Simplemente un "QUIERO Y NO PUEDO". El lugar es bonito, pero mal explotado (y eso que años atrás habíamos venido y era genial). Platos demasiado caros para lo que sirven. Quedamos muy decepcionados. Empezando que comimos en la terraza y ni si quiera pusieron manteles o papel debajo de la mesa o debajo de cada plato (cuando las mesas están fuera, debajo de árboles y un ambiente de terraza con tierra y piedras), y ni si quiera la limpiaron. El camarero (un chico con barba moreno), un desastre, nervioso, no se acordaba de lo que apuntaba, parecía que escribía la biblia (cuando pedíamos 4 cosas), entraba y volvía a salir (y no había casi nadie al principio) . Nos trajo agua, y al rato salió a volver a traer agua (no se acordaba que ya la había traído) y a volver a preguntar por los platos. Pedí un plato, y al rato salo a decir que no hay de eso (cuando la carta es un folio arrugado, por las 2 caras con pocas cosas, "que lo podrían por lo menos plastificar"...y cocina ya debería informar antes de empezar la jornada de qué plato hay o no )
A mi pareja le trajeron un plato de coca con jamón ibérico, casi 18€ el plato, con trozos (cortecitos de 1 cm de jamón) lleno de grasa, pero más grasa que jamón, algo espectacular, y con trozos de la corteza seca del jamón y con 3 trozos ridículos de coca (del tamaño cada uno de un dedo).
También trajeron un plato de bravas (creo que casi 7€ una bandejita / cestita). Aquí debo decir que a mí me gustaron, aunque mi pareja dice que le gustan más de otros sitios (y a mejor precio y cantidad)
Me trajeron una ensalada de burrata (la burrata siempre es insípida), y le pedí al camarero que me trajera para aliñar (me dijo que ya llevaba una salsa) , una salsa minúscula, y le dije que me lo trajera igualmente (a día de hoy aún espero que se acuerde).
El bacalao que me comí (a casi 15€ el plato creo), era un trozo minúsculo, hipermega salado (seguramente congelado) lleno de mucha crem por todo el plato (que evidentemente no te puedes comer la salsa porqué si no te traen una cuchara es imposible). Pero claro, no le vamos a pedir al camarero una cuchara, quizá aún la estaría esperando.
Los postres creo que es de los sitios que hemos pagado más (casi ninguno baja de 7€ casi), y nada del otro mundo. Comí Tatín de manzana con helado, y la parte de abajo era muy seca.
Mi pareja comió un tiramisú (me dijo que estaba bueno).
Cuando pedimos los postres al camarero, también pedimos cafés. Pues antes de que trajera los postres, ya vimos a lo lejos como hacía los cafés, los dejaba en una bandeja encima del mostrador y al rato nos trajo los postres. Evidentemente al acabar los postres trajo los cafés (que ya sabíamos que eran nuestros), pero casi fríos (supongo que si queremos los cafés fríos, los pedimos con hielo no?). Sumar que el café era malo (mejor pedir de sobre) Uno de los compañeros pidió un carajillo y comentó que estaba malísimo y que eso no llevaba anís (a la que el camarero le dijo que sí, y eso que hemos ido a un montón de sitios y nunca vi al compañero quejarse de eso), ni tampoco del café.
En fin, con esto quiero decir que los propietarios se ven gente maja, al camarero aunque fuera así, pues fue correcto, pero que es un sitio que ya no es lo que era desde que han cambiado tantas veces de propietario (dudo que volvamos). Espero que mejoren en todos estos aspectos,...
Read moreV Vam descobrir el lloc a través d’una app de reserva de restaurants. Al principi, el poble ens va sorprendre una mica, però en entrar al local ens vam quedar encantats: tenen una sala àmplia, lluminosa i acollidora.
Érem sis i vam optar per compartir uns entrants i un segon per cap. Ens van agradar molt els cargols i els callos, que estaven fora de carta. Dels segons, els guisats van ser els que més ens van sorprendre. Us recomanem que els prioritzeu.
Les postres eren molt bones, especialment els bunyols de xocolata cruixent, elaborats amb massa de coulant.
El tracte va ser molt agradable i proper. Es nota que hi posen carinyo i que volen oferir una bona experiència gastronòmica.
El preu, això sí, una mica per sobre del...
Read moreEspai molt encantador. Per la presa no vàrem poder estar molt, però un lloc molt tranquil i bonic. Vàrem tastar un plat de temporada de bolets que estava boníssim. Les braves no destacaven, normals. Ens van posar una guarnició de embotits, jo que no menjo aquella carn recomeneria alguna opció vegetariana, però ho agraeixo molt. Vaig anar expressament per els canelons de bolets i no hi havien.. però tenen varietats que són molt bones (el Caneló de la imatge es el que tenen de fua i no recordo que mes duia). La decoració es podria explotar encara més. El preu es podria ajustar més, però no es exagerat. El servei molt bé, molt familiar, però això desencadena que vàrem ser atesos més tard. És un lloc que tornaria i...
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