Honestamente, esperaba más de este lugar, quedé muy decepcionada, no debería llamarse zoológico, funciona más como parque recreativo, estaba muy emocionada por conocerlo pero no pensé que iba a llevarme tal trago amargo, yo ya sabía que es pequeño y tiene pocos animales, pero parece que ya ni hay nada, solamente algunas aves es lo que más pude ver, no sé si tuve mala suerte, es triste que ostenten ser un zoológico y casi no haya animales, los pocos que ví pues siento que no están en las mejores condiciones, ni siquiera pude ver al águila real, el área del teporingo y el lobo mexicano estaba cerrada, apenas y ví al venado cola blanca y a las guacamayas, creo que hay más ardillas y zanates que nada; otro detalle es que faltan más señalamientos en el camino, de repente es confuso dónde está cada cosa, deben mejorar las indicaciones. Las áreas verdes bonitas y todo, se ve limpio, pero lo que es la parte de los animales se siente descuidado, que falta mantenimiento, como si solamente usaran a los pocos animales que hay para tratar de atraer a la gente, se nota que se preocupan más por las actividades recreativas que ofrecen, porque eso si, se puede trotar, caminar, andar en bicicleta, en patines, hacer ejercicio y hasta andar en patineta en el skatepark que tienen, hay juegos infantiles y un trenecito, un área para acampar, un salón tipo de fiestas y exhibiciones, inclusive hay palapas que se pueden rentar para celebraciones, está bonito el lugar solo que no esperen mucho de él en cuanto a la parte animal, nada que ver con Chapultepec, incluso el de San Juan de Aragón le gana por mucho.

Nunca había visto un zoológico que integrara ese tipo de actividades, me fijé que mucha gente va más por hacer ejercicio que por los animales, lo que ya dice bastante, los baños son gratuitos y están limpios, se ven muy originales en su diseño, aunque no tienen jabón ni papel, adentro hay algunos puestos de venta (de botanas, café, recuerditos, comida, entre otros) pero son poquitos y están caros la verdad, mejor llevar uno su comida. Mi experiencia fue regular, no podría decir que mala, el personal fue amable (los policías y guardias), pero fue poco grato no haber podido ver a los animales como yo quería, el herpetario estaba cerrado, al aviario ni siquiera puede uno entrar y normalmente es de acceso libre al público (al menos en los otros zoológicos se hace así), el jardín de plantas medicinales muy simple y descuidado, faltan plantas y otras ni corresponden, los jardínes de polinizadores igual sin chiste, lo más destacable es su auditorio y sus exposiciones, actualmente hay una sobre el ajolote muy bonita, pero de ahí en fuera no hay algo más que considere valga la pena, ni ganas me dieron de seguir recorriendolo o de regresar nuevamente, sirve para descansar, para ejercitarse, para distraerse y pasar un rato a gusto con quién más lo desees, pero solo eso.

Quizás entiendo la cuestión de que mantener un zoológico es complicado y menos si los visitantes no quieren aportar algo para ayudar, pero podrían cambiar entonces su razón social, dejar de hacernos creer que es un "zoológico", está lejos de serlo, pero bueno, juzguen por si mismos, habrá quienes no tengan inconvenientes con su manera de funcionar, en cuanto a la ubicación pues no es tan difícil llegar, si lo haces en transporte público solo hay que bajarse en la estación La Virgen del metrobús y listo, caminas unos 10 min y llegas, lo cierran a las 17:30 hrs (2025) y hay dos accesos, uno al lado de la escuela naval y el otro (el principal) un poco más adelante.