Una experiencia decepcionante en Salvaje Caracas
Salvaje Caracas promete una experiencia gastronómica de alto nivel, pero lo que ofrece en realidad es una muestra de cómo el marketing puede disfrazar una ejecución mediocre. A pesar de su ubicación privilegiada y las vistas espectaculares al Ávila, el restaurante falla en lo esencial: servicio, honestidad y calidad. Desde el inicio, la mitad del menú no estaba disponible. No hablamos de ingredientes exóticos ni preparaciones complejas, sino de platos básicos que simplemente no podían ofrecer. La carta parecía más una sugerencia que una realidad. La situación con el vino fue particularmente absurda. Al solicitar una botella de vino blanco de gama media (34 USD), se nos informó que no había disponibilidad. El mesonero, con actitud evasiva, nos ofreció únicamente dos opciones de 200 USD cada una, confirmo 200USD la botella de vino blanco. Decidimos pedir una botella de Buchanan’s por 75 USD, resignados. Lo insólito ocurrió media hora después, cuando vimos desfilar varias botellas de vino blanco estándar por otras mesas. Al solicitar una de esas botellas a otro mesonero, nos la trajeron sin problema, bien fría y lista para servir. Al reclamar la situación, el mesonero original se molestó y nos gritó. Sí, gritó. Pedimos hablar con el encargado, quien ofreció una disculpa vacía y no tomó ninguna acción concreta. La comida, para el precio que exige, es absolutamente olvidable. Nada destaca, nada sorprende. Si el chef Fermín Azkue realmente lidera este concepto, está cometiendo un grave error que empaña su reputación. Salvaje Caracas no está a la altura de su nombre ni de su promesa. En Las Mercedes hay múltiples opciones con igual o mejor vista, donde el trato es profesional, la carta es honesta y el servicio está a la altura del precio. Salvaje, lamentablemente, no es una de ellas. Lo único rescatable fueron las chicas del show bailable: muy cordiales, profesionales y entregadas a su trabajo, por lo demás, se siente forzado y...
Read moreTeníamos muchísimas expectativas en ir, llegó el momento y fuimos…. La Torre The Boc ubicada en las Mercedes es de primer nivel, ascensores Hyundai con ascensor privado al Rooftop, el restaurant es un espacio lleno de muchísimos elementos y exageradamente sobrecargado de adornos, mesas de parejas dos sillas, no invitan a estar juntos, ya que están posicionadas cara a cara, te permiten colocarlas una al lado de otro, están pegadas a la pared hacia la vista pero no suficientemente altas para admirar la vista, debes levantarte para ver la ciudad, al contrario las sillas altas están en el medio no dejando ver el global del espacio y convirtiéndose en elementos que no dejan valorar el entorno, además las sillas son incómodas, el alfitrion exageradamente desesperado por darte una introducción que por hablar tan rápido no te deja entender los ir quiere decir, a las 10:00 pm el lugar estaba bastante vacío no fue hasta hora y media después que se empezó a sentir ambiente pero se mantuvo con la sensación de que faltaba algo.
Muy a pesar de la música y las bailarinas que intentaban continuar el valuarte del lugar…. Los tragos caros pero muy buenos, la comida, la entrada y los rolls no volvería a repetir y no solo que eran porciones pequeñas sino que fueron costosos, después no emitieron factura fiscal u tampoco cobraron el impuesto por moneda extranjera.
Pero es un lugar extravagante, es un lugar exótico, te da una sensación de lugar de sacrificio humano ligado con leyendas africanas, un rinoceronte guindado con cuerdas en el aire no es nada conservacionista, máscaras y demás de adornos africanos te da una sensación distinta a lo que sueles ver en la ciudad, lo recomendamos como una opción que se debe vivir pero no...
Read moreFuimos por cena con ocasión de reunión fin de año, un grupo de 6 personas.
Pedimos entradas, platos principales, servicis y cocteles.
El servicio es deficiente: los mesoneros no estaban pendiente de lo qué requeríamos, al tener que llamarlos a cada rato para que se dieran cuenta, no esperaban se les diera la orden completa ya que se retiraban antes. Tampoco daban mayores sugerencias ni explican los platos ni porciones.
La comida es básica a pesar de ser un sitio tan fancy y ser franquicia internacional. Las porciones sumamente pequeñas, hay que pedir muchas cosas para poder quedar acorde. La relación precio calidad no esta balanceada, es muy caro para lo básico de sus sabores y porciones.
La decoración es muy bonita, pero el ambiente muy apagado, solo ponen varios cortes de shows de 5 minutos con bailes y ya, pero nada wow!
Por lo tanto, no lo recomiendo. Es mas fama que otra cosa este lugar.
Solo rescato la buena...
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