Sidreria Manolo Jalín — Restaurant in Siero

Horroroso, para empezar, mal trato a los clientes por parte del camarero, nos faltaba un plato y se quejaban de tener que ir a por otro plato hablandonos mal. Las cocacolas que pedimos botellines de 0,2L en vaso ancho, parecian chupitos de cocacola, pero bueno al menos tenian aquarius en lata. Llegamos a las 22:10, nos han empezado a traer comida a las doce menos cuarto, avisando una hora y media despues que les faltaban ingredientes, por lo que tuvimos que volver a pedir cosas diferentes despues de estar esperando mas de una hora y media. Cuando por fin me traen el plato ,el cual para colmo me lo sirven a su gusto ya que ni siquiera era lo que habia pedido pero lo acepte porque ya estaba muerto de hambre,las patatas estan pochas y frias, parecian del dia anterior, quizas es un poco absurdo pensar que la espera de 2h merecio la pena para una aquarius , unas patatas pochas y un solomillo de 18 euros que al final se convirtio en secreto. Recomiendo este sitio para todos aquellos que tengan mucho tiempo libre y ganas de beberse 48 cervezas porque esta experiencia se vive...

Desde que cruzamos la puerta, la experiencia fue impecable. El camarero (o quizá el propio dueño) es un ejemplo de profesionalidad: trato exquisito, cercano pero respetuoso, con un dominio absoluto de la carta y una capacidad para recomendar que solo tiene quien ama lo que hace. Está siempre atento a cada detalle, anticipándose a las necesidades de los clientes y transmitiendo una pasión por su trabajo que se contagia.

En cuanto a la comida, cada plato fue una auténtica demostración de buen hacer gastronómico: productos frescos, elaboraciones cuidadas y presentaciones que invitan a disfrutar con todos los sentidos. Todo estaba perfectamente equilibrado en sabor, cocinado en su punto y servido en el momento justo.

En resumen, es un lugar donde se respira calidad y cariño tanto en el servicio como en la cocina. Aquí no solo se come bien: se vive una experiencia que deja ganas de volver...

Nos sentamos a las 22:00 , los primeros platos llegan a las 23:35 (son entrantes) . Por fin llega el primer plato de verdad (secreto, 23:55) . El secreto viene ya cortado y super grasiento, como si estuviera frito y las patatas aceitosas como si estuvieran fritas por segunda vez . Intenté que un amigo el cual a las 24:00 le comunican que no hay lo que pidió (solomillo) se comiera mi plato , quizás a él le gustaría.... Pero no le gustó a nadie . La carne estaba muy mala .

Al menos salió el dueño a pedir disculpas (aunque se excusó de que el secreto estaba a la plancha y ese aceite era de la propia carne por ser grasienta (como mucha carne y nunca me han servido un secreto tan malo)) y no me cobró por el secreto.

Me voy después de más de 2 horas sin cenar y con un mal sabor de boca. No...