Bodegas Carmelo Rodero - Ribera del Duero — Attraction in Pedrosa de Duero

Hay pocas cosas que me gustan más que ver disfrutar a la gente de su trabajo. Esto mismo me pasó el Sábado pasado en las Bodegas Carmelo Rodero. Beatriz Rodero, enóloga e hija del fundador de la bodega, nos hablaba con admiración de cómo su padre fundó esta Bodega y trabajó duro desde la nada. De cómo poco a poco, y disfrutando del trabajo, haciendo cada día un poco mejor cada uno de los procesos desde la recogida hasta la elaboración, habían conseguido un vino muy bueno sin caer en grandes pretensiones comerciales ni tener como meta llegar a todos los comercios si esto supone romper la esencia familiar destinada a una producción controlada y de calidad. Bea fue, con su brillo en los ojos durante todas sus explicaciones, un reflejo de cómo una familia puede vivir su oficio y su negocio con alegría y pasión. Sin duda, en la cata, probamos sus obras, con un resultado por supuesto sobresaliente. Los vinos son buenísimos, siempre los recomiendo, y mi gran pena es lo difícil que es conseguirlos aquí en Bilbao donde vivo. Desde el Carmelo Rodero Crianza, hasta Raza (su antiguo reserva) y, por supuesto, sus obras más personales entre las que probé (después en casa) Pago de Valtarreña, son una pasada.

Gracias por todo, sin duda una...

Tuvimos una experiencia fantástica en la bodega Carmelo Rodero, a la que fuimos con especial ilusión ya que allí se elaboran algunos de nuestros vinos favoritos. La visita fue aún mejor de lo que esperábamos, en gran parte gracias a Beatriz Rodero, enóloga de la bodega y parte de la familia Rodero, que nos recibió y nos acompañó durante todo el recorrido.

Beatriz nos contó la historia de la bodega desde sus orígenes mientras paseábamos por las instalaciones, con una explicación muy pedagógica y cercana, y respondió con claridad y amabilidad a todas las preguntas del grupo (formado por unas 15 personas, de todas las edades). Su conocimiento y su forma de transmitirlo hicieron que la experiencia fuera no solo interesante, sino también muy amena.

La visita fue una combinación perfecta entre tradición, innovación y cariño por el vino. Sin duda, una experiencia para repetir y muy recomendable para quienes disfrutan del vino y quieren conocer de cerca el trabajo que hay detrás de...

Estuvimos hace 8 años y hemos podido comprobar el crecimiento de la bodega. Pudimos charlar de nuevo con Don Carmelo, una persona cercana, sencilla y entrañable. Tuvimos la suerte de coincidir otra vez en la visita con Beatriz como anfitriona, experta enóloga que hizo una sensacional exposición y muy didáctica, finalizando con una cata a ciegas de sus mejores y excepcionales vinos, en la que aprendimos mucho. Muchas gracias Beatriz, por seguir transmitiendo como el primer día tus conocimientos, sobre todo de la forma como lo haces: sentimiento, esmero, dedicación, … No perdáis vuestra esencia de bodega familiar, cercana, abierta y vocacional. Sois los mejores con diferencia. Un fuerte abrazo desde Cartagena. Un brindis por bodegas...