Llamamos el dia anterior reservar, y por un problema de una averia no pudieron darnos mesa (espero este todo solucionado al 100% para ellos), probamos al día siguiente para comer dos adultos y niño (trona) y muy agradables en la reserva. Mesa lista a nuestra llegada con vistas al puerto. Tenian una amplia selección de marisco y pescado fresco del día. Nos decantamos por unos mejillones al vapor de entrante, exquisitos y buena cantidad. Unas croquetas, jamon y chipiron en su tinta (me pareció que tambien habia alguna de zamburiñas buenisima tambien) y unos calamares estupendos siguieron la comida. Acabamos con Raxo al punto para compartir con patatas fritas, ( buena patata por cierto nada de congelada) Terminanos con una Tarta de queso y Tarta de la abuela muy ricos los dos. El trato de ambos camareros muy atentos y amables en todo momento. Aún se disculpo en dos ocasiones por la "tardanza" (ni la consideramos como tal, viendo todo lleno se asume la espera que para nosotros, repito, no fue tal, del Raxo) Calidad/Precio muy buena, contado con su ubicación (muy buena) como su producto (excelente). Una experiencia muy buena que seguro repetiremos en el futuro. Las cartas con QR un acierto ya no sólo por tema Covid, si no por avanzar con la tecnologias. Recomiendo reservar antes.