Me gusta bañarme en el mar mas o menos como a una morsa o a una foca cualquiera, pero el día que fuimos, sin duda , no era el adecuado.
La noche anterior hubo uno de esos fenómenos que lamentablemente se repiten cada vez con mas frecuencia después del verano: una depresión a niveles altos de la presión atmosférica. El tema es que incluso el día de antes, con ojo siempre avizor a las colinas de Altea o Calpe, se pudo navegar. Pero a la mañana siguiente, visitando esta playa constatamos lo grave que fue el aguacero. Cierto que la calma llegó porque vimos arribar uno de los ferris que vendrían desde baleares, pero el paisaje de la playa era tremendo:
Las mismas algas formaban una barrera natural llevadas por el oleaje ayudando a contener el agua si había temporal, por eso no se limpiaba la arena. El olor, por tanto no era agradable y no invitaba al baño. Lo curioso es que seguramente la calidad del agua fuera bastante mejor que en meses anteriores. Aun así no era prudente meterse a nadar. De hecho, solo echar un ojo a esta playa tan turística, kilómetros más al norte de donde calló lo peor, daba que pensar.
¿Lo peor? Enterarnos después que esa misma noche, un policía de Calpe, por el mismo fenómeno y para salvar la vida de otra persona, fue llevado por el agua y falleció. Como estás cosas en temporada alta no ocurren, no trascienden tanto, pero es una verdadera lástima.
Se que este no es el mejor lugar para lanzar mensajes que son constatables año tras año desde hace décadas pero esa calma que trae el después de la tempestad, nos debería hacer darle una vuelta a la manera en la que nos comportamos con la que nos da de comer y de vivir, la naturaleza. Y por supuesto no solo escribo como visitante, sino como consumidor de lo que toda la costa mediterranea oferta a quien la quiere disfrutar.
En todo caso, y sabiendo la cantidad de cosas que nos dejamos por ver, espero poder regresar en otra estación que no sea ni el verano, ni esas fechas en las que las ''playas de Madrid'' se ven copadas...
Read moreHe visto una cantidad ingente de personas incultas, por no decir algo más grave, que se quejan de las algas y del mal olor. Bueno, decirles a aquellos madriletas y castellanos de interior que como no tienen playa necesitan tener una segunda residencia aquí porque sino no huelen mar en su vida: Las algas, conocidas como posidonia, son la principal razón por la cuál podeis seguir disfrutando de una de nuestras playas, porque el mar reclama terreno y hace 20 años la playa era algo más amplia y se ha perdido, así que las algas hacen de barrera contra la marea y así evitar perder toda la arena de la playa, entre otros beneficios más. Así que la próxima vez que vayais a criticar una playa por sus algas, leer bien anda, que un poco de información de vez en cuando no os viene mal, y sino os buscais otra de las 14 playas que tiene Dénia, o directamente no vengáis y así estamos más tranquilos. Pedís a vuestro alcalde que os haga la playa artificial en el...
Read moreSe trata de una playa muy poco concurrida. Lo que hace que se pueda disfrutar sin dificultades Tiene aseos públicos y puesto de atención y socorro De la Cruz Roja, además de un vigilante de los mismos que está pendiente en todo momento de los bañistas Cuenta con un acceso para sillas de ruedas hasta el mismo agua Para acudir con niños es genial porque la profundidad es muy gradual y para que sea a un nivel peligroso hay que adentrarse mucho. Esto es ideal para acudir con niños. La zona de estacionamiento es escasa, así que se debe buscar dónde aparcar en momentos de hora punta No me ha gustado la arena tipo fango. Andar sobre ella es una sensación extraña, aunque no supone más que eso. La arena tiene gran cantidad de algas, quizá por algún temporal reciente A la izquierda tiene el club Náutico y a la derecha una zona rocosa. Es muy amplia en longitud, no así en anchura Se disfruta...
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