La Hípica de Tres Cantos — Restaurant in Tres Cantos

Comimos ayer, y salvo la ubicación de las mesas en un jardín muy agradable el resto de la experiencia fue desastrosa. Teníamos reserva a las 14. Estábamos solos al llegar. Entramos y esperamos en la zona de la barra, como indicaba un cartel. Como si fuéramos invisibles, ni hola ni qué desean, salían y entraban como si no nos vieran. Nos asomamos para ver si nos atendían y una señora (gafas, pelo largo recogido en coleta) que más tarde fue quien nos tomó nota y que imaginamos tiene cierto peso en el negocio, nos dijo de muy malas formas que esperáramos. Finalmente nos sentaron. Pedimos a la misma señora, desagradable al máximo. Nos sirven mientras el aperitivo. Habían pasado más de 45 min. El restaurante ya lleno, todo el mundo comiendo y nosotros sin los entrantres habiendo llegado de los primeros. Lo comentamos. Vemos cierto revuelo. Viene un camarero muy agradable y nos dice avergonzado que perdonemos, que hubo atasco en la cocina. Atasco de nuestra comanda claro. El resto de los clientes comían. La famosa señora ni pregunta ni pide disculpas. Lamentable. Los entrantes salen. El pulpo frío. El revuelto de morcilla soso. Llegan los segundos. Lamentablemente varios pedimos risotto de bacalao. De vergüenza. Un puche blanco, una vergüenza servir eso y cobrarlo a ese precio. Algunos pidieron carne. Cabrito y solomillo. Normal, nada destacable. El postre, sólo puedo opinar del helado, correcto, y el tiramusú, en la línea del risotto, un yogurt malo. Éramos 6 adultos y 3 ñiños en dos mesas. Lamentable todo, el servicio, la comida...etc. salvamos a algunos camareros, muy amables, que intentaban arreglar la situación. Y esta señora, de verdad, no sé cómo puede estar de cara al público y menos con cierta responsabilidad. Una pena. Ni volvemos ni lo...

No me devuelven la señal que dimos para la celebración de una boda cancelada por COVID en 2020.

Resumiendo, quería comentar que esta gente se ha quedado con los 600€ que dí de señal en Diciembre del 2019 para una boda que tenía que haber sido el 30 de Mayo del 2020. Coincidió con el confinamiento y Marga, la única persona con la que hemos tenido contacto, en un principio nos dijo que podíamos mover la fecha sin problemas para posteriormente decirnos que no, que teníamos que adaptarnos a fechas que ella nos proponía, algunas de ellas incluso en viernes que nada tenia que ver con lo que habíamos pactado inicialmente. Finalmente al no terminarnos de cuadrar ninguna fecha, aunque apalabrámos alguna que nos propuso, decidímos cancelar la boda por la incertidumbre de lo que podía pasar en este 2021. Se negó a devolvernos la señal. Ella dice que la hicímos perder mucho dinero con las fechas que habíamos apalabrado, pero la realidad es que cuando se llegó a esas fechas o seguíamos confinados o había restricciones que hubieran imposibilitado la celebración ya que éramos entre 90 y 110 comensales. La solicitámos la devolución de la señal mediante burofax y abogado y también se la solicitó copia del contrato. No contestó y el caso está ahora mismo en la Oficina de Consumo de la Comunidad de Madrid.

Si estás en la misma situación con esta gente, ponte en contacto conmigo para estudiar demanda...

Volví para cenar por mi cumpleaños con mi pareja. La vajilla era horrible, de menú de barrio. Las copas pequeñas y de cristal gordo. Pedimos tartar de salmón, lo que se tradujo en una base de lechuga, con aguacate en lonchas y trozos enormes de lonchas de salmón ahumado sin sabor. La crema de boletus y puerros podría ser de cualquier cosa. Las alcachofas estaban muy bien, sin nada más que sal. El ciervo hubiera preferido que estuviera en lonchas más finas, al ser una carne más fuerte de sabor. La carta de vinos no está actualizada y poca opción hay. Creo que no volveremos. La atención de los camareros muy buena.

Pedimos menú ejecutivo para 10 personas. Tuvimos que pedir rellenar las copas de vino y , a pesar de preguntar cómo se quería el solomillo, se repartió la carne sin tener en cuenta las preferencias expresadas. Además, no había disponible todos los postres del menú, solo una opción de tres. El trozo de tarta de queso que venía en el surtido de pasteles esta duro, seco y resultó muy desagradable. Pedí café fuera del menú y me resultó caro pagar 2.60 € por un café solo. La crema de bogavante estaba muy buena, pero el revuelto era muy escaso. El pato confitado estaba hecho con demasiada prisa. Las veces anteriores que he ido ha sido mucho mejor. Espero que fuera...