Restaurant l'Era de Sils — Restaurant in Sils

La peor experiencia en mucho tiempo. De referente al peor restaurante de la zona

Un restaurante que en su momento fue todo un referente de la zona con una muy buena atención y una buena oferta de platos se ha convertido en un restaurante muy mal gestionado, con un servicio muy deficiente y una oferta bastante justa.

Aquí va mi experiencia. Habíamos reservado una mesa a las 14:15 para 4 personas y una trona para un bebé de 2 años. A pesar de tener reserva, ha ido pasando gente delante hasta hacernos esperar 45’ en la entrada para darnos una mesa. Al preguntar en repetidas ocasiones por nuestra mesa durante la espera, siempre nos decían que estaban preparando nuestra mesa. 45’ para tener una mesa supuestamente reservada. En una ocasión la respuesta del que deducimos era el jefe de sala fue poco menos que grosera: - ya tienen nuestra mesa preparada? Respuesta: "no se preocupe que no se va a quedar sin comer". Es más, la última vez que preguntamos al no parar de ver como sentaban a otras personas e incluso una familia de 4+1 bebé (igual que nosotros) y ya desquiciados después de 40’ de espera, nos dicen que nos están preparando la mejor mesa, una en un sitio tranquilo y de 6 sitios para estar cómodos con la bebé con trona. Cuál es nuestra sorpresa cuando finalmente nos sientan en el bar, en una mesa de 4 personas y literalmente al lado de la puerta del baño y la entrada de camareros corriendo como si de una carrera se tratase. Sin duda un lugar muy tranquilo. Ah y ni siquiera teníamos la trona después de haberlo avisado por teléfono y al llegar y supuestamente estar preparando nuestra mesa durante tanto rato.

Mejor no hablar de lo agradable que es estar sentado frente a una barra repleta de copas, vasos y todos los restos de los comensales que los camareros van apelotonando en la barra porque donde nos han sentado no era en el restaurante, era en una zona habilitada de trabajo para los camareros.

Al ver la poca agilidad del servicio hasta ese momento, me avanzo y pido la comida para la peque, unas croquetas de pollo. Tardan 30’ en freír unas croquetas y al traerlas al parecer han confundido pollo con setas. Al avisar del error nos vuelven a pedir las croquetas y tardan otros 15’ en traerlas. Obviamente la peque ha comido de lo que habíamos pedido los demás porque 1h y 15’ esperando para comer, cualquier padre sabe que no es sostenible.

La comida estaba bien, sin pretensiones, para ser un menú económico tampoco se puede esperar mucho más pero una vez más el servicio vuelve a no estar a la altura. Dos personas se piden una fideuá y les dejan la fideuá en la mesa, no se les ofrece ni servirla ni siquiera cubiertos para servir. Al reclamarlos nos traen solamente dos tenedores adicionales, no muy adecuados para servir una fideuá.

Es hora de los postres, pedimos los caseros (2 cremas catalanas y dos tartas de queso). Una de las cremas catalanas tenia un trozo de limón pero bueno, esto puede pasar. Lo que no es muy razonable es encontrarse una cáscara de huevo en una tarta de queso.

Acabamos de comer y pedimos si nos pueden poner para llevar las croquetas de la bebé que claramente con la hora a la que le hemos servido el plato, no se ha comido, y las sobras de la fideuá. Nos traen dos recipientes de plástico para que nos apañemos nosotros mismos.

Sinceramente, en su día fue un restaurante con un personal amable, atento, comida casera y de calidad y una buena propuesta de platos. Con el cambio de propiedad, se ha convertido en un restaurante caótico con un muy mal servicio y unos platos muy justos. Una experiencia que no vale para nada la pena.

Sin lugar a dudas,...

Tengo que decir con mucha pena, que es un Rest. al que hemos ido mas de 20 veces anteriormente (con los anteriores propietarios) y esta vez lamentablemente no volveremos. La comida no esta tan mal, (aunque el vino del menu muy malo y las patatas fritas de las congeladas antes eran recientes)pero la atención ha sido pésima. Algunos ejemplos: Al servir las bebidas te dan las botellas en la mano (en lugar de ponerlas en la mesa), al pedir una carne no han preguntado el punto y al decirle yo, por favor al punto medio, me ha mirado con cara de "si ya se que en su punto" como si no hubiese mas opciones; al recoger los platos, se acerca y nos dice, los platos (ni por favor..), le preguntamos si podíamos pedir pan con tomate y nos dijo que no que solo tenían pan, entonces le dijimos vale trae el pan y tráenos tomates, ya nos lo hacemos nosotros (aun estamos esperando los tomates), tuvimos que pedir la cuchara para el salmorejo, para la carne pedimos cuchillo de carne y nos dijeron que los tenían todos en uso, que no nos podían dar, en el postre pidieron los demás y yo le pedi una cucharilla para probarlos, pues cuando ya todos se habían terminado el postre se lo recordé (porque antes se le había olvidado traerla y no se acerco a la mesa en todo ese rato), es decir ya no probé ninguno... Al pagar no tenían claro si eran 4 o 5 menus nos lo preguntaron a nosotros.... Y ahora mismo se que me dejo varias cosas, pero bueno en resumen es una pena porque nos gustaba mucho...

Esmorzar a un dels més valorats, restaurant l'Era de Sils (Carretera de Santa Coloma (C-63) Sils). Obre a les 8 i no tanca cap dia de la setmana. Dos persones 25 eur (menú tancat de 12,5 eur un laborable, ignoro si els festius és més car). El menú es composa de 12 plats a escollir, amb tres guarnicions a escollir, pa, vi, aigua, cafè i xarrup. També hi ha una carta de torrades 7) i entrepans (10). Veieu les fotografies. Varem prendre una cassola de callos amb cigrons (podrien picar una mica més) i una cassola de vedella amb bolets. Tot i que soc bon menjador, podem dir que ambdues cassoles son molt generoses en quant a la quantitat. També que estan ben elaborades i resulten molt bones i no greixoses. El fet que les cassoles siguin de ferro és oportú perquè guarde l'escalfor molta estona i com la quantitat com he dit és important, no et menges fred el final del plat. De guarnició una amanida molt complerta d'enciam, ceba, tomàquet i olives i unes patates roses de veritat. Aigua, vi, gasosa, cafè i xarrup d'herbes. El pa, és molt bo, és un tipus de coca amb més molla, que serveixen calent. L'ambient rústic, informal, les taules amples i les cadires còmodes. Aparcament en el propi restaurant o a l'entorn, fàcil i gratuït. El servei atent, professional i ràpid, tot i que aquest darrer aspecte no el puc valorar estrictament ja que era a primera hora i estàvem sols al...