After a few years with excellent food and ambiance tonight was simply said disappointing. The white wine of the house that was served in a glas as a starter was way different from the strong oak tasting white wine we ordered as a bottle (referring to it). The sirloin with rucola that I ordered medium was more or less rare. Fries were not well fried but more or less raw. The ravioli that were ordered filled with foie gras did not taste like filled with foie gras and last but not least the bill / invoice was not correct with one of our choices overpriced compared to the menu and a drink added we did not receive. This was unfortunately the last time for us @ one of our favourite places at the boulevard of...
Read moreEn los brazos generosos de Torredembarra se encuentra el encanto marino del Restaurante Sirgu, una joya culinaria que ofrece platillos con una generosidad digna de Neptuno. Sentarse en este templo de la gastronomía es como sentarse en la orilla del mar: la brisa salada que agita tu cabello, el sonido lejano de las olas, las vistas que podrían hacer que un pintor derrame lágrimas de alegría.
El personal, amables esferas de eficiencia, giran y flotan por el espacio con una cortesía que desarma. Ofrecen un servicio tan impecable que te hacen sentir como si estuvieras en una bóveda privada, pero con el espíritu alegre de una fiesta en la playa. Se comunican con la cocina por auriculares, un detalle que da un toque espía a la experiencia, permitiendo que el chef reciba tu pedido en el acto, como si estuviera escuchando tus deseos culinarios directamente desde tu mente.
Los platos son como cuadros comestibles, con un equilibrio de colores, sabores y texturas que pondrían celoso a cualquier artista. La carne es un tributo a la perfección, alcanzando un punto de cocción que parece preservar la esencia más pura del animal. Los acompañamientos podrían haber bailado un poco más en el paladar, pero su presencia no ensombrece la sinfonía de sabores que el plato principal toca.
El menú, un viaje culinario que cambia con las mareas del fin de semana, está repleto de sorpresas. Y por si fuera poco, la inclusión del Citrus Roll y las Florentinas de chocolate me recordó al romance de Romeo y Julieta, un dúo tan perfecto que suspirarías con cada bocado.
Un guiño a las familias también forma parte de su encanto, con un trato respetuoso y considerado hacia los más pequeños.
En resumen, una visita al Restaurante Sirgu es como un cálido abrazo de la madre mar, un espacio donde la creatividad y la calidez y se dan la mano para ofrecer una experiencia culinaria inolvidable. ¡Volveremos, oh capitán, mi...
Read moreEstábamos tomando algo por la tarde, nadie en la terraza cubierta, solo nuestra mesa (tampoco dentro ni en la terraza contigua). Mientras todo el personal comía, nosotros ahí tomando nuestra consumición. Perfecto. Todo de buen rollo, hasta que llegó la cuenta, no sé si es por qué se tuvo que levantar y dejar de comer o por qué le apeteció ROBARNOS en toda la cara. Pedimos una caña y otra caña más grande que la normal y el camarero nos dijo LITERAL: "te la servimos en una copa de vino que cabe un poquito más que la normal, solo un poco, porque no tenemos jarras". Bueno, pues vale, aceptamos esa ridícula diferencia de cantidad. Lo bueno viene con la cuenta:2'40€ una caña pequeña (caro, pero vale) y 5€ la copa de vino (con la indicación del camarero que la cantidad era escasamente superior).
Obviamente, me quejé pero de nada sirvió. Tendrían que tener mayor cura con la clientela, sabiendo que es una tarde de invierno, con el temporal que había, que no hay nadie, que estamos todos ahí aceptando que se pongan a comer en nuestra mesa de al lado (cuando tenían todo un salón dentro y otra terraza contigua al lado libre, 0 personas) y modular el precio o indicarlo de un inicio, "OYE QUE TE VAMOS A COBRAR 5€ POR UNA TRISTE COPA DE VINO LLENA DE CERVEZA" y entonces hubiese escogido o no pedirla.
Ya no es el precio, es la falta de empatía y de información, que se piensan que por estar donde estar, pueden aprovecharse de todo. Nunca había escrito una queja tan rotunda, pero es que me sentí tan...
Read more