Ventorro San Pedro Abanto — Restaurant in Segovia

Pésimo,en todos los sentidos. Llegamos a las 14:15 con reserva a las 14:30. El maitre nos dijo que esperásemos 20 minutos a que se quedase libre nuestra mesa. Después de 50 minutos y un par de rondas de cervezas, vimos cómo sentaba a un grupo de personas que había llegado más tarde. Le dijimos que nosotros habíamos llegado antes y nos reconoció que se había olvidado de nosotros. Tras diez minutitos y una disculpa nos sentó en nuestra mesa (15:15). Mientras tomábamos las cervezas, pedimos la carta para saber ya lo que queríamos comer, así que, cuando nos sentaron, le dijimos que ya nos podía tomar nota. Ni caso. Vinieron dos camareros (encantadores) para servirnos las bebidas y traernos el pan, y, en cada petición de tomarnos nota, nos respondían diciendo que era su compañero, el maitre, el que tenía ese deber.

15:30 y llega el profeta (el maitre) a decirnos que primero tiene que tomar nota a los que tenemos al lado, que habían llegado antes. No pasa nada, tenían cara de estar de peor humor que nosotros.

Migas y jamón para compartir, una ensalada, cochifrito, parrillada de verduras y merluza. Comanda sencilla. El profeta nos intentó colocar el cochinillo a todos, debe ser que sobraron 50 kilos.

No nos había dado tiempo de olvidarnos de lo ocurrido cuando llegaba el camarero con una cara, claramente disculpándose por la inutilidad de Mahoma, diciendo que no había Jamón.

Somos segovianos, el jamón no es una comida prescindible.

Le decimos al camarero, ya enfadados, que nos traiga la comida que queda y nos vamos cuanto antes.

Con respecto a la comida, bastante buena, no hace honor a su precio, ni mucho menos, pero de buena calidad y bien cocinada.

Postres, queda menos de la mitad de la carta. La cuenta, mal, nos cobran rodaballo en vez de merluza.

Los de la mesa de al lado, tomándose la situación con más humor, nos preguntan que cuánto llevamos esperando. Nuestra cuenta les había llegado a ellos, y no habían empezado a comer.

Con un enfado de la rehostia, sintiéndome estafado, bajo a la barra y le digo a Jesucristo que se acerque un momento.

"Una vergüenza, blablablá de lo ocurrido, y termino diciendo, si sabes como nos habéis tratado, al menos no nos cobres el pan (5,50 por 4 cachos pasaos)"

El dios de la gastronomía sale del restaurante corriendo a decirme que por favor, me tome una copa, que invita la casa. Ahí le interceptó mi madre. Pobre.

Una mierda. A saber qué sobres abren para que eso se...

En primer lugar tardaron 25 min en darnos mesa cuando teníamos una reserva para las 15:00h, pero cabe destacar que además había dos comedores con las mesas montadas totalmente vacíos. Después de estar sentados, nos traen el aperitivo, sin pan, por lo que pedimos pan a uno de los camareros, viendo su muestra de indiferencia ante nuestra petición, decidimos pedir pan a un Segundo camarero con cierta falta de higiene ( por el olor tan fuerte a axila revenida que desprendía) pero que nos trajo el pan ( eso si, dos porciones y éramos tres comensales). A la hora de servir el entrante no tenemos queja alguna, pero pero si hablamos del plato principal, no corrimos la misma suerte, el cochinillo muy seco para el gusto de mis acompañantes pero en general correcto. En mi caso, pedí la merluza al horno con salsa de puerro y gambón, pero lo que realmente había en mi plato, era una gran ensalada con un trozo de merluza completamente lleno de ajo y el agua de la ensalada como salsa, por lo que la salsa de puerro y gambón quedó en el olvido de la cocinera ( lo pongo en femenino, ya que le pregunté al camarero que donde estaba la salsa, el cual fue a cocinas y luego me comentó que la cocinera le dijo que la salsa estaba ahí) así que dado que no me agrada demasiado el ajo, no me lo pude comer. Agradecer aquí al menos que la tarta de queso estaba muy buena. Para terminar mi acompañante pidió un vaso de agua y nos obligaban a comprar una botella de litro. Cuando terminamos de comer nos acercamos a la ventana de la planta superior ( donde comimos) para ver las maravillosas vistas de Segovía, cuando inesperadamente en el interior de la ventana y por tanto del comedor, vimos un chinche. Por todas estas circunstancias es obvio que no repetiremos, ni...

Este fin de semana hemos estado 10 personas con un Groupon para 10, lógicamente.

Aperitivo (ponía que lo incluía): No nos pusieron nada, exactamente, nada.

Bebidas (ponía 1 por persona): Según nos sentamos nos pusieron una botella de vino y una de agua (para 10 personas…) y sin preguntar si queríamos algo distinto. Después de traer los entrantes le pedí al camarero que tomara nota de una bebida y me dijo que esperara un momento y volvió al rato (¿no es costumbre preguntar lo primero qué vamos a tomar de bebida?). Lógicamente la botella de vino no alcanzó para 10 y pedimos otra que, ante mi sorpresa, nos cobraron y bien cobrada… (Total bebidas: 1 botella vino, 1 botella agua y 1 caña, para 10).

Entrantes: Los judiones muy ricos, la sopa y el revuelto de morcilla también estaban buenos, las migas no estaban mal, pero las he probado mucho mejores.

Segundo plato: El cochinillo estaba muy bueno y el entrecot también, acompañado de patatas fritas también muy buenas y ensalada.

Postre: El flan estaba bueno, el arroz con leche sin embargo completamente líquido.

Trato de los camareros: normal, agradable, salvo el tema de las bebidas.

Entiendo que siendo un groupon, la cantidad por plato sea bastante menor de lo normal (la mitad aproximadamente), lo entiendo y lo respeto por el precio (no es al primero que vamos y ya sabíamos a lo que íbamos), pero el tema de la racanería de las bebidas y los aperitivos no lo paso.

No nos quejamos porque no nos gusta dar la nota, simplemente queremos un trato justo, si en el groupon pone una cosa que cumplan con lo que pone. Nos dijeron que seguirían sacando groupones, que volviéramos cuando quisiéramos, desde luego a mí que no me esperen. Salí...