El castillo de Fuensaldaña se levantó, probablemente, sobre una construcción anterior del siglo XIII, aunque su aspecto actual es obra de la segunda mitad del siglo XV, en que fue mandado construir por Alonso Pérez de Vivero, contador mayor del rey de Castilla Juan II, como residencia señorial de la familia de los Vivero. Este castillo sigue el arquetipo de los llamados escuela de Valladolid, un modelo de castillo que imperó en Castilla y León durante la segunda mitad del siglo XV. Se caracterizaban por tener planta cuadrada con una gran torre del Homenaje. Además, ya no cumplían una función de fortaleza sino que más bien eran palacios con una función residencial y un claro símbolo de ostentación por parte de una nobleza castellana con un gran poder económico y político. La familia de los Vivero fueron uno de los linajes más destacados e importantes a lo largo de los siglos XV y XVI debido, entre otras razones, a su apoyo a Isabel I en su lucha contra Juana la Beltraneja tras la muerte de Enrique IV. Los Vivero se habían hecho construir años antes un palacio en la ciudad de Valladolid. En este palacio se celebraron en 1469 los esponsales de carácter civil de los Reyes Católicos, a espaldas del rey Enrique IV, en el que Fernando el Católico juró obediencia y cumplimiento a las leyes, fueros y costumbres del Reino de Castilla. Al día siguiente se celebró el matrimonio religioso en la iglesia de Santa María la Mayor, actualmente la catedral. Tras la ceremonia nupcial los Reyes Católicos pasaron su luna de miel en este castillo de Fuensaldaña. El castillo de Fuensaldaña es un gran recinto cuadrado con cuatros torres cilíndricas en las esquinas. En el lado norte se levanta la alta torre de Homenaje, de planta rectangular, con torrecillas circulares en sus esquinas y con matacanes almenados en las mismas. La torre del Homenaje sobresale ligeramente de la planta del patio de armas y a la entrada se puede ver el escudo de armas de los Vivero. Antiguamente se accedía a la torre del Homenaje a través de un puente levadizo. En el interior del castillo se visitan varias plantas en las que se pueden ver una amplia variedad de utilería, muebles y vestimentas medievales, así como una exposición con varias maquetas de diversos castillos castellanos. La visita se complementa con una subida a lo más alto de la torre del Homenaje. En general, es una visita muy interesante, de forma especial ideal para niños por la forma amena y didáctica en que la guía da las explicaciones sobre la historia y los castillos y los sistemas de fortificación. El castillo de Fuensaldaña fue restaurado a finales del siglo pasado por la Diputación Provincial con el fin de reconvertirlo en Parador de turismo, aunque nunca llegó a tener este uso, siendo cedido a la Junta de Castilla y León, con lo que fue utilizado como parlamento de las Cortes durante varios años. Actualmente el castillo de Fuensaldaña es un centro de interpretación de los castillos castellanos. La entrada general al castillo con visita libre cuesta 5 euros/pax, aunque, también, se puede hacer con visita guiada y subida a la torre del homenaje con un coste de 6 euros/pax. Se puede visitar de martes a domingo de 10:30 h a 14:00 horas y de 16:30 h a 20:00 horas. Las entradas se pueden adquirir con antelación a través de internet o en las taquillas del castillo. El castillo se encuentra en un magnífico estado de conservación, con lo que merece la pena una visita y verlo con...
Read moreVERGÜENZA, ROBADO, OFENSIVO, DEFRAUDADO.
Si, esas y otras muchas cosas más es como me he sentido hoy 01-05-2019 cuando he ido a ver el Castillo.
Ahora es el Centro de Interpretación de Castillos de Valladolid.
¿Eso que quiere decir? Que no ves el castillo, ves la plaza de Armas del Castillo, la cual ha sido adaptada, reformada o como gustes decirlo, a las necesidades de su momento, una vez finalizada esa actividad, se a adaptado para otra actividad. Así que vas, te cobran 5€ por cabeza para ver. Unas fotos de un señor, las cuales, no están mal. Unas maquetas de Castillos de Valladolid. Unas reseñas de los castillos. Dos vídeos de unos 5 o 10 minutos, con una explicación un tanto escueta o reducida, el vídeo lo ves en el antiguo hemiciclo, el cual costo una pasta, hay dos bancos alargados en el centro, desde donde puedes ver los vídeos y si hay mucha gente o una visita guiada, te ofrecen sentarte en uno de los asientos del hemiciclo, teniendo que retorcerte el cuello y salir peor de lo que has entrado.
LA TORRE HOMENAJE NO ES VISITABLE, si, la ves desde el patio, desde la calle, pero NO PUEDES VER EN INTERIOR.
Que pena que no se pueda ver el interior, ni te den una explicación previa del castillo, no señores, no.
Te dejan un momento unas gafas 3D para que veas una recreación de la PLAZA DE ARMAS del Castillo, una palmadita en la espalda y ale, búscate la vida.
Cuidado, antes ve los dos vídeos, porque si preguntas por algo, la respuesta es "En el vídeo de la entrada lo dicen", esa es la mejor respuesta.
Recomendaría a las personas que trabajan en el Castillo de Fuensaldaña o a quien lo gestione, que se pase por el Castillo de Peñafiel.
Si, allí está el centro de Interpretación del VINO, pero además te dan un paseo por el Castillo, que, aunque esta vació, pero esta reformado o restaurado, merece la pena la explicación y el recorrido. Al menos se lo curran un poquito.
Y ahora, si después de la chapa que te ha rallado vas, adelante, si entras y pagas, no digas que no te he avisado, si vas y disfrutas de la belleza del castillo por su exterior, genial, por si entras, no, no vas a ver nada.
He visto una foto desde el tejado, no sé cómo habrán llegado allí, porque cuando he ido yo, ni las gracias, más bien pena.
Para muestra un BOTÓN.
Así te ahorras los 5€...
Read moreEnorme decepción. Acudí a la visita del castillo de Fuensaldaña con mi hija pequeña esperando que pudiera ver lo que yo recordaba ver en mi infancia cuando visitaba un castillo: Estancias ambientadas como en la época, tapices en las paredes, armaduras en los pasillos, cañones en los patios, la torre del homenaje, etc... Sin embargo, lo que hay en Fuensaldaña es algo que dista mucho de eso. La visita se limita a un micro-museo donde hay algunas maquetas de algunos castillos locales, una estancia con algunas fotografías de un artista local cuyo nombre no recuerdo y poco más. No se puede acceder a la torre del castillo ni a ninguna otra parte que no sea la exposición en cuestión, minúscula y decepcionante donde las haya. Como contribuyente interesado en la historia me resulta insultante que las administraciones a cargo de nuestro patrimonio (en este caso la Diputación de Valladolid) corrompan y perviertan nuestros bienes históricos de semejante manera. El micro-museo en cuestión es claustrofóbico, ya que ni siquiera se muestra en las estancias originales del castillo sino en un recorrido creado de forma expresa, con techos bajos y suelos modernos de tarima. En uno de los pasillos se acierta a ver parte de la torre del homenaje pero totalmente prostituida, pues ha de mirarse hacia arriba a través de modernas vigas vistas de color blanco y cristales. Ninguna parte de la visita es en el exterior y no hay ninguna otra vista del exterior del castillo salvo esa. A la entrada a la exposición, me ha llamado la atención que la señorita que nos ha atendido en la recepción nos invitaba, casi con educada insistencia, a entrar en una sala anexa en la cual se podía visionar un vídeo con una vista aérea de varios castillos de la provincia, y lo hacía como si fuera el punto fuerte de la exposición. Cinco minutos después, al acabar la visita, es cuando he podido entender que quizás lo único que valía la pena de la exposición era justamente ese vídeo. Pero, estimados administradores de nuestro patrimonio: para ver vídeos sentado en una sala no necesito irme a un castillo, abro Youtube y tengo todos los que quiera. Si acudo con mi hija a ver un castillo es porque espero ver......
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