Museo de San Francisco (antiguo Convento de Nuestra Señora de la Esperanza) — Attraction in Medina de Rioseco

El museo se ubica en la Iglesia de San Francisco, edificio de estilo gótico renacentista perteneciente al antiguo Convento Franciscano de Nuestra Señora de la Esperanza. Su construcción se inició a finales del siglo XV bajo el mecenazgo de don Fadrique Enríquez Almirantes de Castilla como panteón de su familia. Este espacio museístico ofrece una forma novedosa de ver un museo de arte sacro. La voz de un fraile nos irá guiando por las distintas dependencias del monasterio... '¡Paz y bien, hermanos míos! Sed bienvenidos a esta casa...' Durante la visita descubriremos un magnífico museo compuesto por innumerables obras de arte. En el conjunto monumental se pueden ver obras de grandes maestros como Juan de Juni, los Bolduque, los Sierra, platería de Arfe y una de las más importantes colecciones en marfil hispano filipino. Destacan en su interior los espléndidos retablos platerescos esculpidos en piedra, material poco habitual en este tipo de piezas, realizados por Miguel de Espinosa, las estatuas en bronce de la esposa y cuñada del Almirante D. Fadrique, realizadas por Cristóbal de Andino o las tribunas de órgano platerescas realizadas por los...

El martes de esta Semana Santa que finaliza visité el Museo de San Francisco. Si Medina de Rioseco es una extraordinaria sorpresa por sus magníficas iglesias y por sus calles que te llevan a otro tiempo, el Museo se lleva la Palma de la visita. Este antiguo convento franciscano alberga unas colecciones dispuestas con sentido didáctico, sin abrumar por el número de objetos al visitante, y con una iluminación que libera la vista de interferencias. Desde la colección de marfiles filipinos y el lignum crucis, pasando por un Cristo en marfil precioso o las estatuas de Ana e Isabel de Cabrera, todo merece la pena. La vista Interior de la Iglesia se ve realzada al subir al coro ya que no hay bancos que estorben. La guía tiene ese punto serio del carácter castellano que no encubre en ningún momento la devoción y entusiasmo que siente al mostrar tanto tesoro. Mis tres acompañantes y yo queremos darle las gracias en estas líneas por sus palabras. Es mejor reservar...

Aunque el precio es adecuado, lo que te venden como experiencia de luces y sonidos deja mucho que desear al no dejar de ser una audioguía impuesta. La experiencia consiste en un recorrido de unos 45 minutos en los que te van pasando por las distintas capillas. No estaría mal la idea, si la iluminación aportará algo distinto a ir cambiando de una pieza a otra y si la iglesia estuviera iluminada al final de la visita para poder detenerte a voluntad para admirar algunas piezas realmente buenas como por ejemplo un Giordano que pasa desapercibido o alguna de las magistrales esculturas de Juan de Juni que, aunque se explican con detenimiento, el hecho de depender de la visita en la que van apagando las luces y te obligan forzosamente a pasar a otras salas cuyo interés puede resultar mucho menor, no te permiten disfrutarlas. Creo que si se quiere ofrecer esa experiencia debe ser compatible con una visita...