La Plaza Independencia, situada en el corazón de San Miguel de Tucumán, es uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad y un punto de encuentro tanto para locales como para turistas. Con sus árboles añejos, fuentes, y bancos rodeando un entorno histórico, esta plaza tiene un encanto especial, realzado por la estatua ecuestre de la Libertad, obra de la escultora Lola Mora. Su ubicación central la convierte en el epicentro de actividades culturales y sociales, y está rodeada de algunos de los edificios más importantes de Tucumán, como la Casa de Gobierno, la Catedral, y el Teatro San Martín.

Sin embargo, la plaza enfrenta algunos desafíos que afectan su atractivo. La seguridad y el mantenimiento son áreas que podrían mejorar: hay momentos en los que el estado de limpieza no es el ideal, y las fuentes de agua y algunos bancos muestran señales de deterioro. Además, a ciertas horas y en determinados sectores, la iluminación es insuficiente, lo que hace que algunas personas eviten transitarla en horario nocturno. Estas cuestiones afectan la experiencia de quienes buscan disfrutar del espacio en su máximo esplendor, y resaltan la necesidad de más cuidado para un sitio tan representativo.