Hotel Boutique Mar do Ézaro — Hotel in Dumbría

Two years ago, when visiting Fisterra, we drove around the bay to Ezaro, checked out the waterfalls and then found ourselves sitting at a table, outside the Mar do Ezaro Boutique Hotel, overlooking the bay, and ordered lunch. It was one of those magical moments you long to repeat, so it was no coincidence that on our return to Galicia, we reserved a room at this gem of an hotel, and headed straight for Ezaro. We are not disappointed. Great rooms, very comfortably appointed with all the facilities you would need. OK, it is street side, but that is a small price to pay. Service is as good as you will find, breakfasts to your order and dinner from a selective menu is very good. This Is indeed a boutique hotel, with plans to add additional rooms in the near future. I don't think the charm of the place will change, and I am sure that Miguel, the owner, is fully aware of the need for him to continue to provide services to the local trade as well as visitors as efficiently as he is able to now, in an enlarged environment. We will certainly return. Just a note. Our 2 visits to the Galician coast have purposefully been in September. The high season is over, and while some establishments may not be open, but those that do, offer quality services and excellent cuisine. I can't think of a better combination: no hoards of crowds yet still an excellent array of restaurants and, of course, Hotel Boutique Mar...

Mi pareja y yo teníamos contratadas dos noches en este hotel pero lamentablemente nos fuimos un día antes (sin que el hotel nos haya devuelto el precio de la noche ni el desayuno que no consumimos) porque no soportabamos el trato recibido ni la limpieza. Posiblemente los dueños del hotel lean la reseña y nieguen o justifiquen lo ocurrido, pero no se puede tolerar. Nosotros fuimos a este hotel porque tenía una puntuación muy buena en limpieza y ubicación, pero ambas cosas no son acordes con la realidad. Cuando llegamos el trato de recepción, como puedo leer en varios comentarios es antipático y cortante, si va a trabajar con personas en un hotel se agradece ser más sonriente y amable, además por lo que veo en reseñas coincidimos varios usuarios. Así como el trato a su trabajadora de la limpieza que no fue respetuoso. La otra encargada del hotel que estaba en el restaurante también fue cortante y poco amable con nosotros. Cuando llegamos a la habitación encontramos el lavabo atascado, excrementos chorreando por el WC así como manchas de excrementos en las paredes del baño que descubrimos después cuando pedimos que nos lo limpiasen y vimos que la limpieza había sido superficial nuevamente, también estaba roto el pomo de la puerta de la terraza y había polvo como dicen más arriba en una reseña en las plantas de plástico del cabecero. Se nos dijo que había estado un perro en nuestro baño y que se habían olvidado de limpiarlo, a pesar de que pone que no se permiten animales. Adoramos a los animales, pero si dejas que haya mascotas hay que limpiar entre cliente y cliente todavía más asiduamente. Tampoco es agradable el ruido que había a las doce de la noche con autobuses de gente que va a ver la cascada de noche con un tipo de turismos lucrado en el paisaje, por no hablar del tránsito de la carretera. Cuando le comunicamos todo al dueño llegó a insinuar que nosotros habíamos manchado el baño y que al habernos compensado con una botella de cava todo estaba resuelto. La botella se la dejamos sin abrir en la habitación y nos fuimos muy disgustados habiendo perdido sin gastar el precio de una noche y de un desayuno sin consumir. Lo esperado habría sido la devolución del dinero, porque claro que se puede tener un error humano pero por lo menos hay que compensar al cliente que ha tenido que ver excrementos en su baño y no sentirse nada a gusto habiendo pagado 288 euros por adelantado.

Puedo adjuntar fotos que avalan toda esta situación que espero que al menos nos compensen porque nos...

Nos alojamos en la habitación con bañera de hidromasaje y terraza, y no pudimos salir más contentos.

Todo el personal super amable y atento en todo momento y las vistas de la costa desde la terraza son increíbles.

Además el pueblo y el entorno son muy tranquilos, para desconectar unos días está genial. Hay varios restaurantes a parte del propio hotel, la playa es grande, tiene un paseo muy bonito al lado y a 10 minutos caminando se llega a la cascada, e incluso se pueden hacer excursiones en kayak para verla de cerca.

Algo que nos gustó mucho del hotel es que te dan la opción de subirte el desayuno a la habitación, que desayunar viendo el mar me pareció maravilloso.

Luego un rato de playa, comer tranquilamente, un bañito en la bañera, paseo por el muro o hasta la cascada, cena al fresco en alguna terraza y día completísimo.

Se ofrecen bastantes actividades acuáticas en la zona que parecen divertidas, aunque no llegamos a probar ninguna, pero volveremos seguro así que...