Reservamos para comer, y he de decir que menos mal porque cuando llegamos estaba todo lleno. Fuimos un lunes, allí en Valladolid los lunes cierran bastantes sitio en hostelería y este está abierto.

Mi pareja ya había ido en bastantes ocasiones y yo tenía ganas de probarlo. Me gustó mucho, la presentación de la comida y el sabor.

Por otro lado, había platos fuera de carta, me llamó la atención que al decirlos nos dijo también el precio (sin tener que preguntar nosotros), cosa que es de agradecer ya que en otros sitios no recuerdo que esto haya sido así.

En algunos platos se puede pedir media ración o el plato entero. Pedimos para compartir todo y ya desde cocina nos lo trajeron para que fuese más sencillo.

Pedimos cuatro platos en total:

Ensalada de ventresca con pimientos. Cogimos media ración. Estaba buena, pero quizá de todo lo que probamos es lo que menos me sorprendió.

Milhoja de berenjena rebozada. Pedimos media ración y me arrepentí en el momento de probarlo. Qué maravilla!!!! La próxima vez pediré dos ;) obviamente este plato lo recomiendo sin duda alguna.

Timbal de calabacín. Pedimos la ración entera, ya que de este plato no se podía media. También exquisito.

Bacalao al pilpil. Pedimos la ración entera, porque es la única opción. Y en este caso como he comentado anteriormente, desde cocina nos lo repartieron en dos platos. El bacalao es mi pescado favorito, y siempre que lo hay en la carta lo pido, en ningún sitio de los que había probado me había parecido que estaba bien hecho, hasta que probé este. Otro de los platos que sin duda repetiré la próxima vez.

Quizá es un sitio algo más caro de lo que suelo acostumbrar (no puedo compararlo con otros sitios de Valladolid, ya que no he probado nada más). Aún así, como ya he dicho, repetiré, porque creo que merece la pena.

Al pedir, te ponen unas aceitunas de entrante. El pan ya está servido (lo hacen al montar la mesa). Los platos salen rápido.

No pedimos postre, ya que queríamos fruta y ese día al menos no había.

El día que fuimos estaba la puerta abierta, así que bien, por estar ventilados.

El baño estaba limpio y disponían de gel hidro alcohólico en varios sitios diferentes del restaurante, no solo en la entrada.

Bonita decoración.

Por decir algo negativo. Yo como despacio, y me "molestó" un poco que el camarero no respetase mis tiempos, ya que al terminar mi pareja venía en seguida a retirar los platos.