No haría honor a la verdad si no dijera desde el principio que Casa Moraleda sigue siendo un restaurante a recomendar y que todavía mantiene cierta oferta de calidad, que esperemos no se eche a perder. Por lo cual, les recomiendo cuidar los pequeños detalles que podrían dar al traste con una cocina basada en buenos productos y bien cocinados. Siendo un lugar pequeño, conviene reservar. Con más de 70 años de tradición, el Restaurante Casa Moraleda es uno de los lugares que fue emblemático entre la oferta restauradora de Torrelaguna y que conserva cierto tono limpio y acogedor, a pesar de que la techumbre de los comedores de los sótanos resulte un poco baja. El acierto es que, al correr de los tiempos, se ha sabido ir adaptando a las nuevas demandas turísticas que pretenden disminuir el dispendio que vienen suponiendo las comandas de platos y vinos a la carta en las salidas de fin de semana, por lo que desde hace tiempo Moraleda oferta menús de fin de semana (y diarios) que, hasta no hace mucho, cubrían holgadamente su propuesta restauradora. Con todo, pretendiendo distinguirse por una “cocina tradicional y de autor”, de la mano del meritorio Jaime Moraleda, y aunque la atención sigue siendo correcta, pero con una pizca de menor profesionalidad, quienes hemos reiterado nuestra presencia en su local percibimos cierta merma general respecto de ocasiones anteriores (raciones más justas, vino sin embotellar, esperas entre plato y plato, chuletillas que ya no son a la brasa…), quizá inspirada, o no, por los precios tan asequibles de los menús que ahora ofertan (entre los 18 y los 20 euros), ante una carta que parece haber caído en desuso (resuelta en un par de hojas deslucidas) porque tampoco añade ni mucha más variedad ni un plus verdaderamente significativo respecto del menú que, hay que decir, es lo que la mayoría -por no decir la...
Read moreEl lugar está céntrico y muy bien situado. La comida abundante y de decente calidad. Comimos de menú a 21.90€. Nos recomendaron los asados y el cocido, pero decidimos probar el menú, aunque vimos pasar para otras mesas los diferentes platos del cocido, y merecían la pena. Entonces ¿Por qué no pongo 5 estrellas? Simplemente por un feo que nos hicieron como clientes. Al llegar había varias mesas disponibles, y en todas ellas daba la sombra. Indicamos a la persona que nos atendió que yo personalmente quería una mesa que me diera un poco el sol, y preguntamos la posibilidad de retirar la mesa unos 30 cm, ya que con eso yo podría tener sol y mi compañero quedaba a la sombra. Nos indico que no era posible, porque si separaban las mesas un poco les podrían multar. Entendí la situación y dejamos la mesa como estaba. Hacemos la comanda y, a los diez minutos, llegó otro grupo de clientes, que a pesar de haber dos mesas disponibles a la sombra, contiguas que podían juntar en caso necesario, les sacaron del interior una mesa situándola en una zona de sol. Entiendo que esos clientes sean clientes habituales y haya confianza para solicitarlo, pero no me parece justo que por tener confianza o no, se tengan deferencias ante unos clientes y otros cuando no han pasado ni siquiera diez minutos. Si se le puede ofrecer una mesa nueva a unos clientes se me podía haber dado la misma opción a nosotros, y no negarnos mover una mesa 30 cm por una posible sanción. ¿Recomendaría el establecimiento a otra persona? Si no hubiera pasado esto, probablemente, a día de hoy seguramente no, ya que no quiero enviar a gente conocida a un sitio donde puedan tener más o menos preferencia ante...
Read moreVisitamos Casa Moraleda con ganas de probar su famoso cocido y conocer este restaurante tan mencionado en Torrelaguna. El sitio, a primera vista, es muy agradable: tiene unas pocas mesas en la entrada, una zona interior amplia y unas salas tipo “cuevas” muy bonitas y con buena temperatura, que le dan un toque acogedor y diferente.
La atención fue correcta y el ambiente tranquilo. Sin embargo, la oferta gastronómica nos pareció algo limitada. La carta no tiene demasiadas opciones, el menú cuesta unos 32,90 €, y los platos sueltos también resultan algo caros. El cocido —que es lo típico del lugar— cuesta 27,50 €, y aunque es su plato estrella, en nuestro caso nos resultó algo soso y sin demasiado sabor, además de venir ya emplatado en lugar de servirse por partes como suele hacerse.
Pedimos también un cachopo, y fue sin duda lo más flojo: pequeño, carne dura, poco queso y sin sabor a Cabrales, más parecido a un San Jacobo que a un buen cachopo asturiano.
Por lo demás, el sitio tiene encanto y parece que hay platos (como los judiones o los postres caseros) que sí gustan mucho a otros clientes, pero nuestra experiencia no estuvo al nivel del precio que pagamos.
En resumen: Un restaurante con encanto y buen ambiente, pero con una relación calidad-precio mejorable y platos irregulares según el día. Si vas, quizá lo disfrutes más si eliges su especialidad o menú del día, pero no esperes una experiencia...
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