Restaurante Las Piscinas — Restaurant in Villacarriedo

Cena mejorable en un auténtico patio de colegio. Un restaurante curioso, que para nosotros padece una confusión importante: aparenta ser un restaurante delicado (el que parece jefe de camareros intenta atenderte al estilo de los grandes restaurantes, muy educadamente, habla casi susurrando, te ofrece los platos fuera de carta muy delicadamente…) y sin embargo, ese mismo jefe tan educado ni se inmuta mientras la gente de otras mesas grita, los niños corren y mientras efectivamente el lugar hace honor a su nombre: Las Piscinas. Una de dos, si hablas delicadamente, si cobras precios altos por los platos, si tienes el local bien arreglado, buenos manteles, buena vajilla, etc, etc… entonces te has de encargar de tener un ambiente aceptable en tu sala. Y si el ambiente en tu sala es inaceptable, entonces probablemente tanta finezza sobra y sería mejor que el cliente supiese de entrada que está efectivamente en el Bar Las Piscinas. El resultado de este “quiero y no puedo” fue una cena desagradable en medio de tres o cuatro mesas de familias chillando y nuestras quejas sólo consiguieron…que nuestro jefe de camareros se encogiese tranquilamente de hombros. Perfecto. Nos fuimos lo más rápido posible, sin probar ni siquiera postres. Un solo primero y dos segundos, vino y pan…58 euros. Y todo para no poder cenar con una mínima tranquilidad. Y no fuimos los únicos: la pareja de la mesa de al lado sufrió lo mismo que nosotros. Claro ¿A quién se le ocurre querer cenar tranquilamente en un Restaurante caro? (caro para nosotros, al menos). En fin, aparte del jaleo, otros fallos: efectivamente el servicio es seco (como comentan otros clientes en internet) y lento. Seco porque apenas nadie esboza una mínima sonrisa y lento porque nosotros estuvimos 10 minutos esperando en el bar para poder pasar a sala, cuando era primera hora, mesas libres y gente ya cenando. Otro fallo: la oscuridad de la sala (horario de cena): si fuera para crear un ambiente romántico aún (imposible entre alaridos, pero bueno)… pero es que simplemente estaba oscuro y la falta de luz fue molesta. En cuanto a la comida: pedimos un primero a compartir que será una ensalada mixta: crujiente, con tomate, lechuga, espárragos, huevo duro, ventresca, cebolla, etc. Bien, buena ensalada. Con sabor. Bien presentada y fresca. Los segundos nos decepcionan (vistas las críticas en google esperábamos más): un bacalao bien cocinado pero al que le falta sabor (bien de sal, tierno, salsa buena, pero el bacalao tiene poco sabor). Y un cochinillo muy seco: se nota de calidad, crujiente la piel, pero ni se deshilacha de seco que está. Sólo si lo mojas está pasable… Mal. El vino bien: un Balancines de Guadiana. Nos dicen que es el de la casa (elección arriesgada por parte del restaurante porque es un vino algo difícil para aquellos a los que el tinto les guste lo justo). Pero es un gran vino: goloso, equilibrado, afrutadísimo, con regaliz. Eso sí, bastante contundente. Y muy mal el pan: seco, malo, muy malo. Y dado el jaleo que había en la sala, aquí acabó nuestra cena. Castigados sin postres. En resumen, un Bar Las Piscinas en el que efectivamente lo que había era ambiente de piscinas, donde no pudimos cenar con un mínimo de tranquilidad y donde los platos importantes (los segundos) fallaron....

Outstanding service and quality of the food. My sons and i ate here twice, both times were high points of our vacation. The suckling pig was perfect. The steaks; price quality were amazing.

The owner was so accommodating; being Dutch we eat a few hours earlier than the Spanish and in our ignorance we turned up when the kitchen was closed. ^^. The owner asked the chef who was eating his own meal what would be possible. They made us several excellent traditional meals.

Even the young waitress was polite, understanding, skilled and professional.

Highly...

La primera estrella se la doy porque los platos que vimos pasar mientras esperábamos 45 min a que nos sentaran no tenían mala pinta.

Fuimos recomendados por el propietario del hotel en el que nos alojamos, hotel La Alfonsina, que comparte propiedad con el restaurante en cuestión. El hombre nos dijo que fuésemos allí que nos atenderían encantados. ERROR.

Al llegar y preguntar si había mesa para 2 nos dijeron amablemente que en 10 min nos pasaban, cosa que nos pareció razonable. Pero ahí se acabó todo. Empezaron a llegar clientes, algunos con reserva y la gran mayoría sin reserva, los cuales debían ser conocidos del restaurante ya que no tuvieron problema en pasarlos antes que nosotros. Cuando ya pasaron a una pareja (sin reserva) que había llegado media después nuestra nos decidimos a levantarnos y marcharnos, abonando las consumiciones que nos habían recomendado tomar durante la espera, las cuales ya estaban tiritando. Pero lo peor de todo, y lo que más indignado nos dejó fue el trato dado éste momento, donde todo fueron malos gestos y reproches por no haber reservado mesa, cosa que ni el dueño del hotel, ni ellos al llegar nos cuestionaron.

Y la segunda estrella se la doy porque gracias a ese trato de favor hacia otros comensales y su consiguiente demora en atendernos pudimos descubrir el bar LA FONDA, un bar de 10 con un trato de 11. Si leéis esta reseña, por favor, iros a LA FONDA, está a 5 min y saldréis ganando...