El palacio de Sobrellano y la capilla-panteón forman parte de un mismo conjunto arquitectónico construido a finales del siglo XIX por encargo de Antonio López del Piélago, primer marqués de Comillas. Hoy el palacio es propiedad del Gobierno de Cantabria que lo ha convertido en museo palaciego. El palacio fue construido bajo un proyecto del arquitecto Joan Martorell, maestro de Gaudí. Se realizó con posterioridad a la capilla como residencia de verano del primer marqués de Comillas. Las obras comenzaron en 1882 y no terminaron hasta varios años después, en 1888, cuando el marqués ya había fallecido. Antonio López del Piélago fue un indiano, de familia muy humilde, que emigró a Cuba siendo muy joven y regresando a Cantabria como uno de los hombres más ricos de España, en buena parte gracias al tráfico de esclavos destinados a las plantaciones de azúcar en Cuba. El rey Alfonso XII le otorgó la dignidad de grande de España nombrándolo marqués de Comillas. El edificio es de planta rectangular y simétrico, construido en estilo neogótico inglés, con ciertos detalles que anticipan el modernismo. Está dividido en tres plantas, siendo la planta noble la más espectacular y lujosa. La primera planta estaba destinada a los aposentos de los marqueses y su familia y en la última planta estaban las habitaciones de la servidumbre y las cocinas. De esta forma evitaban los humos y olores en el resto del palacio. La fachada es espectacular, con galerías abiertas con arcadas trilobuladas. El cuerpo central con dos grandes columnas que sustentan un balcón con una arcada decorativa. Las columnas están rematadas con decoraciones de flor de lis, coronas y caballos alados. La visita es guiada a través de diversas estancias de la planta noble, la única que se visita, como el salón de juegos, el comedor, el museo del Cantábrico y la biblioteca y despacho del segundo marqués de Comillas. Aunque la sala más espectacular es, sin duda, el salón del trono, llamado así porque estaba destinado a la recepciones del rey Alfonso XII. Nada más acceder al edificio ya se aprecia la riqueza de los materiales utilizados y la grandiosidad del edificio. En la primera sala destacan las pinturas murales y el artesonado del techo, dando paso al hall en el que se puede ver una majestuosa escalera gótica de alabastro blanco, tras tres arcos ojivales que lo diferencia del vestíbulo de entrada. En la parte superior de la escalera se abre una gran claraboya de vidrieras policromas que ilumina el hall y la escalera. En el palacio cabe destacar los artesonados de inspiración mudéjar, los suelos en madera de roble y las puertas de nogal. Destacan especialmente las decoraciones revestidas con pan de oro, las grandes chimeneas, las vidrieras del comedor y las pinturas murales del salón del trono que narran cuatro importantes acontecimientos relacionados con el marquesado: la inauguración del Seminario de Comillas, la bendición de la Capilla-Panteón, la revista naval en el puerto de Comillas durante la visita del rey Alfonso XII, y el embarque de los voluntarios catalanes en el buque España con destino a Cuba en el comienzo de la guerra de Cuba. En este palacio se han rodado diversas escenas de películas y series españolas, como Altamira, La herencia Valdemar o La residencia, ésta última de Chicho Ibáñez Serrador. Las visitas son guiadas y duran unos 45 minutos. Se puede visitar de lunes a domingo, el horario es ininterrumpido con la apertura a las 10:00, aunque según la época del año hay distintos horarios de cierre. La entrada normal cuesta 5 euros/pax. Se pueden comprar anticipadamente las entradas online solo para el palacio o conjuntamente con la capilla panteón (que también cuesta 5 euros/pax). En las taquillas las entradas solo se pueden comprar para el mismo día de la visita. Hay un cupo máximo de 40 personas por sesión. El palacio de Sobrellano se encuentra en un entorno único, junto a la capilla-panteón y el Capricho de Gaudí, rodeado de jardines. Una visita imprescindible...
Read moreEl Palacio de Sobrellano, también conocido como el Palacio del Marqués de Comillas, es una joya arquitectónica de estilo neogótico en la localidad cántabra de Comillas, España. Su diseño, a cargo del arquitecto Joan Martorell i Montells, se inspira en el gótico catalán y europeo. Historia y diseño La construcción de este palacio se llevó a cabo entre 1881 y 1888. Fue un encargo de Antonio López y López, un importante naviero y banquero español que había logrado una inmensa fortuna y que más tarde recibiría el título de primer Marqués de Comillas. La obra, sin embargo, la dirigió el arquitecto Cristóbal Cascante, discípulo de Antoni Gaudí. El diseño interior es igualmente impresionante. Destaca por la profusión de detalles y el uso de materiales de alta calidad, como mármoles de Carrara, maderas nobles y azulejos. El palacio está concebido para reflejar la riqueza y el poder de su propietario, con salones majestuosos, una escalera principal ornamentada y una capilla anexa. Detalles arquitectónicos El palacio está construido principalmente en piedra de sillería y se distingue por su fachada con grandes ventanales ojivales, torres, pináculos y una profusa decoración escultórica. El interior es una exhibición de arte y artesanía, con mobiliario diseñado por el mismo Martorell y otros artistas de la época. Una de las partes más destacadas del conjunto es la Capilla Panteón, que alberga los restos de la familia del Marqués de Comillas. Esta capilla fue diseñada por Joan Martorell y construida por Antoni Gaudí y sus colaboradores. De hecho, el Panteón fue el primer trabajo de Gaudí fuera de Cataluña. Ubicación y alrededores El palacio se encuentra en un entorno privilegiado en Comillas, justo al lado del cementerio modernista y muy cerca de otros edificios emblemáticos como la Universidad Pontificia. Los jardines que rodean el palacio están cuidadosamente diseñados, ofreciendo vistas espectaculares del entorno. Hoy en día, el Palacio de Sobrellano es una propiedad privada que está abierta al público para visitas guiadas, permitiendo a los visitantes sumergirse en la historia y la opulencia de la alta burguesía...
Read moreIt's beautiful palace with a lot of history. We were with a guide that told everything very straight to the point and funny too. The only bad thing was the fact that the visits are only available in Castilian and you can't visit the palace without a guide. It also wasn't explicit in the entrance that the tickets for the palace and the chapel were distinct. We bought tickets for the palace thinking it was for both things (because they have the same price table so to visit both you pay the same but twice) and we got to the chapel and they told us we couldn't enter and had to buy a different set of tickets. We ended up not visiting the chapel, it wasn't worth it, but the palace visit was...
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