El 25 de junio de 2023 decidimos con mi familia, tenemos dos hijos, uno de ellos con discapacidad, cenar en esta institución. Lo primero que noté fue que solo una camarera de piel oscura realmente trabaja en esta institución, tiene cortesía. Lo segundo es que esta cafetería atiende principalmente a los suyos (obviamente clientes locales y habituales). En general, el territorio del restaurante se divide en dos zonas: una cafetería (en la calle) y un restaurante en el interior. Entramos en el restaurante, nos sentamos durante 20 minutos, nadie se acercó a nosotros, está bien, no se nos habría perdido nada, nosotros mismos fuimos al mostrador, hicimos un pedido. Elegimos las bebidas, volvimos a nuestra mesa (en ese momento prestamos atención, lo más probable es que la policía local llegara con nosotros al mismo tiempo, obviamente para el almuerzo, por supuesto que los sirvieron primero con todos los fantasmas, pusieron una mesa separada) , y probablemente conoció al dueño mismo, bueno, o al gerente) continuó regresando a la mesa, pero nuevamente nadie se nos acercó así, no trajeron bebidas y ni siquiera una carta de menú. Nadie se disculpó porque, por ejemplo, hay muchos clientes, debe esperar y cuánto. Después de esperar otros 30 minutos, salimos afuera, pensando que tal vez habría un servicio mejor y más rápido. Nos sentamos otros 30 minutos, una camarera de piel oscura, que era la única que estaba cumpliendo correctamente con sus funciones, nos llamó la atención y le pidió a otro mesero que nos sirviera, dirigiéndose hacia él Kiko. Kiko subió con un mantel en las manos, lo puso sobre una mesa muy sucia (en migas, restos de mayonesa y ketchup, una especie de restos pegajosos de cerveza) y se fue y dijo que necesitaba llevar una libreta para hacer los pedidos . Kiko volvió y tomó el pedido, comida y bebida. Pasaron otros 15 minutos y se nos acercó otra camarera, no la habíamos visto antes. Y nuevamente preguntó qué estábamos pidiendo, le dijimos que el pedido ya lo había hecho otro mesero, a lo que ella respondió que él solo toma bebidas, y ella toma comida. Volvimos a decir que ya habíamos tomado el pedido, que le pregunte a Kiko, a lo que ella levantó la voz, empezó a ser grosera, es decir, a hablar irritada, con evidente falta de respeto al cliente absolutamente, cosa que está prohibida en este tipo de establecimientos. En general, ahora no queremos una actitud tan irrespetuosa hacia nosotros mismos, hambrientos, salimos de esta institución "no amigable". Por ello, recomiendo al titular de esta institución que reconsidere la actitud hacia los clientes, y la composición de la plantilla, dado que España es un país donde la igualdad es una prioridad, no debe haber privilegiados y separación de personas, ya sea una persona común o un policía o un extranjero ¡Esta tarea no...
Read moreWe started the first day of our holidays by visiting La Traviata. We went into a lovely area set out for dinner. We ordered bread & Alioli for a starter and some wine. The girl brought olives & crisps which we didn't want but they were not taken away. I ordered canaloni, and my husband had bolonaise with fresh pasta. My food was grey in colour and not very appetising or flavoursome. I picked at the cheese sauce. My husbands bolonaise was not very flavoursome either and the fresh pasta was hard and undercooked. We had coffee. And we're offered a lemonchello on the house. I felt the server was a bit dizzy in serving us a bit all over the place which I wouldn't have expected as we were the only people in the place. We would...
Read moreContexte : samedi soir vers 22h. Beaucoup de monde et attente. Jusqu'ici c'est normal. On se met dans la file d'attente. Plus difficile d'accéder à la terrasse complète. On nous propose une table en salle ( 3 personnes) : pas de problème, en plus la salle est climatisée ! Par contre, derrière on a l'impression d'être oublié. Pas de couverts posés, pas de cartes proposées. A une autre table, je vois une personne ( locale) se lever pour commander au moins à boire, parce qu'ils semblent attendre depuis un moment. On regarde les serveurs défiler et s'affairer vers la terrasse. A l'intérieur, on s'occupe de débarrasser les tables qui se vident, mais toujours rien de notre côté. Un espoir quand un serveur nous voit et semble nous prendre en compte. Faux espoir. Au bout de 25minutes nous sommes partis, de peur d'avoir à attendre autant de temps entre la commande des boissons, le service des boissons, le repas, et éventuellement un dessert. C'était notre deuxième visite ici et ça a été le jour et la nuit. La première fois : parfait ( nourriture et service). Cette fois c'était horrible. Conseil : il faut choisir son jour, son horaire et espérer que les serveurs aient envie de...
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