Restaurante Zenobio — Restaurant in Tegueste

Es un sitio agradable diferenciado en dos zonas. Entrando a la derecha hay una zona más íntima, cada cuatro mesas hay una separación y al fondo una mesa con capacidad para 8-10 personas separada del resto. Y entrando a la izquierda, hay una sala que es, digámoslo de alguna manera, el comedor general, cuyas lámparas son calderos de diferentes tamaños. El trato ha sido exquisito y la calidad de la cocina muy alta. Al llegar nos pusieron unas aceitunas y una salsa con cúrcuma buenísima. Pedimos: 1 plato de potaje, 2 papas rellenas, 1 ración y 1/2 de papas y costillas (la fotografía es de solo 1 ración), 2 secretos ibéricos (la fotografía es de solo una ración), 1 brownie, 1 flan, 1 cortado, 1 botella de agua grande, 1 CocaCola y 1/4 de vino de la casa. En total 47,30€. Muy buena relación calidad-precio, acompañado de un muy buen servicio, calidad de la cocina y raciones abundantes. Totalmente recomendado. Sin duda...

Con su reapertura el 10 de octubre de 2017 vuelven a sus orígenes con la identidad propia de “Casa de Comidas ZENOBIO”. Las recetas de siempre de la matriarca, doña Begoña, bajo la batuta de sus hijos y con un equipo de sala y cocina joven y comprometido. Eso sí, con una imagen más moderna y vintage con el propósito de que los clientes disfruten de sabores tradicionales en un entorno entrañable de “una casa de comidas”. Sus platos estrellas son la ensaladilla, las croquetas, las huevas de pescado, el pollo a la brasa y el bacalao encebollado. Y también incorpora entre otros, las papas con costilla, bistec, chuletas, conejo al ajillo, carrillada y muchas sugerencias fuera de carta. Buen producto, carnes frescas y el mejor precio. Les deseo mucha suerte y estoy convencida en que se convertirán en un referente de la comida casera...

Una carta no demasiado extensa, (y que por tanto dominan), complementada con unas sugerencias que van cambiando con frecuencia, en un local recién remodelado, decorado con gusto. Hay dos comedores, uno de ellos decorado con calderos haciendo de lámparas. El otro tiene varias divisiones, que aportan cierta intimidad, con mucho espacio para que quepa una silla de ruedas aunque la rampa de la entrada es bastante pendiente, y hay un escalón a la entrada, insalvables ambos sin un poco de ayuda. Las albóndigas y las croquetas son muy recomendables. El alioli de albahaca es genial. Casi en todo puedes elegir entre ración o media ración. Los precios tan económicos son otro...