El Asador de Mikkonos — Restaurant in Valencia

I recently dined at Mikkonos, a stellar grill restaurant, and it was an absolute delight. The manager's recommendations were spot-on, showcasing an unparalleled level of expertise and care. The attention to detail and warmth of the service made the experience feel like a homecoming. The appetizers were a true testament to culinary mastery (particularly the bravas and croquetas), and the overall quality of the dishes exceeded expectations. It's a rare gem to find such a high standard of service coupled with a genuine, familial touch. Mikkonos earns a well-deserved 5-star rating for an exceptional dining experience. Don't forget to try the Chuleta, and if you still feel capable, ask for their torrijas for...

No os dejéis engañar por el exterior humilde del edificio. Este asador ofrece en su interior toda una experiencia gastronómica y una impecable atención al cliente que te deja con ganas de contarle a todo el mundo acerca del local. En cuanto a la comida: El torrezno (con un nombre muy gracioso, "barrita energética de Aragón"), con carne de muy buena calidad, al ser un plato tan simple es difícil lucirse pero aún así nos ha encantado. El canelón de longaniza estaba increíble, con una salsa de tomates asados y camembert que se fundía perfectamente con la pasta. Además, la ración entera sirve a 4 personas y ya de por si parece un plato principal. Las croquetas de jamón y de rabo de toro (fuera de carta) estaban buenas, pero para nosotros menos destacables que los otros dos entrantes que probamos. La parrillada de carne es muy variada y permite probar algunos embutidos muy buenos que ofrece la casa, pero al ver otros platos de carne servidos a otros comensales quizá sería mejor apuesta pedir uno de sus chuletones o incluso el entrecot. Finalmente, el arroz meloso de setas, carrillera y trufa (fuera de carta) ha sido de los mejores arroces que hemos probado (como Valencianos que somos, esto ya tiene mérito). El arroz estaba en el punto perfecto y salía en olla de barro, una presentación impecable. No cometáis el error de no pedir postre porque el milhojas con crema de queso es el mejor final posible a una ya excelente comida. La torrija estaba espectacular también, pero el milhojas le roba protagonismo sin duda. En cuanto al servicio: No hemos podido estar más bien cuidados y atendidos. Las camareras han sido super atentas y amables, y han agilizado las transiciones entre platos de manera que casi ni nos dábamos cuenta de que nos habían cambiado los cubiertos para el siguiente. Además, se nota que el dueño le tiene mucho cariño al local y a todos los comensales, y le hemos visto ir de mesa en mesa comprobando que todos estuvieran contentos con la comida. Da gusto ver un sitio tan bien cuidado a nivel personal y...

El asador de Mikkonos: Recomendable al 1000X1000 y es que aun que jamás hubiera entrado en este lugar si no me lo recomiendan, por qué es cierto que no está en una localizacion de los más privilegiada, me sorprendió en su totalidad. Pensé que después de los últimos asadores conocidos, no habría ninguno que se les igualase y que equivocada estaba. Cocina hiper profesional, delicada y con productos frescos de alta calidad que bien es cierto que se pagan, pero que valen muchísimo la pena. En la cuenta final podéis ver todos los platos de carta que probamos y se quedaron otros tantos por probar. No sabría deciros cuál fue mi preferido, por qué las croquetas eran pura ternura y cremosidad, el pulpo máximo sabor y contraste, los gambones con champiñones explosión de frescura y tradicion y que decir del plato principal. 1.300kg de chuleta de vaca gallega con maduración de más de 75 dias, que fué un auténtico sueño y placer disfrutar, tierna, sabrosa, con el punto exacto que pudimos terminar en una piedra que colocaron a nuestro lado e hizo de ese momento algo inolvidable. Los postres tampoco puedo intentar explicaros con palabras lo que fueron, las milhojas de queso crujientes, frescas y delicadas junto a la gigantesca torrija con helado, final explosivo, todo casero y hecho en el momento. Me enamoró cada uno de los rincones del lugar, su iluminación, su decoración, su encanto, el ambiente que se respiraba y nada que decir de su equipo, atento, amable y familiar. Gracias Valentina por hacernos pasar una noche fantástica y estar pendiente de nosotros en cada momento. Si tuviera que poner una nota negativa, por qué me obligasen y no por que pudiera, sería que para mí gusto, que no quiere decirse que para otros, a los gambones les habría puesto un poquito más de sal y de ajo. Por lo demás, no tengo palabras que puedas describir lo maravilloso de la experiencia de...