Quinta de San Pedro Alejandrino Review
During my recent visit to Santa Marta, I had the opportunity to explore the historic Quinta de San Pedro Alejandrino, and it was an enriching and memorable experience. This beautiful estate is not only a picturesque spot but also a significant historical landmark, known for being the place where Simon Bolivar spent his final days.
The estate itself is stunning, with well-preserved colonial architecture and lush gardens that create a serene atmosphere. Walking through the grounds, I was struck by the sense of history that permeates the place. The main house, with its elegant rooms and period furnishings, offers a glimpse into the past and the life of Simon Bolivar.
One of the highlights of my visit was the guided tour. I highly recommend taking a tour with one of the knowledgeable guides who work on tips. Our guide was exceptional, providing detailed insights into the history of the estate and the final days of Simon Bolivar. His passion for the subject was evident, and his storytelling brought the history to life, making the experience much more engaging and informative.
In addition to the historical aspects, Quinta de San Pedro Alejandrino also houses a small museum with artifacts and exhibits related to Simon Bolivar and the independence movement in Latin America. It was fascinating to see these historical items up close and learn more about their significance.
The property also includes a botanical garden with a variety of native plants and trees, adding to the overall beauty and tranquility of the estate. It’s a perfect spot to take a leisurely stroll and enjoy the natural surroundings.
Overall, my visit to Quinta de San Pedro Alejandrino was a highlight of my trip to Santa Marta. The combination of rich history, beautiful architecture, and serene gardens made for a memorable experience. Whether you’re a history buff or simply looking for a peaceful and scenic place to visit, I highly recommend spending some time at this...
Read moreUbicada a escasos 5 Km. del centro de Santa Marta y al pie de las estribaciones de la Sierra Nevada, al llegar a esta histórica hacienda, nos recibe la exuberancia de unos jardines, donde el verdor encanta a sus visitantes.
La Quinta de San Pedro Alejandrino fue fundada el 2 de febrero de 1608 por el canónigo de la Catedral de Santa Marta Francisco de Godoy y Cortesía con el nombre de “La Florida San Pedro Alejandrino”; en memoria del mártir español Pedro Godoy.
Con el transcurrir del tiempo y la historia, la hacienda cambia 15 veces de propietarios; entre los cuales se destacan nobles apellidos como Mondragón, Orozco, Zubiría, De Mier entre otros. El 9 de enero de 1808 don Faustino de Mier y Theran compró la hacienda por $11.773 pesos oro de la época…
A finales de la segunda década del siglo XIX el destino deparó proféticamente, que esta hacienda fuera adjudicada al hidalgo español Don Joaquín de Mier y Benítez, gran hombre de negocios, quien intensificó los cultivos de caña de azúcar para la producción de la panela, el ron y la miel.
Al iniciar el recorrido por la antigua hacienda encontramos un puente colonial de la época, por donde pasó El Libertador un 6 de diciembre de 1830. De manera imponente apreciamos distintas edificaciones de color amarillo ocre, integradas por la Casa Quinta y el sector laboral, que en su época hace más de 500 años tenía como principal actividad económica la producción y comercialización de la caña y el ron.
Al fallecer Don Joaquín de Mier en 1861, heredó la hacienda su hijo Manuel Julián de Mier, quien posteriormente el 2 de febrero de 1891 la vende a el Departamento del Magdalena, siendo gobernador el Doctor Ramón Goenaga, de manera acertada y agradecida, compró 200 hectáreas de la hacienda por la suma de $24.000 pesos oro, con el ánimo de conservarla. Y en 1891 ya el reloj de la historia reclama el inicio de la primera restauración para volverla al estado que presentaba en 1830; años más tarde esta hacienda es declarada Monumento Nacional Histórico.
Alrededor de la Casa Quinta observamos imponentes árboles centenarios, testigos silenciosos de una gloriosa historia: un Samán, una Ceiba y dos tamarindos, estos últimos los más mencionados por la tradición histórica, porque en medio de ellos colocaron la hamaca de El Libertador cuando llegó a la hacienda; estos árboles, acompañados de una variada flora y fauna presentes en la hacienda, constituyen la colección viva del Jardín Botánico Quinta de San Pedro Alejandrino, que se extiende sobre la totalidad de su área, con especies de plantas pertenecientes al bosque seco tropical de nuestra región Caribe.
En la parte central del jardín hay una escultura pedestre de El Libertador tallada en mármol de Carrara en Italia por el profesor genovés Pedro Montarsolo Victorio; un regalo del Departamento del Magdalena y se instaló el 2 de febrero de 1891. La obra pertenece al estilo neoclásico, y su temática estaba ligada a los procesos de luchas políticas y libertadoras como evento, referencia o testimonio de la época.
Las fuertes brisas de enero de 2017 ocasionaron que el viernes 13 de ese mes la caída de una rama del centenario Samán (Samanea saman), tumbara la escultura pedestre, cuya restauración estuvo a cargo del Maestro de origen samario Adaulfo Mendivil Manjarrés, quien durante cinco etapas cumplió todo el proceso de reparación iniciada en mayo de ese año hasta el 24 de enero del 2018, donde nuevamente fue ubicada la escultura; finalmente en acto especial ese año el 24 de julio fecha del Natalicio de El Libertador, fue develada ante el público.
El Maestro Mendivil es considerado como uno de los mejores restauradores del país cuenta con más de 50 años de experiencia, la prensa europea lo cataloga como el segundo mejor restaurador del mundo y es el primero en el país; cuenta con el privilegio de haberse formado en los tallres de los más prestigiosos restauradores de Suramérica y Europa, especialmente en el proceso de conservación de obras de grandes pintores y de la historia...
Read moreThis wasn't cheap, COP $27,000 each. There really isn't sufficient to see to justify the price. Most of the buildings had nothing in them. There was a single carriage in the stable. The house did have furniture and other displays in the rooms, but these were sparse and most of the rooms were gated at the door. The 'museum' is an art gallery, exhibiting primarily modern art. It is spread over a number of different rooms, with an illogical route around the complex. The most disappointing thing was the so called Botanical Gardens. This is Shrubland. Even the path hasn't been maintained for years with plants and saplings growing in the middle of the path. The shrubland also is growing over the path in some areas, making it difficult to walk through. There were no trees, bushes or flowering plants, nothing native apart from what you would see by the side of the road. The only interesting things we saw during our visit were about 3 new types of birds and a number of different lizards. DON'T WASTE YOUR TIME OR MONEY, IT'S...
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