La comida como siempre muy rica, el problema en esta ocasión fue el servicio, fuimos una reserva de 16, todo empezó mal, nos tenían dos mesas montadas separadas, decían que nos lo avisaron cuando hicimos la reserva, cosa que no es cierta, dos llamadas se hicieron y en ninguna se habló de mesas separadas... Pedimos toda la cena y se nos dijo que no vendría toda la comida a la vez, comprensible, lo que no es comprensible es 1 hora de reloj entre plato y plato, además, después de 40 minutos de haber pedido, se le dice a uno de los comensales que su plato no puede ser como lo pidió, sin ofrecer disculpa ninguna. Cuando por fin traen todos los platos, en el momento se empiezan a retirar todos los platos de la mesa, excepto los de la gente que estaba empezando a comer, cosa que me parece tremenda falta de educación, ya que estás metiendo prisa y presión a la gente que recién empieza a comer, y se nos ofrecen postres... Tenían prisa supongo. Un comensal pide un café y le pregunta a la camarera si no nos pondrían unos chupitos o algo, que habíamos tardado muchísimo en cenar y que bueno... No sé, algo, a lo que la camarera se empieza a reír y dice no. Ya nos ponemos a comunicar a la camarera todos los problemas que habíamos tenido y ella muy soberbia lo justificaba todo y para finalizar, nos dice que no es culpa de ella, a lo que respondemos que no la estamos culpando a ella, pero que si no tienen posibilidades de atender una mesa tan grande, no cojan la reserva, se da la vuelta y se va dejándonos con la palabra en la boca. Finalmente vino otro camarero, nos ofreció disculpas y nos invitaron a 2 botellas de cava, aunque el mal rato ya lo habíamos pasado. Comprendemos que pueden pasar muchas cosas en un servicio, pero la actitud de esa camarera en concreto durante toda la noche no fue la más adecuada y la verdad es que nos agrió uma noche de celebración y desde nuestro punto de vista, mucha falta de organización para grupos grandes.