Taberna Do Carril — Restaurant in Vilagarcía de Arousa

Han entrado en la política de no reservar… te dicen q vayas y q si no tienes mesa q esperes. Sres.. si me voy a gastar del orden de 50€ por persona lo mínimo q quiero es llegar sin estrés a la hora acordada y tener una mesa. Q estamos hablando de Carril no de Benidorm… Una vez en el local, y después de muchos años yendo en invierno y en verano encontramos un trato arisco. Nos quieren sentar en una mesa apretados y cuando les pido q nos pongan en otra mesa q veo libre me dicen q esa no esta disponible. Pido hablar con la jefa/jefe, si no reservan no entiendo eso de q la mesa esté ocupada. Al final acceden a sentarnos en esa mesa. Hasta ese momento habíamos llegado 3 de los 6 comensales y viene la camarera a decirme q si no estamos todos no nos puede dar servicio… a lo q le contesto el resto están llegando si quieres te pido ya… y me dice tengo más mesas no te puedo atender con muy malas formas. Un despropósito. En ese momento aparece el dueño y le hago una seña para hablar con el. Intento relajar tensiones pero su actitud es aún peor q la de la camarera. Llegados a este punto nos teníamos q haber levantado e irnos… pero teníamos el compromiso de comer marisco con los críos y optamos por quedarnos. Pedimos mariscada para 4, dos raciones de pulpo y dos de almeja. El pulpo aceptable. La almeja diminuta… la mariscada solo llevaba bogavante pequeño, 4 necoras pequeñas macho y un puñado de percebes ridículos… nada q ver con otras ocasiones. El trato de la camarera dejó mucho q desear. Parecía q hubiera q pedirle perdón por respirar… xej cuando trajo el pulpo le dije “me puedes por favor traer unos palillos?” Y su respuesta fue “ya voy” con desaires… 255€ 6 personas con una botella de vino, 2 refrescos 4 postres y agua. A los 3 cafés y 2 chupitos nos invitaron único motivo por el q dejamos 3€ de propina. Después de muchos años yendo jamás tuvimos una experiencia tan mala. Nunca mais!!! Ahí os quedáis con vuestra prepotencia q sitios para comer marisco...

Hemos estado varias veces y la comida nunca ha sido especialmente buena pero había variedad y era económico. Además era un sitio en el que atendían muy muy bien y eran muy cómodo porque tenemos perro. Hoy la experiencia ha sido totalmente opuesta, hemos ido y ni siquiera nos han atendido en la terraza (lo podemos entender porque había gente aunque no estaban ni la mitad de la mesas ocupadas), hemos entrado a pedir y la camarera no atendía y además y desaparecía constantemente. Cuando por fin he conseguido hablar con ella, le he preguntado si daban cenas fuera (lo he preguntado porque he escuchado a un señor quejarse) y me ha dicho que zamburiñas y almejas si pero el resto de la carta tenía que ser dentro. Nos ha parecido raro pero hemos accedido y he aprovechado para pedirle la bebida ademas de preguntarle si tenían servicio de terraza. la respuesta ha sido afirmativa y me ha comentado que me sacaba ella la bebidas. Después de 15-20 minutos hemos tenido que volver a entrar porque no nos sacaban las bebidas, hemos tenido que volver a pedir (otros 20 minutos aproximadamente) y le hemos dicho que lo sacábamos nosotros, nos ha cobrado las bebidas y le hemos pedido las zamburiñas y almejas que nos había ofrecido antes. Ahí ha venido la gran sorpresa, la respuesta ha sido que no nos servían nada fuera y nos ha dicho que teníamos que entrar. Al decirnos eso le hemos comentado que teníamos perro y directamente nos ha respondido que entonces no podemos. Entiendo que no acepten animales dentro, me parece completamente razonable, lo que no entiendo es la mala atención de la camarera, tener que estar esperando 40 minutos para 2 cervezas y que finalmente no nos sirvan cena después de habernos confirmado que platos se podían comer y habernos dado mesa. Como he dicho antes, es un restaurante al que hemos ido en varias ocasiones precisamente por la amabilidad del equipo pero no volveremos. Una atención...

El lugar es bastante anticuado, pero por sus buenas valoraciones nos decidimos a probar el lugar para comer. A la entrada nos atendió la camarera en la barra del bar y no tardando mucho nos pasaron a la mesa del comedor. La media de edad de los comensales era bastante elevada, por contrapartida de menores que iban en familia, ya por este hecho nos sentimos un poco fuera de lugar. Una vez que nos sentamos nos llevaron las cartas, no muy variadas: entrantes, pescados y carnes, en muchos de los platos no venía reflejado el precio y algunos de ellos, en lugar del precio, unas siglas que no se entendía el significado, puesto que no había a pie de página nada que las aclarase. A los 30 minutos nos sirvieron la bebida, sin querer apuntarnos lo que íbamos a comer, haciendo gesto de que de momento no podían atendernos. A la hora nos vienen a preguntar que queríamos comer y de entrante habíamos decidido pulpo, nos dice que de eso no hay y nos dicta los entrantes a la vez que se va. Esperamos un cuarto de hora más y por fin vuelve para tomarnos nota y después de la aclaración de que no había pulpo, que nos costó un cuarto de espera a mayores, opte por no preguntarle lo que significaban las siglas... El periodo de espera en este caso y destacando como prácticamente lo único positivo, fue corto. La comida fue demasiado excesiva, yo creo que te pueden recomendar a razón de como son las proporciones que sirven, ya que pedimos un entrante, almejas que para dos estuvo mb y a mayores pedimos pescado, que me trajeron la lubina entera, no una ración si no el pez entero...entero! Mi pareja pidió chuleta de ternera, aclarar que hay chuletilla, chuleta y chuleton, bueno pues la chuleta pesaría en torno a 2 kg para que los clientes se puedan hacer una idea si piensan pedirse el "chuleton". Nos cobraron 45 euros y la verdad que el sabor de los platos fue corriente...No...