hemos comido en una mesita fuera del restaurante, en una zona de paso de transeúntes. Y varios vendedores ambulantes nos han ofrecido insistentemente sus artículos mientras comíamos. Pero lo que me ha molestado muchísimo, pero mucho, es que con nuestro arroz con bogavante recién servido en la mesa, y mientras lo dejábamos reposar a recomendación del camarero, ha venido un vendedor ambulante y nos ha ofrecido un abanico, agitándolo bastante para que lo viéramos justo encima de nuestro arroz con bogavante. Un abanico que, vete tú a saber la roña, siendo muy agitado justo encima del arroz. Pero justo encima. Pero además agitándolo bastante. Que mala suerte el calor que hacía. Aunque igual me hubieran ofrecido un paraguas de haber hecho otro clima que de abrirlo hubiera abarcado toda la mesa y hubiera sido peor . Me parece una falta de higiene que yo no tengo por qué aguantar. Respeto muchísimo a los vendedores ambulantes, pero tengo derecho a comer tranquila y con higiene. Creo que en un restaurante de cubierto a mayor precio se debe acomodar mejor al cliente. Hay algunas mesas que el restaurante debería anular. Por último, de postre yo no...
Read moreSobrevaloradísimo? Fuimos a cenar por recomendación de personas locales, con toda la ilusión. No teníamos reserva pero nos sentaron en la última mesa, cerca de la puerta de la cocina. De aperitivo nos pusieron unos chips de patata con una mayonesa “al alioli”. Las patatas mal escurridas y grasientas. De primero pedimos zamburiñas. Perfectas de elaboración y sabor, pero de tamaño diminuto. Las almejas a la marinera que acompañaron a ese plato estaban mal cocidas, en punto de crudeza tal que se hacían desagradables al paladar. Estaban saladas -cosa incomprensible- y absolutamente anodinas de sabor. No se podían comer. Gran disgusto! La merluza rebozada, impecable, pero si se puede hacer un destrozo con un lenguado a la plancha,se hizo anoche: Seco, prensado, amargo por la pura quemazón hacía olvidar cualquier rasgo de pez pescado en el día. Desilusionante. El postre tuvo Luces y sombras. Si bien acertamos con la versión de creme brûlée (crema caramelizada), que estaba correctísima tanto con el emplazado como con el sabor; la milhojas de crema careció de personalidad porque aunque el hojaldre era bueno -esta zona es de grandes hojaldres-, la crema no estuvo a la altura. Para rematar la noche nos apuntillaron con el rejón de la factura. Resumen: no es una cocina a la que corresponda semejante precio. No...
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