La Posada de Perico — Restaurant in Uclés

Los que nos pareció poco agradable fue la experiencia antes de sentarnos. Llamamos a las dos para reservar mesa. Nos dijeron que no aceptaban reserva ma que no había problema para comer. Una vez llegados a las 14.30 había 9 personas por delante y la verdad que iban dando mesas bastante rápido. Pero de repente dieron una mesa a dos carpinteros que entraron después de nosotros. Nos pareció "aceptable" al final nosotros no teníamos mucha prisa. Luengo dieron mesa a otros tres chavales que también entraron después. Así pregúntamos junto a los otros que estaban esperando el porqué, sin alterarnos, solo por curiosidad, y la camarera rubia primero nos dijo que habían reservando. La cosa nos pareció raro, le dijimos que nosotros también habíamos llamado por reservar y nos contestó que esto era después que ya se habían agotado las mesas (?). Para completar, acercándose nos dijo que había otros restaurantes y que no estábamos obligado a esperar (??). Bueno, algo que me parece horroroso decir a un cliente. Entiendo que el sitio estaba a tope y que no es sencillo trabajar en estas condiciones. Además entiendo que puedas ofrecer un trato privilegiado a la gente del pueblo trabajadora que tiene prisa. Pero este comentario gratuito y arrogante nos pareció vergonzoso. Todavía no se porque decidimos quedarnos y no ir a darle dinero a otro restaurante... Al final la comida está buena y el precio del menú todo considerado de 15 euros es "ok" (a pesar que en muchas capitales puedes comer por 12). El trato recibido del camarero que nos atendió en la sala de abajo bueno y...

Comida buena. Atención recibida MUY mejorable. Precio aceptable.

Llámanos con antelación para reservar mesa para comer. Una mujer nos indicó que no aceptaban reservas. Había que ir y esperar. De acuerdo, así lo hicimos. Llegamos, hacemos cola y esperamos nuestro turno (éramos 2). Llegan 2 trabajadores detrás nuestra y les sientan enseguida. No decimos nada, seguramente sean trabajadores locales y tienen más prisa que nosotros. Vale. Al rato llegan 3 chicos jóvenes y les sientan también delante de nosotros. En esta ocasión, le preguntamos a la mujer rubia que qué ocurría dado que llevábamos esperando más tiempo. La mujer nos indica que habían reservado. A lo que le indicamos les habíamos llamado para reservar y nos habían indicado que no hacían reservas. A lo que nos contesta: "sino queréis esperar, podéis iros a otro restaurante eh". Y luego nos dice: " y sino sentaros en la barra, tomaros una cerveza y esperad, que estáis de vacaciones!". Comentarios totalmente fuera de lugar y muy lejos de un trato al cliente aceptable. A punto de irnos por el trato, otro camarero pareció percatarse de la situación y nos dirigió a una sala aparte, donde había mesa libre, donde pudimos sentarnos y dónde su trato y profesionalidad hicieron que no nos largásemos del lugar.

No recomendaremos el lugar, ni volveremos. Sencillamente por el trato recibido por la mujer rubia con gafas del restaurante. Un cliente que pregunta sin más, no puede recibir el trato que recibimos nosotros. Esperamos que esta persona mejore en su trabajo, porque...

El local es amplio, aunque bastante ruidoso. Pudimos reservar una mesa grande con poca antelación. Tenían todo preparado al llegar. Durante la comida hubo un problema con un camarero, que nos manchó. Son cosas que pasan. Fueron muy amables y tuvieron un detalle con nosotros al finalizar la comida, lo que es de agradecer. En general, el servicio es profesional y muy atentos. El menú en fin de semana fueron 15€, incluyendo una bebida, postre y pan. La comida en sí a mí y a la mayoría del grupo no nos gustó. No estaba rico. Las raciones eran suficientes en cuanto a tamaño, pero en general no estaba bueno: carne dura, pescado muy frío, champiñones con jamón donde no vi ni un trozo de jamón,... La excepción, los postres, todos caseros. Todos muy sabrosos y deliciosos. El resto,...