Hoy, miércoles "santo", finalmente fuimos a conocer el parque con el niño. No estuve de acuerdo con la demolición del 'Museo de los Niños' porque este fue muy especial en mi infancia; pero he de admitir que el reemplazo del Museo al Parque me sorprendió. Hay dos accesos para llegar al parque: la antigua portería del 'MdlN' esta cerrada. La siguiente (hacia el norte, a pie) es peatonal, y la que le sigue es el parqueadero vehicular. Una vez adentro, hay que dirigirse hacia el sur (por la vía vehicular interna del complejo deportivo) y a unos metros - finalmente - se llega a la entrada del parque. 🚫NO se admite la entrada de MASCOTAS y, dependiendo el aforo, la entrada de bicicletas. Tuve la suerte de poder entrar la cicla porque "el aforo no se había completado", según el guarda de la entrada. Una vez adentro, y al ver el tumulto de personas, no me podía imaginar el sitio 'más lleno' de lo que estaba. Eso sí, está prohibido pedalear y circular por el piso de espuma de los diferentes parques, por cuidado y seguridad de l@s niñ@s. El parque cuenta con baño público infantil (no para adultos) sin cobro durante nuestra estadía (no puedo asegurar que sea así los fines de semana o festivos porque para esos días las condiciones de ingreso cambian) No hay tienda o venta ambulante dentro del parque, por lo que es recomendable llevar el mecato desde casa. Lo único que le hace falta al parque sería una enfermería, porque más vale prevenir que lamentar.

¡Lleven "chingue"! Hay una atracción de chorros de agua a las 10 am, 12 [medio se alcanza a ver en el vídeo) y 2 pm; dura aproximadamente 10 min. y se ve entretenida tanto para niños como para adultos. Aunque es agua 'común y corriente', han habido malas calificaciones de personas que no pasaron un buen rato después de estar en la atracción... y pues... sin enfermería. 🤦🏽

El parque 🚫NO ABRE LOS LUNES y, según lo leído en otros comentarios, es recomendable ir entre semana porque los fds, por aforo, hasta límite de tiempo se aplica por el alto número de visitantes, y nosotros que estuvimos casi dos horas hasta que el niño 'quemó fiebre' por subirse en cada uno de los parques. Volveré, no solo por el hecho que, gracias a la cicla, la distancia dejó de ser una condición, sino porque finalmente encontré algo que le gastó la pila por completo al niño.