Pocas veces me atrevo con esa interacción de literatura y cocina. Y es que, aparte de no ser crítico gastronómico mi lenguaje está escaso de verbo para con el sabor. Pero no puedo después de mi experiencia en PUERTO CHICO, no valorar y compartir la experiencia para con el lector que se interese por una cocina de alta calidad y económicamente posible. Y el principal motivo para esta reseña es la sensación de felicidad que me han producido los pintxos y tapas, un soplo de seretonina y endorfinas directo de las glándulas gustativas a la experiencia cognitiva. PURO PLACER. Culturalmente cómo vasco la gastronomía y el buen comer está muy presente en nuestro día a día, en lo cotidiano. Por eso quizá compartir esta isla de cielo, este oasis de manjares al viajero, al lugareño y todo quien aprecie la comida desde la calidad y el amor. Y es que, es eso lo que desprende la comida en cuanto sale de la cocina. Una presentación de lo que a degustar está perfectamente ordenado y estudiado para dar que sentir. Las profesionales de la cocina han sabido clavar y ligar la cocina moderna con la tradicional. Otro aspecto precioso y súper cuidado ha sido el detalle de una camarera, "Mary" se llamaba, en explicarnos (antes de "lanzarnos a la batalla") con mucha dulzura los ingredientes, sensaciones y la forma correcta de consumir los platos para sacar lo mejor, y con ese LO MEJOR me refiero al amor y cuidado que solo quien ama su trabajo sabe ofrecerte. No obstante también indicar que no solo es la interacción gastronómica entre lo moderno y tradicional lo que encontrarnos, si no diferentes temáticas de la cocina internacional, que hace presencia durante la semana invitando al comensal a escapar de la capital por el sabor cualquier día. Os explicaría mis platos, pero para eso creo que ya están Mary y sus compañeras . Yo simplemente os regalo este descubrimiento para todo y toda aquella lectora y amante de la cocina que haya aguantado mi incontinencia literaria. Un último consejo, no os vayáis sin degustar "lechazo taj majal", una pasada.... Un...
Read moreFuimos un sábado a comer, nos cobraron 20€ a cada uno. La comida era muy muy poca cantidad(por no decir escasa) para ser un menú de 20€. Nos pareció una absoluta cutrez de comida con platos de muy poca cantidad , parecía como si en vez de un menú, estuviéramos pagando por dos tapas. Ni siquiera nos pusieron una botella de vino por cada dos, era una copa de vino por cada persona. Creo que por un menú de 20 euros por persona, lo mínimo y más adecuado, es poner una botella de vino por cada dos como en la mayoría de restaurantes de este país. No entiendo como la gente de Valladolid valora tanto este sitio. De hecho, la camarera fue una completa maleducada y borde cuando la preguntamos una cosa. Tardaron además mucho en atendernos y en servir el primer plato, tardaron más de 10 minutos contados. La calidad de los platos era básica (por mucha elaboración francesa que tuviera uno de los platos) y la cantidad recalco escasa escasísima para el precio. Además el menú solamente lo podías ver en un QR, el camarero que te dice lo que tienen y te lo repite varias veces pero no tienen carta física para leer, como tiene que ser lo normal para personas mayores que no usen las tecnologías. En fin... un...
Read moreFuimos a pinchar algo rápido el sábado 8/10/22. De entrada la atención regular, se nos indicó que la cocina ya iba a cerrar. Pedimos una croqueta, chipirón, una especie de buñuelo de bacalao y como parecía un poco impertinente sólo pedir eso, pedimos también un Tataki de atún que inflara la cuenta un poco más.
Todo regular y pequeño. Pero es que el atún, directamente estaba MALO, (y no me refiero al sabor, que también). Se notó al pincharlo. Meterlo en la boca fue una sensación de podrido, y rápidamente picor. La foto adjunta es lo que dejamos en la mesa. Decir que comimos dos cachos (uno cada comensal).
Como probablemente la respuesta sea que si estaba malo podríamos habernos quejado y lo habrían cambiado, me adelanto y comento que también podrían haberlo preguntado al ver que pagamos (en la mesa con datáfono) y que nos vamos y el plato se queda ahí. Quizás no les extrañó que nos fuéramos. Y es que me cuesta mucho trabajo pensar que se puedan cometer errores tan de bulto con pescado crudo.
En fin, que se me hace ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE recomendar este lugar. Y por más vueltas que le doy, sigo sin comprender...
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