Unanime Roca i Roca — Restaurant in Terrassa

Llevábamos tiempo queriendo venir a este restaurante, lamentablemente la experiencia ha sido para no volver y por supuesto no recomendarlo.

Detallo:

Miramos la carta expuesta en la vitrina simplemente por mirar los platos y el tipo de cocina que podíamos encontrarnos. Al entrar 2 mesas ocupadas 2 pax y 3 pax.

Le pedimos mesa para dos y automáticamente con tono seco y cortante nos dice que el menú de la vitrina es únicamente al mediodía, cosa que ya imaginábamos por el precio.

Al hacer la comanda viene el momento más incómodo : mi pareja se dispone a pedir en la sección de carnes y la camarera responde muy borde : “no hay” o “no tenemos” a cada plato por lo que a la tercera o quarta propuesta se sintió muy incómodo y acabo pidiendo unos chocos para acabar con ese instante surrealista.

Pedí una pasta rellena de queso y trufa con salsa trufada el cual más tarde me indicó (siempre con mal tono) que solo podían ser relleno de “carne” (me trajeron unos raviolis rellenos de boloñesa con salsa trufada … )

Le pregunto si tiene vino a copas y de nuevo con un tono muy borde me dice que "solo el de la casa". Llegaron un par de mesas más, clientes asiduos y el tono de la camarera era totalmente diferente amable y cordial.

Nos sentimos tan incómodos que decidimos acabar lo antes posible y marchar.

Intentó medio arreglarlo hablándonos como a personas al ver que no pedíamos ni postres ni cafés pero ya era demasiado tarde.

Calidad-precio es un 3/5, comida sencilla que se disfrutaría muchísimo más con un servicio simplemente correcto. Si no se disponen de ciertos productos que es entendible, se tendría que indicar de alguna forma, se puede permitir decir que no tienes 1 producto o 2, pero no esperar a que el cliente recite toda la carta. Tendría que tener tacto con la forma de dirigirse y tomar la iniciativa de indicar que hay o no.

Una pena por el duro trabajo que supone un negocio de hostelería y que queda en nada por las malas maneras...

Por donde empezar… lo peor han sido las esperas en general: llegamos y se han olvidado completamente de nuestra mesa, no nos han venido ni a tomar nota de las bebidas hasta que no lo hemos reclamado 3-4 veces y han pasado 45-50 minutos desde la llegada. Después de tomarnos nota habrá sido aproximadamente otra hora de espera hasta recibir el primero, aunque solo han traído 2 primeros de una mesa de 10 personas. Que además con tanta gente y tanto follón no sabían ni a qué mesa iban ni que plato traían ni nada. Un descontrol total. Al cabo de 30-45 min han traído el resto de primeros… la comida ha dejado bastante que desear, la mayoría de cosas estaban agrias o pasadas. El rissotto pasado, el timbal de escalibada agrio, las patatas fritas agrias… otra hora esperando al segundo plato. El local estaba a reventar de gente, considero que si no hay personal suficiente, deberían de abarcar menos mesas o hacer turnos horarios como en muchos otros sitios. El segundo lo hemos pedido que nos lo pongan para llevar porque ya se nos había quitado el hambre. Turno de los postres, otras 3-4 veces hemos tenido que reclamar que tomasen nota, y nada que no venían. Nos han tomado nota de los postres y cafés, ha vuelto a pasar más de media hora y nada, finalmente han traído solo los cafés y los postres no. Hartos de esperar, después de más de 3 horas allí para no comer ni la mitad de la comida ni en condiciones, hemos decidido irnos sin comer el postre. En un inicio nos lo querían cobrar todo, pero les hemos comentado lo sucedido y nos han descontado dos menús, por lo menos. Ha sido una experiencia horrorosa, cero recomendable. Lo siento mucho y me sabe mal por los camareros ya que no tienen la culpa, pero el servicio ha sido nefasto. A parte es difícil aparcar, y no merece la pena, tampoco es que sea un menú barato precisamente. No volveré y no...

Fuimos a cenar ayer sábado 26/8/23. Íbamos con buenas expectativas dado que uno de nosotros ya había estado allí dos veces y fuimos por recomendación suya. Salimos DECEPCIONADOS y desde luego con ganas de no volver. Pongo 1 estrella porque no puedo poner menos.

Pedimos tapeo 4 de nosotros, y las otras dos personas, un plato individual. Íbamos con idea de cenar juntos, pero como marcharon las tapas a cuentagotas y se olvidaron de los platos individuales, unos comíamos y otros miraban. Tuvimos que recordar hasta 3 veces que trajeran un plato, que al final ya acabamos por decir que no queríamos, dada la hora que era. Espero que les haya aprovechado, que por lo visto estaba muy bueno ya que ni cortos ni perezosos se lo comieron en la barra de cocina, en toda nuestra cara, entre risas y bromas. Muy profesional todo cara al cliente. Las croquetas que pedimos de cabrales, llegaron de bacalao. Por suerte no había nadie alérgico o estaría escribiendo esto desde el hospital. Raciones pequeñas no, minimalistas diría ya. Una pena porque la calidad de la comida era buena. Más de 1h30 para que empezasen a llegar los platos. Inaceptable.

La falta de profesionalidad y de respeto por parte de los camareros, total y absoluta. Más pendientes del móvil que de atender a las mesas. En concreto nuestra camarera, parecía que nos hacía un favor atendiéndonos, con tan mala cara que daba miedo pedirle el plato siguiente. La sensación global es de tomadura de pelo, de cámara oculta. Por si hay alguna duda, en el local había 3 mesas más para atender a parte de la nuestra, es decir, la atención nefasta no se justifica por el volumen de trabajo. Sigo esperando una mínima disculpa por...