Bar Restaurante Ateneo — Restaurant in Teruel

We called at 15’50h if they are still open for lunch and they said yes, we also said in advance that we would be arriving in 20 min which we did. When we arrived a woman assisted us but when she got out orders of TAPAS (instead of the menu del dia) it seemed like she did not like it at all. It was very UNPLEASANT how she treated us after. Only the waiter (the only guy in the restaurant) assisted us properly. We ordered 4 half tapas in total and we just wanted to have lunch fast and leave but the way we felt after our orders were taken made us want to finish fast and leave. On the other hand, the food was very good although the service was unexpectedly VERY BAD (except for the guy). I hope this review helps tourists like me, who, after coming to teruel expecting FRIENDLY PEOPLE comes to a restaurant with...

Menú diario a elegir entre más de 30 primeros, 30 segundos y una docena de postres por menos de 18€ incluye una bebida... Cierto, un menú caro puesto que en Teruel, y otro muchos lugares, se puede encontrar un primero, un segundo un postre y bebida por menos de 12€. Pero el poder elegir entre tantos platos te da la (casi) seguridad de poder comer lo que te apetezca... y también cenar.

En la carta se advierte de que el menú no puede compartirse, aunque ofrece la posibilidad de pedir medio menú. Los Risottos muy buenos, arroz y melosidad en su punto, lo que se dice un platazo de comida por calidad y, sobre todo por cantidad. Al terminar el Risotto ya no se podía con los segundos que consistían en Pimientos de piquillo rellenos de bacalao, muy buena presentación, secreto a la plancha con salsa de queso, tierno y bueno y asado del día, costillar con salsa barbacoa que, en el mismo momento de servirlos se solicitó que lo pusieran en fiambrera y nos lo llevamos para la cena, confirmamos que todo estaba muy bueno.

El personal no demasiado amable, disputas entre ellos y sequedad en el trato.

Vovería con la opción...

Muy mona la terraza cubierta, pero de poco sirve si durante la comida viene el señor calvo que trabaja allí a subir el toldo que tienes justo detrás un día de frío y viento. Amablemente le pedimos que volviese a bajarlo, ya que media terraza vestía chaqueta y abrigo, lógicamente, pero ellos consideraron que hacía calor (lo importante es que estén a gusto ellos, no los clientes que se sientan a comer...). En cuanto al resto de camareras, salvando alguna, el resto son absurdamente antipáticas y bordes, además de lentas y poco espabiladas. Les molesta todo, que pidas poco, mucho, que la llames... y no disimulan las caras de asco que traen de serie. Levantaron a la mesa de al lado después de pedir porque se equivocaron entre ellas con las reservas. Gritaron a otra mesa por venir 15 min tarde. No tienen nada bueno las pobres. No se puede ir amargado a trabajar, sobre todo en hostelería. La comida tolerable, de menús básicos, sin más.

Fuimos dos días seguidos porque era el único sitio abierto cercano a nuestro congreso, pero desde luego me encargaré de que nadie repita en el del...