Guachinche El Pollito — Restaurant in Santa Cruz de Tenerife

Lugar amplio de aspecto rústico con decoración pasada y llena de polvo acumulado dado que el suelo es de tierra y picón. Las mesas cubiertas por unos hules descoloridos por desgaste y bancos de madera pegados al suelo qué al ser inamovibles resultan algo incómodos al estar o muy separados o muy juntos a la mesa. Entramos sobre las13 horas siendo los primeros clientes en llegar al local, y sorpresa, solo tenían disponible una mesa pues todas las demás estaban reservadas. De la carta pedimos un entrante, una ensalada, dos segundos de carne y pollo a la brasa y unas patatas fritas advirtiendo de que no fuesen precongeladas, y tras asegurarnos el camarero que no lo eran, accedimos. Nos traen la bebida y diez minutos después nos dicen que cambiaramos el entrante pues lo pedido no les quedaba, solicitando otro. 25 minutos mas esperando y nos trajeron todo salvo el entrante, que se habían olvidado, renunciamos al mismo en ese momento, y segunda sorpresa, !! las patatas eran tipo McDonald's (congeladas)!! que de inmediato según se pusieron sobre la mesa mi acompañante pidió al mismo camarero que nos afirmó que no lo eran que las retirarse. La comida servida estaba muy buena, abundante y el precio cobrado fue justo. El ambiente cuando se llenó el local sobre las 14h. era ensordecedor pues las mesas eran de 10 o más comensales y no había menos de 10 mesas, afortunadamente nosotros habíamos acabado de almorzar justo cuando empezaba a llenarse y a desbocarse la algarabía por lo que decidimos pagar y tomar café en otro sitio más tranquilo. Dada la experiencia y lo remoto del lugar dudo que vuelva por allí y de hacerlo, me limitaré a pedir sólo lo que sé que hacen bien, llegando temprano...

Hemos sido clientes fijos, pero las últimas veces nos hemos quedado muy decepcionadas por lo que hemos decidido que la experiencia es repetitiva y no cosas puntuales. Fuimos 3. De la carta ni la mitad osea me tengo que comer lo que les sobra y no venden, vamos a pedir una cosa no tienen, le decimos bueno pues pon esta cosa y nos contesta tampoco tenemos. De lo que pedimos ensaladilla de batata como opción (no recuerdo que pedimos pero no tenían), huevos rotos (porque no tenían por tercera ves que vamos y pedimos champiñones de almogrote) , bistec de cerdo que solo viene el bistec (fino y del tamaño de un plato de postre por lo cuál te cobran 8.50, una estafa) y luego le decimos trae también pan y alioli y cuál fué la sorpresa que no les quedaba ali oli tampoco, ya me rei y le dije pues trae mantequilla o lo que pilles. Cuando comimos eso como quedamos con hambre llamamos al chico para pedir carne fiesta a lo que dice lo siento chicas pero no nos queda( ya medio mosca le digo bueno pues dime lo que tienes que acabamos antes y me dice disculpa pero que el jefe no esta comprando materia porque quiere sacar lo que queda ahi) vale perfecto pedimos unas salchichas que venían 5,medio chamuscadas y nos sablaron 8e. La ensaladilla buenísima y el pan y el vino también, lo demás deja mucho que desear. Los huevos crudos la clara y las papas unas medio crudas otras bien hechas, bistec en su punto y desabrido, salchichas chamuscadas. Por lo pronto ya no volveremos y realmente es una pena porque era de nuestros favoritos. Se comia bastante bien. Esperemos que los dueños tomen medidas y vuelva a recuperarse, y sobretodo que tenga el producto que ofrece....

La relación calidad-precio me pareció cara. Un chuletón de vaca canaria 35€ el kilo y malísimo, he comido mejores chuletones por 30€ el kilo, hasta 29€. No es que me parezca caro pagar 35€k por un chuletón lo que me parece caro es pagar ese precio por ese chuletón. Las papas fritas estaban malas, la carne de cabra insípida, y las croquetas llegaron congeladas por dentro. Los champiñones estaban buenos pero 4 champiñones para una ración me parece poco. El servicio pésimo. Al entrar comentamos que teníamos una reserva a lo que la camarera contesta de manera desinteresada “Ah no sabía que teníamos reserva hoy, pues pueden sentarse ahí”. Luego, la camarera que nos cogió la comanda hizo comentario inapropiados. Cuando mi amiga preguntó si el pulpo era el 'rejo', ella respondió sarcásticamente 'Sí, los pulpos tienen rejos'. Cuando preguntamos si tenían alguna opción de verduras, su respuesta fue 'Sí, ensalada', entre otros comentarios despectivos y prepotentes. Además, hubo gestos y comentarios fuera de lugar por parte de otros camareros. Aunque una de mis amigas estaba un poco ebria, no justifica la falta de profesionalismo del personal, ya que el resto intentábamos compensar algún comentario que dijera mi amiga, que estaba bastante molesta por todo lo anterior. Lo mínimo que podríamos esperar es que nos miraran a la cara al pagar la cuenta. Desde el momento en que entramos, sentimos una mala vibra por parte de los camareros. No es un lugar al que volveré ni recomendaré, a pesar de que su ubicación es conveniente y su interior es bonito. La comida no estuvo a la altura y el servicio definitivamente deja...