Habíamos reservado durante un puente y todos los comedores estaban completos. Como íbamos con niños nos recomendaron llegar a primera hora de la apertura. Así lo hicimos y solo había una mesa más en todo nuestro comedor así que nos empezaron atender enseguida y la comida y el trato fue estupendo. Empezó a llenarse el comedor de una manera brutal, y como cada vez había más público pero el personal atendiendo era el mismo, el servicio empezó a empeorar, hasta el punto de tener que pedirle en tres ocasiones la carta de postres. Elegimos los postres, y una vez pedidos esperamos 35 minutos de reloj hasta que los trajeron. Viendo que estaban desbordados preguntamos si el sorbete sin alcohol que habíamos pedido para nuestros hijos era efectivamente sin alcohol, nos lo confirmaron pero por si acaso lo probamos y como sospechábamos mentían, venía con alcohol! Cuando se lo manifestamos el camarero entró a preguntarlo y volvió disculpándose y con uno ya bien realizado. Pues bien, por si todo este periplo no fuera suficiente pedimos la cuenta y con la factura en la mano esperaramos otros 30 minutos para que nos cobrarán. El servicio estaba desbordado, parecían aficionados, con camareros extras corriendo por el comedor. El enfado fue monumental, primero porque casi intoxican a mis hijos y segundo porque me hicieron perder más de una hora. Al final acabé dando vueltas por los comedores buscando al Maitre para que me cobrara, porque obviamente estar una hora esperando con dos niños pequeños es imposible, y ante lo ocurrido el caballero no pudo hacer otra cosa que disculparse, poner excusas y culpar a la cocina del incidente, pero la culpa de que no hubiera camareros suficientes era directamente suya como jefe de sala. Debió preverlo sabiendo que no quedaba ni una sola mesa libre. Y tengo mis dudas de si a cocina llegó la comanda del sorbete sin alcohol o con tanto jaleo ni se lo dijeron. En cualquier caso con los precios que se barajan comiendo aquí, este tipo de fallos son inadmisibles, no es precisamente un establecimiento económico con comida de batalla que pueda permitirse un servicio...
Read moreUna experiencia decepcionante!
Fuimos a comer un grupo de amig@s, motivados por su reputación, pero lamentablemente la experiencia dejó mucho que desear, especialmente en cuanto a higiene y gestión del problema.
Todo transcurrió con normalidad hasta el momento de los postres, cuando, al servir la tarta de hojaldre, encontramos insectos en ella (aparentemente CUCARACHAS). Este hecho, además de ser sumamente desagradable, refleja una falta de control en las condiciones de higiene que resulta inaceptable en cualquier establecimiento, y mucho más en uno de esta supuesta categoría.
Lo más preocupante no fue solo la presencia de los insectos, sino la actitud del restaurante frente a esta situación. El jefe no se dirigió a mí directamente en ningun momento, limitándose a justificar lo ocurrido con la explicación de que “ya les había pasado antes” y que “no pueden controlar todo” porque los postres se elaboran en su propia cocina. Este tipo de respuesta evidencia una falta de responsabilidad y profesionalismo ante un problema tan grave.
Como compensación, se ofreció una ronda de bebidas alcohólicas al grupo, algo que, en mi caso, no resolvió el problema, ya que no consumo alcohol. No se me ofreció ninguna solución adecuada ni se mostró interés genuino por solventar la situación.
Es inaceptable que un restaurante con tanta fama y supuesta excelencia descuide aspectos tan fundamentales como la higiene y la atención al cliente. Espero que esta crítica sirva como una llamada de atención para que se tomen...
Read moreUna verdadera pena. En absoluto recomendable. Uno de los sitios más conocidos de Vitoria pero tanto el local como la comida, están muy lejos de lo que deberían ser. El día de nuestra visita (comida) el suelo del comedor estaba realmente sucio (se escurría el calzado al caminar, literalmente) y fue un muy mal presagio. En cuanto a la comida, pedimos jamón ibérico (que se devolvió en cuanto llegó a nuestra mesa, porque era ibérico solo por el pais de nacimiento del cerdo donante), champiñones al ajillo, que se quedaron casi sin tocar en el plato al comprobar que los champis eran de lata... Merluza langostada, que resultó ser lo menos malo de todo lo que pedimos y eso que estaba dura, por una más que posible errónea descongelación y por último escalope de ternera empanado... Con una carne de pésima calidad en combinación perfecta con su rebozado. No mandamos el resto de comandas de vuelta a cocina por pura vergüenza, aunque igual debimos hacerlo para que tomen nota y hagan algo al respecto. Ciertamente eso tampoco parece que les importe demasiado, ya que cuando vieron lo poco que comimos (y no por falta de apetito precisamente) nadie se molestó en preguntar si había algún problema al respecto... En fin, no volveremos por allí y no se lo puedo recomendar a nadie, que no sea un enemigo mío de...
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